El desastre de la reforma al Sistema General de Participaciones
En el Congreso avanza un proyecto para aumentar el dinero que se les entrega a municipios y departamentos. Se presenta como una reforma que pretende aumentar la autonom¨ªa de las regiones, pero lo que no se dice es que puede quebrar las finanzas p¨²blicas
Avanza en el Congreso a toda marcha un proyecto de acto legislativo que reforma los art¨ªculos 357 y 358 de la Constituci¨®n, vale decir, el Sistema General de Participaciones. Se busca aumentar la proporci¨®n de transferencias a departamentos y municipios, pasando de 23,8% de los ingresos corrientes de la Naci¨®n, el PIB actual, al 46,5% en un periodo de diez a?os, lo cual equivaldr¨ªa llegar al 8,4% del PIB.
El centro independiente de investigaci¨®n econ¨®mica y social Fedesarrollo considera que ese aumento del 65% en las transferencias del Sistema General de Participaciones significar¨ªa 60 billones de pesos adicionales por a?o, un monto superior al presupuesto de inversi¨®n para 2025, que es de 44 billones de pesos. Esto implica que, incluso eliminando por completo la inversi¨®n del Gobierno Nacional, no ser¨ªa posible financiar un aumento de esta magnitud. Para los pol¨ªticos del Congreso este horror se presenta como una reforma que pretende aumentar la autonom¨ªa de las regiones y ha logrado el apoyo casi un¨¢nime de todos los sectores representados en el ¡°altar de la patria¡±.
Consideran sus promotores que una norma que redistribuya las competencias entre la Naci¨®n y las regiones se tramita en dos a?os, lo cual no deja de ser una quimera. Ah¨ª est¨¢ la trampa, asumir el riesgo de quedarse con el acto legislativo sin que se apruebe la ley de redistribuci¨®n de competencias. Antes de ese dif¨ªcil equilibrio se requiere modificar la proporci¨®n que el proyecto le otorga a las regiones y que, seg¨²n Fedesarrollo, no puede pasar del 30%.
Los t¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda y del Departamento Nacional de Planeaci¨®n no apoyan el proyecto y tienden a coincidir con Fedesarrollo. Seg¨²n La Silla Vac¨ªa, el ministro Bonilla se ha convertido en el principal obst¨¢culo para el proyecto descentralista del ministro Cristo. Hacienda sostiene que implica unos costos fiscales recurrentes no contemplados en el Presupuesto General de la Naci¨®n e insostenibles con las proyecciones macroecon¨®micas. El proyecto puede generar un desbalance fiscal y poner en riesgo la provisi¨®n, calidad y continuidad de los servicios, la inversi¨®n social en el pa¨ªs y el uso eficiente de los recursos.
Planeaci¨®n considera inviable la propuesta; si bien es cierto que hay un mandato de descentralizaci¨®n y fortalecimiento de las autonom¨ªas, Colombia a¨²n no es sostenible en cuanto a generaci¨®n de ingresos para su funcionamiento.
Existe s¨ª una coincidencia en la necesidad de atender las pretensiones de crear un mecanismo de descentralizaci¨®n para fortalecer la autonom¨ªa de las entidades territoriales, en especial aquellas que se encuentran m¨¢s atrasadas, lo mismo que el dise?o de mecanismos m¨¢s robustos de evaluaci¨®n y control.
El ministro del Interior, promotor del proyecto que puede quebrar las finanzas p¨²blicas, un permanente ilusionista del acuerdo nacional, recibe una bofetada del m¨¢s arriba cada vez que logra achicar diferencias con el sector privado. El ministro Cristo supone que la manera de salir de este bollo de la reforma que predica el aumento de la autonom¨ªa de las regiones es el imposible acuerdo nacional. Se necesita que la opini¨®n p¨²blica le ponga el ojo cr¨ªtico a este bodrio.
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