J¨®venes sin formaci¨®n ni oportunidades, una cantera para el crimen creciente en Costa Rica
La escalada de violencia en el pa¨ªs centroamericano se nutre de ¡®mano de obra¡¯ juvenil que paga la factura de un ¡°apag¨®n¡± en el sistema educativo y de la exclusi¨®n laboral, con una tasa de desempleo superior al 30%
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En la madrugada del 2 de febrero, la polic¨ªa judicial de Costa Rica detuvo a siete sospechosos de narcotr¨¢fico y homicidios en Puntarenas, el municipio portuario del Pac¨ªfico donde los asesinatos subieron de 45 a 111 en los ¨²ltimos cinco a?os, como un reflejo del acelerado aumento de la violencia en el pa¨ªs, sobre todo en las costas. Les decomisaron cinco armas, 44.000 d¨®lares, cinco anillos de oro, 20 relojes lujosos, 90 dosis de marihuana y 10 celulares. Pero la lista de los detenidos daba otros datos m¨¢s relevantes: seis de ellos ten¨ªan menos de 27 a?os e incluso tres no alcanzaban la mayor¨ªa de edad. Eran sospechosos de ejecutar a otro joven de 21 a?os en una aparente pelea por el control de territorio en el negocio de la droga en una comunidad pobre de la provincia puntarenense, una batalla que se ha ido expandiendo en muchos otros barrios del pa¨ªs centroamericano en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El parte policial, sin embargo, no era extraordinario. D¨ªas atr¨¢s hubo otras capturas y unas semanas despu¨¦s detuvieron en chancletas y bermudas a otro adolescente de 16 a?os sospechoso de matar a un hombre de 20 a?os e intentar tambi¨¦n acabar con la vida de una mujer de 22. Muchos de los cr¨ªmenes que se registran en la actual ola de violencia que experimenta Costa Rica llevan el sello de j¨®venes que caen en las redes delictivas empujados por la pobreza y la falta de oportunidades educativas o laborales en el pa¨ªs que por d¨¦cadas tom¨® ventaja en Latinoam¨¦rica como una sociedad de bienestar y de calidad de su educaci¨®n. La poblaci¨®n entre 15 y 24 a?os sufre una tasa de desempleo que supera el 30% y el deterioro de aquel aplaudido sistema educativo, est¨¢ ahora agravado por el golpe de la pandemia. Esto explica que el 56% de esos j¨®venes no estuviera estudiando, seg¨²n cifras de 2021 analizadas por el centro de investigaci¨®n Estado de la Naci¨®n.
¡°El pa¨ªs est¨¢ diciendo a estas bandas criminales: ¡®Vean, aqu¨ª tienen un ej¨¦rcito de muchachos¡¯. Hay una gran oferta de recurso humano para el crimen organizado¡±, lamentaba la expresidenta Laura Chinchilla en una entrevista radiof¨®nica el 15 de marzo sobre la crisis de inseguridad que vive Costa Rica. Un d¨ªa antes en ese mismo programa, la ministra de Bienestar Social, Yorleny Le¨®n, hab¨ªa confirmado para este 2023 el recorte de 66.000 becas para estudiantes de educaci¨®n b¨¢sica (17% de beneficiarios de un programa llamado Avancemos), por limitaciones presupuestarias en un marco de medidas de austeridad que cubren a todo el Gobierno.
Cerca del 40% de la poblaci¨®n menor de 35 a?os no acab¨® la secundaria y un poco menos de la mitad ni siquiera pas¨® por ah¨ª. Eso explica en parte por qu¨¦ los j¨®venes costarricenses tienen una de las mayores tasas de desempleo del continente, que casi triplica la tasa general en Costa Rica, y una mayor incidencia de pobreza, de casi 27%, cuatro puntos arriba de la media nacional. El 38% de los hombres que buscan empleo y no encuentran tienen menos de 25 a?os.
Un an¨¢lisis del Colegio de Profesionales en Ciencias Econ¨®micas se?al¨® que en la ¨²ltima d¨¦cada, en promedio, el 21% de j¨®venes entre los 15 y 24 a?os ha estado simult¨¢neamente sin estudiar y sin trabajar y que, a pesar de que el porcentaje al cerrar 2022 baj¨® a 16%, casi duplica el promedio de los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE, de la cual Costa Rica es parte). ¡°As¨ª, las personas j¨®venes son m¨¢s propensas a delinquir y ser presa f¨¢cil de actividades il¨ªcitas, que se convierten en su sustento y en la ¡®oportunidad¡¯ de mejorar su vida¡±, advert¨ªa el Colegio en enero. La instituci¨®n, entre otras recomendaciones, suger¨ªa una reforma general al sistema educativo y reforzar el programa de becas cuyos severos recortes anunci¨® dos meses despu¨¦s la Ministra del ¨¢rea social.
Es lo que pas¨® a Jeisson M, un joven que dej¨® el primer grado de colegio en 2020, con la pandemia, aunque su mam¨¢ le rogaba que continuara para mantener al menos los 50 d¨®lares mensuales de la beca del Estado. Tampoco un profesor ni nadie del colegio lo busc¨® para que volviera. Ahora cuida carros en el centro de San Jos¨¦ y alguna vez ha colaborado con ¡°esa gente¡±, le dice sobre los comerciantes de droga en una conversaci¨®n reciente con Am¨¦rica Futura. ¡°Pero yo no le he hecho da?o a nadie, yo solo aviso cuando andan otros por aqu¨ª o cuando veo que viene la paca (Polic¨ªa). Un d¨ªa me dijeron que fuera a asustar a otros maes (hombres) y que ellos me prestaban la vara (el arma), pero todav¨ªa no me siento listo¡±, dice.
Jeisson es flaco y no parece medir m¨¢s de 1,50 metro de estatura, pero camina con arrojo, con los brazos abiertos, dejando ver una herida de m¨¢s de 10 cent¨ªmetros en el antebrazo. ¡°Tuve que pelearme porque me estaban quitando esta calle y me cortaron feo con cuchillo. Ah¨ª uno piensa que es mejor si acepto la ayuda de los compas que tienen armas¡±. Ha probado las drogas, pero dice que no las consume regularmente. Nunca conoci¨® padre, pero a¨²n vive con su madre, que tambi¨¦n cuida carros en otro municipio y que, dice ¨¦l, lo escucha siempre y lo apoya. Cuenta que entre ambos pueden comprar comida, pagar el alquiler y darle lo indispensable a su hermana, de 10 a?os, que sigue en la escuela, y al menor, de siete. Pero su sue?o, dice sonriendo, es comprarse un auto BMW negro como el que cuidaba en ese momento.
Lo que le espera a los hermanos de Jeisson tampoco es esperanzador. Ellos son parte de la ni?ez que vive en pobreza, un 41% del total de personas de entre 0 y 12 a?os al acabar el 2021, casi 18 puntos por encima del porcentaje para la poblaci¨®n en general. A ello se debe la preocupaci¨®n y el sentido de urgencia de los expertos, en un problema de fondo, como se?alaba la expresidenta Chinchilla, bajo cuyo mandato (2010-2014) pudo atenuar el deterioro de la inseguridad: ¡°Los problemas de seguridad solo reflejan deficiencias y deudas de una sociedad con su poblaci¨®n y que todo lo que dejamos de hacer termina expres¨¢ndose en conflictividad y violencia¡±.
El Gobierno busca endurecer las penas contra los menores
La mirada actual est¨¢ puesta sobre los j¨®venes para ofrecerles m¨¢s oportunidades en educaci¨®n y empleo. ¡°No resignarse a que ya quedaron atr¨¢s. Los riesgos de no atender estos desaf¨ªos son muy altos¡±, advert¨ªa en agosto Dagoberto Murillo, investigador del Programa Estado de la Naci¨®n que en los ¨²ltimos informes anuales ha se?alado el deterioro de las condiciones sociales y del riesgo de una regresi¨®n ¡°de proporciones hist¨®ricas¡± en el desarrollo humano.
El Gobierno de Rodrigo Chaves, que cumplir¨¢ un a?o en mayo aferrado a un discurso de cambio radical, promete atender los problemas educativos con una estrategia llamada ¡°Ruta de la educaci¨®n¡±, cuyos detalles no son p¨²blicos. En materia de seguridad, las autoridades exploran una serie de reformas legales para mejorar la detenci¨®n y el procesamiento de sospechosos de colaborar con el crimen organizado, incluida una medida que endurecer¨ªa la Ley Penal Juvenil, pues Chaves cuestiona los atenuantes para las personas menores de edad y se ha referido con desd¨¦n a la ¡°justicia restaurativa¡±. Los especialistas insisten en que eso poco soluciona porque a la c¨¢rcel llegan los ¡°peones¡± y en las calles habr¨¢ otros j¨®venes a los que echar¨¢n mano los jefes de las bandas criminales. El Gobierno tambi¨¦n tiene pendiente cumplir la promesa de anunciar una pol¨ªtica nacional de empleo y una de sus prioridades es bajar el costo de la vida para atenuar la pobreza.
La desigualdad, sin embargo, es mucho m¨¢s compleja y presenta particularidades. ¡°Hacia fines del siglo XX, Costa Rica perdi¨® el impulso que ven¨ªa mostrando para reducir la pobreza. Esto la convierte en un pa¨ªs at¨ªpico en una regi¨®n que en general sigui¨® experimentando una reducci¨®n de las tasas de pobreza y desigualdad¡±, advirtieron Jacobus de Hoop y Agustin Arakaki, especialistas del Banco Mundial, que sin embargo reconoc¨ªan como ventaja el funcionamiento del sistema de asistencia social de Costa Rica, ahora limitado por las capacidades financieras del Gobierno y sus pol¨ªticas de austeridad.
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