Rub¨¦n Dar¨ªo Jaramillo: el mediador detr¨¢s de los esfuerzos de paz en Buenaventura
Tras cinco a?os como obispo del Pac¨ªfico, desde 2022 lidera los esfuerzos para poner fin al conflicto entre bandas que desangra la regi¨®n. Ha sido facilitador de las treguas entre los violentos, y tambi¨¦n testigo de las fatales consecuencias de sus rupturas
A Rub¨¦n Dar¨ªo Jaramillo (Dosquebradas, 58 a?os), obispo de Buenaventura, es normal verlo caminando por las calles de esa ciudad, mientras visita una parroquia o lidera un ritual por la paz. Los bonaverenses, como se les dice a los all¨ª nacidos, lo reconocen con respeto y cari?o, y lo han bautizado como el ¡®gran hermano¡¯, al que se acercan tranquilamente para abrazarlo, besarle la mano o contarle al o¨ªdo una situaci¨®n dif¨ªcil de la familia.
Lleg¨® al puerto sobre el Pac¨ªfico el 15 de agosto de 2017, despu¨¦s de haber sido designado por el papa Francisco como titular de esa di¨®cesis. Desde entonces ha jugado un papel fundamental en los m¨²ltiples intentos que se han hecho para conseguir la paz entre Los Espartanos y Los Shottas, dos de los grupos que se disputan el control de la ciudad y que suman juntos m¨¢s de 1.700 j¨®venes.
Monse?or Jaramillo es reconocido por su empat¨ªa y su don de gentes, y por esa manera diferente de ejercer el obispado que lo ha convertido en un l¨ªder innato en Buenaventura. Gracias a ello, en pocos a?os ha logrado lo impensable: que los enemigos se sienten en una misma mesa a dialogar, que haya menos asesinatos de j¨®venes en las calles y que el ¡®Bello puerto del mar¡¯ haya salido de la lista de las 10 ciudades m¨¢s violentas del mundo.
Naci¨® y creci¨® en el seno de una familia trabajadora y solidaria en la que, desde muy joven, aprendi¨® que el dinero y el poder nunca est¨¢n por encima de la humanidad. La primera lecci¨®n se la dio su mam¨¢, quien pon¨ªa inyecciones a los enfermos de su barrio y que jam¨¢s dej¨® de hacerlo, aunque estos no tuvieran c¨®mo pagarle. Tambi¨¦n quedaron en su memoria las constantes jornadas de ayuda a los vecinos en dificultad, que en su casa no eran opcionales sino una obligaci¨®n para ¨¦l y sus hermanos.
Con esa claridad en su mente y en su coraz¨®n, ingres¨® al Seminario Mayor Mar¨ªa Inmaculada de Pereira, donde estudi¨® Teolog¨ªa y Filosof¨ªa entre 1985 y 1992. Ese ¨²ltimo a?o recibi¨® la ordenaci¨®n sacerdotal. Su trabajo como cl¨¦rigo lo llev¨® por varias parroquias y posiciones de liderazgo en instituciones como la Universidad Cat¨®lica Popular de Risaralda, el Seminario Mayor Mar¨ªa Inmaculada de Pereira y la Universidad Cat¨®lica de esa misma ciudad.
¡°Siempre estuve enfocado en pastoral social, trabajando con desplazados, habitantes de la calle y personas de la comunidad LGTBI a las que nadie acompa?aba, que eran maltratadas y asesinadas. Tambi¨¦n con pandilleros en Pereira, que con ayuda de empresarios pudieron emplearse y hasta pensionarse¡±, recuerda con orgullo.
En esas estaba en 2017, cuando recibi¨® la designaci¨®n como obispo de Buenaventura, en plena ¨¦poca de un estallido social que sumi¨® al puerto en una situaci¨®n de zozobra y violencia m¨¢s profunda. Aunque no busc¨® su nombramiento, lo acat¨® con obediencia y apegado a la filosof¨ªa del papa Francisco, a quien ¨Cdice monse?or¨C ¡°nunca le han gustado los obispos de escritorio ni de aeropuerto, sino los que huelen a chivo¡±.
Dedic¨® los dos primeros a?os de su obispado a recorrer el puerto barrio a barrio, r¨ªo a r¨ªo, casa a casa y problema a problema. Eran tiempos de muertes violentas, desapariciones, casas de pique y un miedo generalizado que hac¨ªa que la ciudad literalmente se cerrara a las seis de la tarde. ¡°Hicimos varias manifestaciones de rechazo y hasta una bendici¨®n sobre Buenaventura en 2021, cuando me sub¨ª a un helic¨®ptero y sobrevol¨¦ la ciudad regando agua bendita ¨Crecuerda¨C. Fue un acto simb¨®lico m¨¢s que cualquier otra cosa, pero importante para m¨ª¡±.
Con la llegada del presidente Gustavo Petro al poder, en agosto de 2022, y su idea de la paz total, los l¨ªderes de dos poderosas bandas delincuenciales se aproximaron a monse?or Jaramillo, a quien ya le reconoc¨ªan su trabajo, para pedir su acompa?amiento. ¡°Primero me contactaron Los Espartanos con la idea de comenzar un tema de paz, pero no sab¨ªan c¨®mo hacerlo. Empezamos a reunirnos dos veces a la semana, y a los 20 d¨ªas me contactaron los l¨ªderes de Los Shottas con una solicitud similar¡±, explica.
Fruto de su mediaci¨®n se lograron algunos acuerdos puntuales y una tregua inicial de casi ocho meses, que dieron algo de tranquilidad a la regi¨®n y, sobre todo, salvaron las vidas de muchos j¨®venes. ¡°He sido puente y acompa?ante en el proceso. Esa es la misi¨®n de la Iglesia en el mundo: ayudar para que los enemigos se encuentren y facilitar el di¨¢logo¡±, se?ala.
El 18 de julio de 2023 su trabajo en busca de la paz en Buenaventura dio un paso hacia adelante con la instalaci¨®n de la mesa de di¨¢logo sociojur¨ªdica entre el Gobierno y Los Espartanos y Los Shottas, que cuenta tambi¨¦n con la veedur¨ªa de la Misi¨®n de Verificaci¨®n de la ONU y la MAPP/OEA. El obispo tiene un asiento en esa mesa, no solo como representante de la Iglesia cat¨®lica, sino tambi¨¦n como delegado del Gobierno para verificar la voluntad de paz de las bandas.
Monse?or Jaramillo est¨¢ convencido de que el ¨²nico camino posible hacia la paz en Colombia es el di¨¢logo. ¡°?Qu¨¦ otra opci¨®n existe?¡±, se pregunta, aunque reconoce que, a la par, se requiere una acci¨®n efectiva del Estado y de los gobernantes para llevar progreso y oportunidades a quienes lo necesitan, ¡°sobre todo a los ni?os y a los j¨®venes¡±.
Sigue levant¨¢ndose a las 5:30 de la ma?ana todos los d¨ªas para tomar caf¨¦ con pan y pasar por la capilla de la di¨®cesis, antes de arrancar sus largas jornadas por casas, barrios, reuniones y ceremonias donde su presencia es reclamada. Si pudiera, le gustar¨ªa que a los ni?os de Buenaventura en el futuro les contaran que monse?or Ruben Dar¨ªo Jaramillo fue ¡°un artesano de la paz¡±, alguien que pas¨® por all¨ª para contribuir a la convivencia y el progreso de una regi¨®n que est¨¢ en su coraz¨®n.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundaci¨®n Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.
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