?Puede Naciones Unidas cambiar el rumbo de la cat¨¢strofe clim¨¢tica?
Es importante que la Asamblea General de la ONU, del 20 de septiembre en Nueva York, sea un espacio para priorizar el apoyo a los pa¨ªses en desarrollo
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Tambi¨¦n en un mes de septiembre pero de la d¨¦cada de los 70, el entonces presidente chileno, Salvador Allende, sentenci¨® que ¡°la historia juzgar¨ªa¡± a los detractores de la democracia de la naci¨®n. Unos 50 a?os despu¨¦s, estamos nuevamente viviendo un momento trascendental en la historia de la humanidad esta vez en relaci¨®n a nuestros modelos de desarrollo fundamentalmente casados con el crecimiento de la industria del petr¨®leo y de otros combustibles f¨®siles, y el cambio necesario hacia otros esquemas limpios, renovables, sustentables y justos. Dependiendo de c¨®mo y qu¨¦ tan r¨¢pido ocurra esta transici¨®n, la historia nos juzgar¨¢.
El sistema multilateral de las Naciones Unidas, que parece abstracto, a veces anacr¨®nico e inclusive juzgado como ineficiente, cuenta con varios logros de la historia moderna entre los que destacan d¨¦cadas consecutivas sin guerras mundiales y avances en la erradicaci¨®n de la pobreza, la alfabetizaci¨®n y un incremento significativo en el promedio de la expectativa de vida. Con estas credenciales, surge la pregunta, ?puede esta estructura de Naciones Unidas garantizar la transici¨®n de modelos de desarrollo y atender con la urgencia requerida el desaf¨ªo colectivo del cambio clim¨¢tico?
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres ¨Dun ferviente convencido de que esta transici¨®n es fundamental, urgente y posible- ha convocado una Cumbre de Ambici¨®n Clim¨¢tica este 20 de septiembre en Nueva York, y exige como boleto de entrada que los l¨ªderes y lideresas mundiales y actores no estatales se presenten con compromisos clim¨¢ticos decisivos y ambiciosos.
?De qu¨¦ tipo de compromisos estamos hablando? Objetivos concretos y alineados con los m¨¢s recientes estudios cient¨ªficos para la transici¨®n energ¨¦tica justa, la descarbonizaci¨®n y la resiliencia. Por ejemplo, sistemas de alerta temprana para todas las naciones a 2027; reducciones de emisiones del 50% a 2030 y la carbono neutralidad a 2050, as¨ª como la descarbonizaci¨®n en sectores de altas emisiones.
Am¨¦rica Latina, a pesar de que apenas representa el 6% de las emisiones globales de efecto invernadero (de este porcentaje, m¨¢s de la mitad est¨¢ concentrado en las tres econom¨ªas m¨¢s grandes de la regi¨®n que son Brasil, Argentina y M¨¦xico, miembros del G20 y contribuyentes del 65,62% del CO2 regional en 2021), tiene una oportunidad importante de usar el llamado del Secretario Guterres en esta Cumbre para desvelar su potencial de estar a la vanguardia en la transici¨®n energ¨¦tica, resiliente y justa.
La regi¨®n latinoamericana tiene el potencial para convertirse en l¨ªder mundial en energ¨ªa renovable si se cumple de manera ambiciosa la meta establecida en la iniciativa de Renovables en Latinoam¨¦rica y el Caribe (Relac), en la cual ya 16 pa¨ªses se han comprometido a alcanzar al menos el 70% de participaci¨®n de energ¨ªa renovable en la matriz el¨¦ctrica de la regi¨®n para 2030. Esto ser¨¢ posible haciendo uso del potencial de aumentar su capacidad de energ¨ªa solar y e¨®lica a escala de servicios p¨²blicos en m¨¢s de un 460% para ese mismo a?o, tan solo implementando los proyectos prospectivos de la regi¨®n, y aumentando la confianza del sector privado en las inversiones regionales, particularmente en Brasil, Chile y Colombia; pa¨ªses con mayor capacidad solar y e¨®lica a gran escala.
Por supuesto que la regi¨®n no puede hacer frente al cambio clim¨¢tico por s¨ª sola, y por eso es tan importante que esta Cumbre sea un espacio no solo para anuncios individuales de pa¨ªses y otros actores, sino para renovar el compromiso con la acci¨®n global, coordinada y que priorice el apoyo a los pa¨ªses en desarrollo para lograr la transici¨®n. Debe de haber un impulso del m¨¢s alto nivel para que todos los pa¨ªses y, en especial, los mayores emisores de gases de efecto invernadero, atiendan, boleto en mano, con compromisos concretos hacia el a?o 2030 sobre lo siguiente:
- Eliminaci¨®n progresiva de todos los combustibles f¨®siles (carb¨®n, petr¨®leo y gas): Disminuir el consumo y la producci¨®n global de combustibles f¨®siles en un 45% a 2030 buscando una reducci¨®n de emisiones de al menos 43% a 2030 frente a 2019.
- Despliegue justo y equitativo de energ¨ªa renovable: Lograr un despliegue justo y equitativo de la capacidad instalada total de energ¨ªas renovables a nivel global de 12 TW en 2030, particularmente e¨®lica y solar, as¨ª como alcanzar 21 TW para 2040 y 27 TW para 2050.
- Eliminar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles f¨®siles: Acordar que 2025 sea la fecha l¨ªmite para eliminar las subvenciones a los combustibles f¨®siles en pa¨ªses desarrollados y una d¨¦cada despu¨¦s para pa¨ªses en desarrollo, en cumplimiento del Pacto Clim¨¢tico de Glasgow y con el objetivo de reorientar parte del gasto en subsidios al consumo y la producci¨®n de combustibles f¨®siles hacia inversiones p¨²blicas que disminuyan las desigualdades socioecon¨®micas preexistentes y reduzcan las vulnerabilidades en medio de la transici¨®n; y hacia pol¨ªticas p¨²blicas clim¨¢ticas y de transici¨®n energ¨¦tica justa.
- Apoyo a esfuerzos regionales para alcanzar la cero deforestaci¨®n para 2030. En el caso de Am¨¦rica Latina, ser¨ªa fundamental evitar el punto de no retorno de la Amazon¨ªa -el cual marcar¨ªa una transici¨®n hacia un ecosistema similar a una sabana, m¨¢s seco y sin capacidad de regenerarse-, bajo un plan de emergencia apoyado y fortalecido por las alianzas entre Am¨¦rica Latina y los pa¨ªses desarrollados para la ampliaci¨®n de recursos.
No hay lugar a dudas de que la credibilidad de Naciones Unidas en este siglo tendr¨¢ una relaci¨®n directa con el ¨¦xito o el fracaso de la acci¨®n clim¨¢tica global, por lo que desde la sociedad civil debemos estar atentas a que esta Cumbre en efecto sirva para a acciones m¨¢s ambiciosas, de cara a las conferencias clim¨¢ticas de Dubai de fin de a?o (COP28) y que se d¨¦ espacio a regiones como Am¨¦rica Latina de demostrar que el progreso clim¨¢tico es factible y deseable, sabiendo que la historia juzgar¨¢ las acciones y decisiones tomadas.