Yurni Lezama, el corredor pem¨®n que no se rinde ante el asfalto de Caracas
El atleta de la etnia taurep¨¢n del sur de Venezuela que ha ganado dos ultramaratones busca romper su marca en el Marat¨®n CAF este domingo. La primera vez que lo intent¨®, el asfalto y la contaminaci¨®n jugaron en su contra
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Yurni Lezama se para siempre con un pie adelante. Est¨¢ listo para correr. Es lo que ha hecho toda su vida en la sabana y los tepuyes del sur de Venezuela y lo que lo convierte en el protagonista del documental en proceso titulado Katunko, que en la lengua de Yurni significa justamente eso que tanto le gusta hacer: ¡°correr¡±. Este domingo, el pem¨®n de la etnia taurep¨¢n intentar¨¢ por segunda vez correr Marat¨®n CAF, organizado por CAF-banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina, que regresa a las calles de Caracas despu¨¦s de una pausa de seis a?os.
El ind¨ªgena de 28 a?os hizo un viaje de tres d¨ªas para llegar a Caracas desde la comunidad Paraitepuy, un caser¨ªo en la frontera de Venezuela y Brasil que es la antesala del Roraima, el que ha sido su gimnasio particular desde muy joven cuando comenz¨® a trabajar como ¡°porteador¡±, encargado de llevar en la espalda hasta 15 kilos de carga monta?a arriba con el equipaje y la comida de quienes van de expedici¨®n. ¡°El Roraima lo sub¨ªa tres veces al mes¡±, dice sin hacer alarde de su haza?a. Son unos 2.800 metros hasta llegar a la cima de El mundo perdido de Arthur Conan Doyle, una pared milenaria que es un misterio para los ge¨®logos, que se cubre en tres d¨ªas de ascenso y que para Yurni era su trabajo.

Al terminar una jornada, hace ya siete a?os, Yurni se cruz¨® con el cineasta Javier Melero, director y operador del dron con el que en los ¨²ltimos a?os, junto a su socio en Trapiche Films, el productor Gustavo Alem¨¢n Troconiz, ha rodado el cortometraje documental que cuenta c¨®mo se col¨® entre los m¨¢s de 5.000 corredores que se apuntaron al Marat¨®n CAF de 2017 y logr¨® completarlo en 3 horas y 20 minutos. La historia terminar¨¢ de grabarse este domingo, con apoyo del banco, cuando la ciudad estar¨¢ paralizada entre las 6 de la ma?ana al mediod¨ªa mientras un r¨ªo de maratonistas la corre a pulm¨®n y, entre ellos, Yurni busque una mejor marca.
¡°Un amigo que conoc¨ª en una expedici¨®n en 2016, la primera vez que sub¨ª al Roraima, ten¨ªa una gorra del Marat¨®n CAF. En un momento, cuando ya est¨¢bamos abajo, Yurni se me acerc¨® a preguntarme c¨®mo era esa carrera de la gorra, que si era muy costosa, que a ¨¦l le gustaba correr y ah¨ª entend¨ª que ten¨ªa una historia¡±. As¨ª recuerda Melero la casualidad con la que comenz¨® todo. ¡°Unos meses despu¨¦s me llamaron, me pidieron mi n¨²mero de zapato y de c¨¦dula y me qued¨¦ emocionado. As¨ª llegu¨¦ a Caracas la primera vez¡±, completa Yurni agarrado del castellano de Melero.

Yurni no es un principiante. Ha ganado dos ultramaratones en el Estado de Bol¨ªvar de 85 kil¨®metros, el doble de lo que correr¨¢ ma?ana. ¡°En la Gran Sabana es muy f¨¢cil correr¡±, dice. ¡°El aire est¨¢ limpio¡±. Recuerda que cuando sali¨® del corral de corredores ese 19 de marzo de 2017, a los 25 kil¨®metros de camino comenz¨® a sentir el cansancio y los calambres. ¡°Le di pela a mis pulmones¡±, dice y se r¨ªe. Para esta segunda vez, cree que est¨¢ m¨¢s preparado. El pedazo de v¨ªa con asfalto m¨¢s cercano a su casa queda a 26 kil¨®metros, a unas cuatro horas de caminata, la misma distancia que debe recorrer para llegar a un claro de se?al telef¨®nica para comunicarse con el mundo. Hasta ah¨ª ha ido a correr en las ¨²ltimas semanas, sin entrenador ni m¨¢quinas. ¡°Yo corro con el coraz¨®n¡±.
Despu¨¦s de la pandemia y con la profundizaci¨®n de la crisis econ¨®mica en Venezuela ¡ªque ha perdido dos tercios de su PIB en la ¨²ltima d¨¦cada¡ª el turismo del que viv¨ªa Yurni disminuy¨® y el joven atleta debi¨® dedicarse a la siembra de supervivencia. Las dificultades para cultivar sus condiciones atl¨¦ticas son en parte las que tambi¨¦n atravesaron los productores para grabar. Yurni est¨¢ lejos de todo y en Venezuela, un viaje al Roraima puede costar lo mismo que ir a Europa. Grabar en estos lugares inh¨®spitos implic¨® una log¨ªstica especial que tambi¨¦n tuvo que lidiar con la lluvia que es de las pocas certezas de esas expediciones. Llevaron unos siete cargadores de respaldo para las bater¨ªas de las c¨¢maras, armaron un equipo peque?o y multitarea. Con un golpe de suerte y la paciencia del documentalista pudieron rodar im¨¢genes ins¨®litas de estos parajes, que fueron presentadas esta semana en un cine de Caracas, con Yurni en la sala, como un adelanto a lo que ser¨¢ Katunko: el viaje de Yurni. ¡°El ¨²ltimo plano que grabamos en la cima del Roraima es un milagro¡±, recuerda Alem¨¢n Troconiz. ¡°Cuando llegamos al sector que se conoce como La Ventana, en lo m¨¢s alto, donde se ve de un lado el cerro Kuken¨¢n, estaba todo nublado¡±. Se hac¨ªa tarde y en pocas horas tendr¨ªan que bajar a las cuevas, conocidas como ¡°los hoteles¡±, donde se hospedan quienes suben al tepuy. ¡°De pronto las nubes se abrieron como un tel¨®n y tuvimos los cinco minutos de claridad que necesit¨¢bamos¡±.

El director construy¨® el guion junto con Yurni, quien habl¨® en su lengua durante la mayor parte de las grabaciones. ¡°Como venezolano, nunca hab¨ªa escuchado el taurep¨¢n y me parece una lengua muy bonita y sonora y quisimos mostrar esa otra riqueza¡±. M¨¢s all¨¢ de la exuberancia natural y urbana que se muestra en el viaje del documental, para Melero la historia esconde una met¨¢fora que tambi¨¦n tiene que ver con los contrastes de la vida despu¨¦s de la pandemia, que es extrapolable a la regi¨®n, y de la propia situaci¨®n de los venezolanos. ¡°No tenemos todas las de ganar, pero todav¨ªa hay quienes como Yurni que se atreven a so?ar en grande¡±. Este domingo Yurni le pondr¨¢ nuevas horas y minutos a ese sue?o.
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