M¨¢s all¨¢ de ¡°Trumpadas¡± y ¡°Petradas¡±
El presidente de Estados Unidos y el de Colombia incurren en lo que Max Weber llamaba el mayor pecado de los pol¨ªticos: ¡°La vanidad, la necesidad de aparecer siempre que sea posible en primer plano¡±
No se trata de un asunto personal, sino estatal. No es la lucha de David contra Goliat, aunque lo parezca. Tampoco de la soberbia de Trump contra la terquedad de Petro, como ¨¦l mismo la llama en uno de sus trinos. Es, ni m¨¢s ni menos, un asunto de dignidad humana y derechos humanos de millones de migrantes, sometidos a la puja entre dos Estados cuyos gobernantes parecen incapaces de comportarse como estadistas.
En su febril cruce de mensajes por X, la arena de combate propiedad de Elon Musk ¡ªuna iron¨ªa digna de Hollywood¡ª tanto Trump como Petro incurren en lo que Max Weber llamaba el mayor pecado de los pol¨ªticos: ¡°La vanidad, la necesidad de aparecer siempre que sea posible en primer plano¡±. Y para eso est¨¢ X, convertido en el teatro global de las m¨¢s pueriles y peligrosas vanidades. Vanidades que se convierten en letales cuando las utilizan sin mesura y responsabilidad aquellos que, como Trump y Petro, tienen el poder de disponer de la vida, la libertad, la prosperidad y dignidad de millones de personas. Como jefes de Estado, en efecto, representan la dignidad de sus pueblos, vale decir, de sus naciones. Pero, en este caso, convierten a sus ciudadanos y nacionales en masa de maniobra de sus respectivos proyectos pol¨ªticos y gubernamentales. Por eso, aunque suene ingenuo, me atrevo a recomendarles a los dos que lean la c¨¦lebre conferencia de Weber ¡°La Pol¨ªtica como vocaci¨®n¡±, pronunciada en M¨²nich en un fr¨ªo invierno de 1919, que conserva plena vigencia, como sucede con toda obra cl¨¢sica.
Consejos de Max Weber para ambos
El primer consejo de Weber, es que ¡°La pol¨ªtica se hace con la cabeza y no con otras partes del cuerpo o del alma¡±. Y est¨¢ muy claro que ambos utilizan muy poco su cabeza. En su lugar dan rienda suelta a sus proyectos y pasiones pol¨ªticas, sin consideraci¨®n a las consecuencias para sus respectivos pueblos y la humanidad. Lo m¨¢s grave es que esos proyectos, parad¨®jicamente, no solo son incompatibles y antag¨®nicos, sino que adem¨¢s carecen de finalidades objetivas, como las llama Weber. De una parte, sobresale la irresponsabilidad de Trump con su naci¨®n y el planeta al continuar ¡°perforando, perforando¡± para obtener m¨¢s petr¨®leo y desvincular a Estados Unidos del Acuerdo de Par¨ªs. Pero tambi¨¦n de Petro, al pretender una transici¨®n energ¨¦tica abrupta, descuidando los ingresos imprescindibles para sus pol¨ªticas sociales derivados de la exploraci¨®n, explotaci¨®n y exportaci¨®n del crudo.
La aut¨¦ntica vocaci¨®n pol¨ªtica
Por eso, Weber insiste que todo hombre con aut¨¦ntica vocaci¨®n pol¨ªtica, como se precisa en un estadista, debe conjugar tres cualidades: ¡°1- La Pasi¨®n; 2- La entrega a la Causa con Responsabilidad y 3- La Mesura¡±. De all¨ª que advierta: ¡°La pasi¨®n no convierte a nadie en pol¨ªtico, sino est¨¢ al servicio de una causa y no hace de su responsabilidad hacia esa causa el norte que oriente sus acciones¡±. Por eso recomienda la mesura como: ¡°La cualidad psicol¨®gica decisiva del pol¨ªtico. Capacidad para dejar que la realidad act¨²e sobre uno sin perder el recogimiento y la tranquilidad, es decir, para guardar la distancia con los hombres y las cosas. El no saber guardar distancias es uno de los pecados mortales de todo pol¨ªtico¡±. Pecado mortal en que incurren tanto Trump como Petro.
Pero adem¨¢s insiste en que la ¡°Pasi¨®n en el sentido de positividad, de entrega apasionada a una causa, al dios o al demonio que la gobierna¡± debe tener ¡°finalidades objetivas¡±. Y no hay duda que la causa de America First y Make America Great Again (MAGA), en el mundo actual, no es una finalidad objetiva. Por el contrario, se puede transformar en una calamidad nacional y arrastrar el mundo entero a un punto de no retorno. Igual acontece con Petro y su pol¨ªtica de ¡°Paz Total¡±, convertida ahora en una impredecible alianza con Venezuela para combatir al ELN y el narcotr¨¢fico en el Catatumbo. Es inevitable comparar a Petro con el tambi¨¦n muy bien intencionado expresidente Belisario Betancur que en su discurso de investidura proclam¨® que: ¡°No se derrame una gota m¨¢s de sangre colombiana¡± y fue incapaz de contener la sangr¨ªa del Palacio de Justicia y de la Uni¨®n Patri¨®tica. Todo parece indicar que Petro va por el mismo callej¨®n sin salida. Algo similar le sucede a Trump en su propia casa y el mundo entero se resiste estupefacto a su pretensi¨®n de ser el Sheriff del planeta para administrarlo con sus tecn¨®cratas, como si fuera una m¨¢s de sus empresas, desconociendo el Estado de derecho y el Derecho Internacional P¨²blico.
?El fin de la Rep¨²blica Norteamericana?
En lugar de MAGA, Trump parece ser el ¨²ltimo presidente de la Rep¨²blica Norteamericana, pues niega su historia de crisol donde se fundieron y mezclaron millones de inmigrantes europeos, como su abuelo alem¨¢n, que la hicieron grande, es verdad, diezmando a sus pobladores originarios y anex¨¢ndose por la fuerza y los d¨®lares gran parte de su actual territorio. Un pasado poco honroso y admirable.
Lo inveros¨ªmil es que ignore que en el presente ello es un delirio irrealizable, una m¨¢s de sus alucinaciones de te¨®crata imperial, supuestamente enviado por Dios para conducir a su ¡°pueblo elegido¡± y realizar la pesadilla de MAGA. Por eso incurre en contradicciones pol¨ªticas y aberraciones legales como indultar a 1.600] de sus fan¨¢ticos seguidores que violenta y criminalmente asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021 y se ensa?a contra inmigrantes latinos irregulares, tild¨¢ndolos de peligrosos criminales que ponen en riesgo la seguridad nacional. Incluso, desconoce la Decimocuarta Enmienda de la Constituci¨®n, seg¨²n la cual una persona es ciudadana estadounidense autom¨¢ticamente al nacer en los Estados Unidos. Por ello, un juez suspendi¨® la aplicaci¨®n de esa orden ejecutiva. Ahora proyecta convertir a Guant¨¢namo en una especie de campo de concentraci¨®n para recluir a los m¨¢s peligrosos criminales inmigrantes. Pero es incapaz de reconocer que son mucho m¨¢s peligrosos aquellos fan¨¢ticos norteamericanos que se dedican a disparar indiscriminadamente en universidades, escuelas y supermercados.
Paul Auster, en su libro Un pa¨ªs ba?ando en sangre, publicado en el 2023, se?ala: ¡°Mill¨®n y medio de norteamericanos han perdido la vida a balazos desde 1968: m¨¢s muertes que la suma total de todas las muertes sufridas en guerra por este pa¨ªs desde que se dispar¨® el primer tiro de la Revoluci¨®n Norteamericana¡± (p.170). Por eso, Trump en su discurso de investidura expres¨®: ¡°En Estados Unidos lo imposible es lo mejor que hacemos¡±. As¨ª acontece porque Trump es un hombre de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (ANR).
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