La ¨²ltima reuni¨®n del Banco de la Rep¨²blica desnuda todas las tensiones econ¨®micas para enfrentar 2025
La presi¨®n del Gobierno y una inflaci¨®n bajo control no han sido razones suficientes para que el Emisor acelere el recorte de su pol¨ªtica monetaria
La ¨²ltima reuni¨®n del a?o este viernes en la sede del Banco de la Rep¨²blica, en pleno centro de Bogot¨¢, revelar¨¢ mucho m¨¢s que una nueva decisi¨®n sobre cu¨¢nto recortar el precio del dinero en Colombia. Las predicciones dan por sentado que no ser¨¢n m¨¢s de 50 puntos b¨¢sicos, para dejar la tasa, quiz¨¢s, en 9,25%. Sobre esto no hay mayores expectativas. El encuentro supondr¨¢, sin embargo, un momento de tensi¨®n y ruptura a partes iguales. Primero, porque ser¨¢ una de las ¨²ltimas ocasiones en que converjan los actuales siete integrantes del organismo, antes de que el presidente Petro reemplace a dos de ellos por nombres allegados a su l¨ªnea. Constituir¨¢, por lo dem¨¢s, el estreno del nuevo ministro de Hacienda, Diego Guevara, en la cita. Llegar¨¢ antecedido por la emisi¨®n este jueves del decreto de presupuesto para 2025, objeto de cr¨ªticas por su monto. Y por ¨²ltimo, se esperan las declaraciones del gerente, Leonardo Villar. Un banquero central ortodoxo, cauto, cuyos reparos sobre la marcha de la econom¨ªa colombiana caen como baldado de agua fr¨ªa en los sectores partidarios de acelerar la f¨®rmula de pol¨ªtica monetaria escogida.
Dentro del clima de fin de curso, la pregunta que m¨¢s se repite es por qu¨¦ el aterrizaje de los tipos de inter¨¦s contin¨²a transitando por el carril moderado. Respaldados por la reducci¨®n de los precios al consumo, desde el Ejecutivo hasta sectores gremiales han reclamado m¨¢s velocidad a la hora de abaratar el costo de los cr¨¦ditos. Si la misi¨®n central fijada por el Banco fue enfriar la inflaci¨®n anual, disparada desde la pandemia hasta el 13,3%, hoy la meta del 3% est¨¢ relativamente cerca: de acuerdo con los resultados de noviembre, la tasa se halla en 5,21% y las casas de an¨¢lisis calculan que cerrar¨ªa el a?o en 5,15%.
Se trata de un proceso gradual. El relato en esta historia tiene dos actores, los tipos de inter¨¦s y la inflaci¨®n. Y la correlaci¨®n entre ambos tiene efectos adversos sobre el crecimiento. Con todo, los ¨²ltimos datos del Indicador Mensual de Seguimiento a la Econom¨ªa (ISE), un baremo alterno al PIB que sirve para medir el pulso a la actividad con menos precisi¨®n pero m¨¢s rapidez, fueron positivos (3,1% anual). La cifra podr¨ªa alumbrar el trabajo de los analistas que han acomodado sus perspectivas de crecimiento entre 1,8% y 2% en 2024. El cuadro macroecon¨®mico, en apariencia, se ha venido sanando con fortuna. Y, sin embargo, las decisiones del Banco de la Rep¨²blica, sustentadas siempre en la rueda de prensa posterior a cada reuni¨®n, suelen enfriar los ¨¢nimos de los m¨¢s optimistas.
Por eso, las discusiones entre los siete miembros de la junta del emisor, a pesar de que se subraye hasta la saciedad su tesitura t¨¦cnica, tienen mucho de pol¨ªtica en el fondo. Son dos forma de ver el mundo. Un mundo, adem¨¢s, donde la incertidumbre se ha instalado. Y las dudas tras la victoria de Donald Trump se ciernen en el horizonte. A veces, como oportunidades te¨®ricas. Otras, como amenaza para un pa¨ªs cuya econom¨ªa es altamente dependiente de los resortes del d¨®lar. ¡°En 2025 uno de los riesgos deriva del efecto, desde el punto de vista macroecon¨®mico, que tengan las pol¨ªticas proteccionistas en Estados Unidos¡±, argumenta el director de estudios econ¨®micos del Grupo Bol¨ªvar, Andr¨¦s Langebaeck.
La cerraz¨®n comercial anticipada por el presidente electo de los Estados Unidos desembocar¨ªa en un alza de la inflaci¨®n en la gran potencia mundial. Factores que, a su juicio, deber¨¢ sondear el Banco de la Rep¨²blica. C¨¦sar Pab¨®n, director de an¨¢lisis econ¨®mico en Corficolombiana, concuerda. Y es que si bien el motor va recobrando fuerza con moderaci¨®n en Colombia, cualquier viento en contra externo traer¨ªa contracciones: ¡°La junta ha sido muy enf¨¢tica en que estos movimientos no deber¨ªan afectar. Sin embargo, es dif¨ªcil descartarlo a corto plazo¡±.
El economista va m¨¢s all¨¢, y asegura que sus modelos estad¨ªsticos avizoran presiones inflacionarias para el segundo semestre de 2025: ¡°Vemos tres fen¨®menos. El primero es que los alimentos y regulados, que ven¨ªan en disminuci¨®n, ya no tendr¨¢n mucho m¨¢s espacio de ajuste¡±. Tambi¨¦n se?ala el choque, ya latente, de la depreciaci¨®n del peso frente al d¨®lar. ¡°Ya se ven los efectos en veh¨ªculos, prendas de vestir, televisores, etc¡±. Por ¨²ltimo menciona el precio de los arriendos: ¡°Es lo que m¨¢s ha limitado la desinflaci¨®n. Nosotros vemos que se mantendr¨¢n muy altos. Y en la medida que no cedan, ser¨¢ una constante dentro de la presi¨®n inflacionaria¡±.
Una conjunci¨®n de sombras que pesan a la hora de ganar tranquilidad. Los enormes l¨ªos fiscales tambi¨¦n han salido a relucir entre los factores que ha citado el gerente del emisor, Villar, para guardar prudencia: ¡°La incertidumbre de si este a?o se cumple o no la regla fiscal y las proyecciones de d¨¦ficit ha generado un clima de inquietud sobre la senda de la deuda. Buena parte de la discusi¨®n en 2025 va a pasar por c¨®mo se van a resolver las cuentas¡±, afirma el director de la Asociaci¨®n Nacional de Entidades Financieras (ANIF), Jos¨¦ Ignacio L¨®pez.
Para Felipe Campos, gerente de estrategia de inversi¨®n en Alianza Valores, el panorama es novedoso. En su opini¨®n, dentro del argumentario del Banco de la Rep¨²blica nunca se hab¨ªa hecho tanto ¨¦nfasis en la disciplina fiscal. ¡°Siempre lo promov¨ªa, pero no esgrim¨ªa que fuera un condicionante para bajar, o no, las tasas. Hace poco el codirector Jaime Jaramillo Vallejo mencion¨® que para ellos era algo nuevo incluir el tema fiscal en los modelos y su correlaci¨®n con un choque en la inflaci¨®n¡±. El an¨¢lisis de Campos es que el Emisor ha tratado de transmitir poco a poco la idea de que, sin orden en las cuentas, es muy complejo relajar la pol¨ªtica monetaria. De hecho, recuerda que tanto en Chile como en Brasil ha habido repuntes inflacionarios recientes como resultado, entre otras, de desbarajustes fiscales o una desescalada m¨¢s agresiva.
El d¨¦ficit fiscal de Colombia ronda el 4,3% del PIB, uno de los m¨¢s altos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Los responsables de Hacienda han reiterado en varias ocasiones su buena voluntad, y han recortado el presupuesto. Para Campos, se trata de un caso de credibilidad monetaria, y el emisor ha hecho lo correcto en mantenerse ante las tensiones pol¨ªticas. ¡°Si el Gobierno no plantea temas serios de cordura fiscal, el mercado y los inversionistas no le van a aguantar al Banco de la Rep¨²blica que llegue con nuevos miembros a bajar de 75 b¨¢sicos. Hay un riesgo enorme de que Colombia cometa los errores de Brasil: uno, que no haya acuerdo sobre el cumplimiento de la regla fiscal el pr¨®ximo a?o; y, dos, que el Banco baje tasas con fuerza por un cambio de miembros de la junta en 2025¡å.