Los grupos armados duplican el precio de la pasta base de coca y entorpecen la idea del Gobierno de comprar la hoja

Un d¨ªa despu¨¦s de que el presidente Gustavo Petro anunciara que su Gobierno comprar¨ªa la coca producida en 12.600 hect¨¢reas de la zona de El Plateado, en el departamento del Cauca, los precios de la pasta base amanecieron duplicados. ¡°Pasamos de que nos pagaran 1,6 millones de pesos (400 d¨®lares) por kilo de pasta base, a que nos ofrecieran 3,8 millones de pesos (856 d¨®lares)¡±, dice un l¨ªder cocalero de Argelia a este diario, refiri¨¦ndose a los grupos armados que fijan el precio de la tambi¨¦n llamada coca¨ªna cruda. ¡°Ese anuncio fue como gasolina para que ellos [los actores armados] empezaran a pagar m¨¢s para evitar la competencia¡±, se?ala por tel¨¦fono, desde uno de los enclaves cocaleros m¨¢s complejos de Colombia. Los arrumes de pasta base, desde hace dos a?os guardados en bodegas por los bajos precios, han comenzado a salir en camiones.

La declaraci¨®n de Petro sobre la compra de hoja de coca ya tiene un borrador de decreto listo que entreg¨® el Ministerio de Justicia que busca regularizar el cultivo, la posesi¨®n y el uso de semillas y plantas de coca y amapola con fines legales. Hoy, solo los pueblos ind¨ªgenas pueden cultivar y procesar la hoja, con la condici¨®n de distribuirla y venderla en sus territorios. El nuevo documento plantea que ser¨¢n entidades p¨²blicas las encargadas de que la coca no sea la gasolina de grupos armados ilegales, sino el insumo de productos agroindustriales, maquillaje, insumos m¨¦dicos o alimentos. Adem¨¢s, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo el 9 de noviembre que la idea tiene un respaldo econ¨®mico ¡ªno aclar¨® de cu¨¢nto es el presupuesto¡ª y que el Ministerio de Agricultura se encargar¨¢ de las compras. Aunque no hay certeza del precio que ofrecer¨¢ el Estado por la hoja, en los territorios cocaleros la expectativa crece. Las dudas de los expertos, tambi¨¦n.

De un lado, est¨¢n las preguntas pr¨¢cticas. Para Felipe Tasc¨®n, anterior director del Programa de Sustituci¨®n de Cultivos de Uso Il¨ªcito (PNIS), la propuesta tiene m¨¢s riesgos que beneficios. ¡°La idea que ten¨ªamos con el presidente, hasta mayo pasado, no era comprar la hoja de coca, era pagarle a los campesinos para que no cosecharan m¨¢s hoja de coca y dejaran crecer las matas, de manera que sirviera tambi¨¦n de reforestaci¨®n. Una mata de hoja de coca que no se pode, se convierte en un ¨¢rbol, y cuando crece es imposible rasparla para el cultivo il¨ªcito. Eso es lo que acordamos con el presidente, pero nunca se plante¨® lo que hoy est¨¢n defendiendo¡±, explica.

Tasc¨®n tambi¨¦n advierte que el Gobierno requiere tener listo el procesamiento de la hoja, para evitar que se da?e. ¡°Una mata no dura m¨¢s de una semana en buenas condiciones. Si no se procesa casi despu¨¦s de que se recoge, se pudre. ?Cu¨¢l es la infraestructura del Gobierno para que eso no pase?¡±, se pregunta. Con ¨¦l coincide la investigadora Mar¨ªa Clara Torres. ¡°No est¨¢ claro qu¨¦ piensa hacer el Gobierno con la coca¡±, dice. Inquieta, tambi¨¦n, la viabilidad econ¨®mica de la propuesta porque el Estado no puede comprar toda la hoja de las m¨¢s de 253.000 hect¨¢reas cultivadas en el pa¨ªs. ¡°?Cu¨¢nta coca puede realmente absorber del mercado ilegal?¡±, se pregunta.

No es la primera vez que un cuestionamiento as¨ª est¨¢ sobre la mesa. En Per¨², uno de los pa¨ªses donde el Estado tiene el monopolio de la compra de hoja de coca, se lo plante¨® Ricardo Sober¨®n, el exdirector de la Comisi¨®n Nacional para el Desarrollo de una Vida sin Drogas (Devida). ¡°No hay mercado para adquirir todas las siembras. En Per¨² hay arrumes de hoja de coca pudri¨¦ndose en bodegas en este momento, porque hay m¨¢s oferta que demanda, a pesar de que ac¨¢ la planta tiene un mercado m¨¢s amplio que en Colombia¡±, le dice a EL PA?S v¨ªa telef¨®nica. Asegura, adem¨¢s, que en dos ocasiones le ha hecho advertencias a este Gobierno sobre los riesgos del borrador de decreto que avanza. ¡°Eso puede generar m¨¢s expectativas que las que en realidad un Estado puede cumplir¡±.

El pasado 8 de noviembre el Ministerio de Ciencias lider¨® un conversatorio en Bogot¨¢ sobre tecnolog¨ªa e innovaci¨®n en los usos de la hoja. All¨ª, la ministra de Justicia, ?ngela Mar¨ªa Buitrago, deline¨® posibles usos: ¡°La idea es que haya grandes empresas autorizadas para el procesamiento de esta mata en bienestar de saborizantes, biocombustibles y comestibles, que permitir¨ªa tener una opci¨®n l¨ªcita para nuestras comunidades¡±. El Gobierno ha se?alado como modelo la Empresa Nacional de la Coca del Per¨², que vende el producto a Coca Cola. Mar¨ªa Clara Torres advierte que esa experiencia no ha sido del todo exitosa. ¡°Es el ¨²nico proveedor de la multinacional y eso representa apenas el 3 % de toda la coca que produce Per¨². Eso no es nada, teniendo un comprador asegurado y so?ado como ese¡±.

La hoja de coca actual no es apta para consumo

Una ingeniera agr¨®noma que trabaja en el Gobierno advierte que para convertir la hoja de coca destinada a usos ilegales a una para productos alimenticios o de salud, se debe cambiar la forma de cultivo porque, con las siembras que hay en el pa¨ªs, y llena de herbicidas y qu¨ªmicos. ¡°Aunque la propuesta es interesante, el 90% de los cultivos est¨¢n contaminados, porque as¨ª son eficientes para el mercado de la coca¨ªna. Esas tierras tienen unas afectaciones y da?os qu¨ªmicos que generan unas trazas agrot¨®xicas¡±, explica. Recuerda que el monocultivo de coca y los qu¨ªmicos que sirven para que tenga cuatro cosechas anuales, han producido tales da?os ambientales que es necesaria una ¡°transici¨®n hacia agriculturas org¨¢nicas¡± antes de cualquier cambio en su uso. Advierte que eso tardar¨ªa m¨ªnimo un a?o. ¡°Para hacer harina de coca, insumos alimenticios o medicamentos, el Gobierno solo podr¨ªa comprar los cultivos org¨¢nicos, sobre todo si tienen miras a la exportaci¨®n¡±.

Pese a las dudas y a lo que a¨²n no est¨¢ definido, la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca Amapola y Marihuana (Coccam) ya ha empezado a organizar a algunos campesinos para recibir las ofertas de compra. As¨ª lo explica Tasc¨®n: ¡°la gente est¨¢ preguntando cu¨¢ndo va a empezar. Unos est¨¢n alistando sus matas para poderlas ¡®raspar¡¯ cuando comience la compra y en otras zonas hay quienes buscan ampliar sus cultivos para entrar en el mercado legal¡±. Se parece a 2017, con la diferencia de que las intenciones de Petro siguen en el papel.