Basura que no es basura: la econom¨ªa circular da una segunda vida a los residuos en Paraguay
Sociedad civil y empresas privadas se organizan para gestionar los desechos, ante la falta de eficacia de las instituciones p¨²blicas
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Se estima que generamos m¨¢s de 2.000 millones de toneladas de residuos s¨®lidos por a?o, pero s¨®lo el 55% se gestiona en instalaciones controladas. ¡°La humanidad trata a nuestro planeta como un basurero, estamos destrozando nuestro ¨²nico hogar¡±, declar¨® el secretario general de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, el pasado 30 de marzo en el primer D¨ªa Internacional de Cero Desechos, que alienta a personas, empresas y Gobiernos a prevenir y reducir al m¨ªnimo la basura, fomentando la econom¨ªa circular. La ONU resalta que esta afecta principalmente a la poblaci¨®n empobrecida y especialmente a los casi 4.000 millones de personas que no tienen acceso a instalaciones de eliminaci¨®n controlada de desechos.
En Paraguay no se recicla en origen. Menos del 1% de los hogares lo hace. Falta educaci¨®n ambiental y apenas hay contenedores diferenciados. Tampoco existen instalaciones oficiales para separar los residuos de manera organizada. La recogida no llega a todas las zonas o lo hace con poca frecuencia y la basura acaba quemada, enterrada, en descampados o en cauces de los muchos r¨ªos paraguayos. En el mejor de los casos, llega a un vertedero oficial, donde las manos de miles de personas que trabajan informalmente la diseccionan en busca de los preciados materiales reciclables que vender¨¢n para ganarse el pan. Son los llamados gancheros, el eslab¨®n m¨¢s bajo de la cadena del reciclaje paraguayo. Seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Mois¨¦s Bertoni, de las 111.000 personas que se dedican al sector de la recuperaci¨®n de residuos en Paraguay, 100.000 son recicladores de base y gancheros. Ambos consiguen los materiales reciclables y se los venden por poco dinero a empresas recuperadoras, intermediarios y centros de reciclaje.
Gancheros ,en la base de la cadena de reciclaje
Dominga C¨¦spedes tiene 64 a?os y es ganchera desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas en Cateura, el basurero de Asunci¨®n, el mayor de Paraguay. Cada ma?ana trepa por la monta?a de basura frente a su casa con las manos enguantadas para hurgar entre los desperdicios de otros. ¡°Me gusta mi trabajo, aunque es dur¨ªsimo porque hace mucho calor desde las 8 de la ma?ana. Trabajamos con sol, lluvia y barro¡±. Es lideresa de la Asociaci¨®n de Trabajadores del Vertedero Municipal (Asotravermu), una de las tres principales organizaciones de gancheros de la zona, junto a Cosigapar y Sigren. ¡°En total, somos m¨¢s de 500 personas asociadas, mujeres y hombres a partir de 18 a?os. Tenemos reglamento y estatuto, para no matarnos por un material. Si alguien tiene mal comportamiento se le suspende por unos d¨ªas¡±, explica. Cateura est¨¢ en el cintur¨®n de miseria que rodea Asunci¨®n, en el Ba?ado Sur, donde, como C¨¦spedes, viven miles de personas empobrecidas que subsisten con empleos irregulares y precarios. El basurero gan¨® fama internacional gracias a la reconocida orquesta cateura, de instrumentos fabricados a partir de deshechos en la que tocan los hijos de quienes viven a duras penas escudri?ando la basura. Se inaugur¨® en 1985, y ha alcanzado el m¨¢ximo de su capacidad. Desde 2020 funciona como Planta de Transferencia, un punto intermedio donde separar los residuos valiosos antes de llevar el resto al lugar definitivo para su desecho, en la municipalidad cercana Villa Hayes.
Cateura acumula desastres ambientales, como el incendio de septiembre de 2020, cuando una enorme nube de humo t¨®xico afect¨® a toda la ciudad. Desde finales de los noventa existen proyectos municipales para cerrar el vertedero y recuperar medioambientalmente la zona. Pero centenares de personas que subsisten gracias a estar rodeados de basura temen perder su fuente de ingresos. ¡°En el Ba?ado Sur vivimos de reciclar y espero que nunca se acabe¡±, dice C¨¦spedes, que pide m¨¢s apoyo institucional: ¡°Queremos que nuestro trabajo se dignifique y que el Gobierno nos ayude. Nos gustar¨ªa que pongan una planta recicladora y trabajar como cooperativa, recoger la basura que las personas separen desde casa¡±, afirma. Lo que m¨¢s preocupa a los gancheros ¨²ltimamente es el contrabando internacional de materiales reciclados que desploma los precios. ¡°Traen materiales reciclados de pa¨ªses como Argentina para vender m¨¢s barato a las empresas y eso nos afecta. En los ¨²ltimos a?os, he pasado de ganar cerca de 1 mill¨®n de guaran¨ªes -127 euros- a la semana, a ganar unos 400 guaran¨ªes -50 euros-¡±, reclama C¨¦spedes.
Protecci¨®n medioambiental
Cateura est¨¢ muy cerca del r¨ªo Paraguay, en una zona inundable. ¡°Se instal¨® all¨ª nada m¨¢s y nada menos que por recomendaci¨®n del Banco Mundial, pero es muy peligroso¡±, sostiene David Cardozo, licenciado en Ciencias Ambientales, profesor de paisajismo en la escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunci¨®n (UNA) y Director General de Gesti¨®n Ambiental de la Municipalidad de Asunci¨®n hasta 2020. ¡°Hay riesgo de fuga y es altamente inflamable, por el tipo de residuos y por los gases concentrados bajo el suelo. No debemos ocupar el territorio del agua, ni con asentamientos humanos y mucho menos con un relleno sanitario¡±. Reconoce que, aunque Paraguay cuenta con una robusta Ley de Gesti¨®n integral de los residuos s¨®lidos desde 2009, falta control y no se cumple.
Mucha basura acaba en cualquier lugar y sin el tratamiento adecuado. La mala disposici¨®n de los residuos est¨¢ asociada a varios problemas urbanos. Por ejemplo, en los arroyos llenos de basura, el agua estancada hospeda a mosquitos que transmiten enfermedades tropicales. Paraguay ha sufrido recientemente varias epidemias de dengue y la de chikungu?a de 2023 ha sido la mayor del pa¨ªs. Adem¨¢s, cuando llueve, el raudal arrastra la basura y tapa los desag¨¹es pluviales. ¡°Primero destruimos nuestros cauces h¨ªdricos naturales y pavimentamos toda la ciudad, y luego los taponamos con basura. Eso genera muchas inundaciones¡±, explica Cardozo, que sostiene que hay que pensar las ciudades teniendo en cuenta el medioambiente. Cita el concepto de biodiverciudades, promovido por CAF-Banco de Desarrollo de Am¨¦rica Latina . Ciudades que incorporan la biodiversidad local y regional en su planificaci¨®n para restaurar el equilibrio entre la gesti¨®n urbana y la naturaleza.
Aunque Cardozo es de los que piensa que lo mejor que podemos hacer para combatir el aumento de la basura mundial es reducir el consumo y preferir¨ªa confiar en instituciones p¨²blicas antes que en lo que cree que son posibles falsas soluciones, es consciente de la realidad paraguaya y celebra que recientemente hayan aparecido varias iniciativas de reciclaje y econom¨ªa circular. ¡°Basura que no es basura¡±, lo llama.
Econom¨ªa circular: el negocio del reciclaje
¡°En la mano equivocada, los materiales son basura, en las correctas son recursos¡±, afirma Mauricio Solalinde, ingeniero civil y gerente de Econom¨ªa Circular de la Fundaci¨®n Moises Bertoni, que se dedica al desarrollo sostenible hace 32 a?os. ¡°Ante la inacci¨®n y el vac¨ªo de la pol¨ªtica p¨²blica paraguaya, el sector privado se moviliza¡±, explica. En 2021, lanzaron la iniciativa Mi barrio sin residuos, que promueve el reciclaje en Asunci¨®n. ¡°En Paraguay existen otras iniciativas de econom¨ªa circular de los residuos como Latitud R o Soluciones Ecol¨®gicas, pero este es el mayor proyecto de recuperaci¨®n de residuos del pa¨ªs, por volumen de inversi¨®n, resultados y presencia¡±, sostiene. Seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Mois¨¦s Bertoni, en 2022 recuperaron m¨¢s de 4.000 toneladas de materiales, llegaron a 400 hogares, 100 empresas y 20 recicladores con los que se puede contactar a trav¨¦s de Whatsapp para solicitar un servicio de recolecci¨®n a domicilio. La meta de 2023 es llegar a m¨¢s de 500 hogares, 150 empresas, aumentar el n¨²mero de recicladores y recuperar 10.000 toneladas de materiales como pl¨¢stico, metal, papel y vidrio.
Lo primero que hicieron para entrar en el ecosistema del reciclaje es tener claro el panorama nacional. ¡°En Paraguay faltan datos y los que hay, est¨¢n obsoletos. El Ministerio de Ambiente hace un estudio cada 10 a?os en uno de los 263 municipios¡±, argumenta Solalinde. Dice que la institucionalidad de la Fundaci¨®n Mois¨¦s Bertoni les permiti¨® obtener datos directamente de las organizaciones privadas bajo un acuerdo de confidencialidad y, tras analizarlos, en 2022 empezaron a desarrollar pol¨ªtica p¨²blica como grupo impulsor de econom¨ªa circular en Paraguay. ¡°Sentamos a los ministerios de Industria, Comercio y Ambiente, y nosotros coordinamos un espacio multisectorial con instituciones p¨²blicas, sector privado productivo y sociedad civil. Trabajamos en cuatro ejes estrat¨¦gicos: producci¨®n sostenible, consumo responsable, reciclaje inclusivo y pol¨ªtica p¨²blica¡±, concluye.
Cuentan con el respaldo del Gobierno paraguayo, Naciones Unidas y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), pero la correcta gesti¨®n de la basura no es s¨®lo una cuesti¨®n social y medioambiental, tambi¨¦n genera mucho dinero. Empresas como Coca Cola, Nestl¨¦ o Tetra Pak est¨¢n detr¨¢s de la iniciativa Mi barrio sin residuos, que explica que funciona gracias a la econom¨ªa de mercado. A las grandes empresas les interesa invertir para recuperar la preciada materia prima que se esconde en las bolsas de basura.
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