Los retos de M¨¦xico ante el inicio del comercio formal de los bonos de carbono
El sistema de compra de emisiones acaba en 2022 su fase de pruebas con falta de informaci¨®n por parte de las empresas potenciales compradoras y de los due?os de las tierras que podr¨ªan beneficiarse
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Al cierre de julio pasado, el 41% de la Rep¨²blica Mexicana padec¨ªa sequ¨ªa de moderada a excepcional. El d¨ªa 12 de ese mes, la Comisi¨®n Nacional del Agua declar¨® emergencia por sequ¨ªa en el pa¨ªs. Esa es una muestra visible de los efectos del calentamiento global que los expertos llevan d¨¦cadas vaticinando a causa de la imparable y creciente actividad industrial y la consecuente concentraci¨®n de gases de efecto invernadero.
La escasez de agua, combinadas con periodos de inundaciones como el que se ha visto recientemente en Nuevo Le¨®n, es apenas uno de los fen¨®menos meterol¨®gicos esperados, pero tambi¨¦n se prev¨¦ mayor frecuencia e intensidad de ciclones y huracanes, de incendios forestales y sus efectos negativos para la poblaci¨®n y la biodiversidad.
La reciente sequ¨ªa en el pa¨ªs lleva a revisar qu¨¦ hace M¨¦xico para mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico y los retos por delante. Una de las estrategias es el sistema de comercio de emisiones que implement¨® el Gobierno federal tras reformar la ley de Cambio Clim¨¢tico en 2018. Despu¨¦s de tres a?os de ejecuci¨®n, el sistema concluir¨¢ su periodo de prueba el pr¨®ximo 31 de diciembre, y empezar¨¢ a operar formalmente.
¡°Ahorita est¨¢ la fase de transici¨®n hacia la fase operativa. En el caso de M¨¦xico, la Semarnat [Secretar¨ªa de Medio Ambiente y Recursos Naturales] es la encargada de publicar las reglas para lo que viene en el sistema de comercio de emisiones¡±, dice Jessica Jim¨¦nez, directora de Sustentabilidad de KPMG.
Por lo pronto, solo han tenido que cumplir empresas responsables de emitir m¨¢s de 100.000 toneladas de di¨®xido de carbono a la atm¨®sfera al a?o, entre las que se encuentran las industrias de hidrocarburos y electricidad, automotriz, cemento, qu¨ªmica, alimentos y bebidas, y del vidrio.
¡°En M¨¦xico existen entre 60 y 70 empresas que est¨¢n obligadas a reducir emisiones y lo pueden hacer cambiando sus procesos, volvi¨¦ndose m¨¢s eficientes, o bien comprando los llamados bonos de carbono¡±, dice Eduardo Piquero, director general de M¨¦xico2, que desarrolla mercados ambientales y subsidiaria de la Bolsa Mexicana de Valores.
Adem¨¢s, existen unas 200 empresas, dice, que cumplen con la reducci¨®n de emisiones de manera voluntaria, ya sea porque se lo exige su matriz y clientes de otro pa¨ªs o bien sus inversionistas. A su vez, seg¨²n Piquero, hay alrededor de 170 proyectos para compensar emisiones, de las que se obtienen bonos de carbono. ¡°Si queremos ganarle al cambio clim¨¢tico, tenemos que tener cada vez m¨¢s empresas y m¨¢s proyectos que compensen emisiones, duplicar lo que actualmente tenemos¡±, asegura.
Un nuevo mercado
Para evitar una situaci¨®n extrema, la comunidad internacional y M¨¦xico, como parte de ella, se comprometieron desde 1997 a reducir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero como parte del Protocolo de Kioto. En 2015, dentro del Acuerdo de Par¨ªs, M¨¦xico estableci¨® reducir 22% de sus emisiones a la atm¨®sfera hacia el 2030.
Para lograr esos objetivos, el Gobierno mexicano public¨® en 2012 la Ley General de Cambio Clim¨¢tico y cre¨® el sistema de comercio de emisiones, que establece un l¨ªmite de 100,000 toneladas de di¨®xido de carbono emitido.
Los bonos de carbono son un instrumento financiero que se deriva de la reducci¨®n de di¨®xido de carbono lograda por alg¨²n proyecto ambiental, de conservaci¨®n o de reforestaci¨®n de bosques y selvas, y equivale a una tonelada de carbono absorbida de la atm¨®sfera. Antes de comprar bonos, una empresa debe maximizar los recortes en sus emisiones de gases de efecto invernadero.
¡°El primer objetivo es que una empresa haga su inventario, que cuantifique cu¨¢ntas emisiones est¨¢ generando y trate de reducirlas a trav¨¦s de iniciativas internas como, por ejemplo, la adquisici¨®n de energ¨ªa limpia y renovable, el cambio de tecnolog¨ªa, la actualizaci¨®n de equipos, previo a la transacci¨®n o compra de bonos¡±, dice Jim¨¦nez, la directora de Sustentabilidad de KPMG. Pero hay un punto en donde operativamente ya no es posible disminuir las emisiones y es en donde entra el comercio de emisiones.
Retos a la vista
Al ser nuevo y en fase de prueba, el mercado de carbono en M¨¦xico enfrenta diversos retos. Del lado de la demanda, hay empresas que no tienen claro que son sujetos obligados y que no cuentan con personal competente a nivel t¨¦cnico en el c¨¢lculo de emisiones. ¡°Es un tema que requiere un alto grado especializaci¨®n y puede ser que tengan personal internamente, que lo subcontraten o contrate a una consultor¨ªa que lo haga¡±, dice J¨¦ssica Jim¨¦nez, de KPMG, firma que se acredit¨® como organismo verificador de gases de efecto invernadero.
Si bien es una buena oportunidad para aquellos que tienen alg¨²n tipo de proyecto de eficiencia energ¨¦tica, por ejemplo forestal, tienen que cumplir est¨¢ndares internacionales para que el proyecto sea aceptado en el mercado de bonos de carbono.
En teor¨ªa, los proyectos deben ser verificados que efectivamente capturan carbono o disminuyen las emisiones del mismo. En un proyecto de reforestaci¨®n, por ejemplo, una agencia verificadora contabiliza el impacto y les indica a los due?os de la tierra a cuantos bonos equivalen.
Otro de los retos a superar es que los due?os de la tierra reciban un pago justo por los bonos de carbono que generan sus proyectos, se?ala Santiago Espinosa de los Monteros, CEO de Toroto, una startup que cuenta con proyectos ambientales y con un mapa todas las zonas naturales de M¨¦xico donde pueden aplicarse los bonos de carbono.
¡°Hay jugadores que intentan abusar de los due?os de la tierra respecto a lo que les tocar¨ªa llevarse por estas actividades¡±, dice Espinosa, que desde la empresa que dirige garantiza el retorno de hasta 70% a quienes son due?os del desarrollo. Pero el mayor reto es lograr las reducciones de emisiones esperadas en el tiempo previsto, para lo cual ser¨¢ necesario que m¨¢s empresas y proyectos se sumen a ese objetivo.