Am¨¦rica Latina y el Caribe, l¨ªder en biodiversidad global desde las personas

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La biodiversidad describe la amplia variedad de seres vivos que habitamos la Tierra, resultado de miles de millones de a?os de evoluci¨®n. Comprende desde los ecosistemas naturales hasta las diferencias gen¨¦ticas dentro de cada especie, cuyas interacciones con el entorno fundamentan el sustento de la vida.

Pese a su importancia para el progreso humano y al creciente inter¨¦s internacional, desde la Cumbre de Rio en 1992, la biodiversidad no se ha contemplado como un bien global del medio ambiente, lo que ha llevado a su disminuci¨®n galopante. Solo en el caso de los vertebrados, la p¨¦rdida habr¨ªa alcanzado el 69% en los ¨²ltimos 50 a?os debido principalmente a la destrucci¨®n del h¨¢bitat por la agricultura o la deforestaci¨®n, todo ello acelerado por el cambio clim¨¢tico. Esta falta de atenci¨®n a la biodiversidad ha motivado que los compromisos asumidos por los pa¨ªses, el desarrollo tecnol¨®gico y la movilizaci¨®n de los recursos p¨²blicos y privados hayan sido muy inferiores a los destinados, por ejemplo, a la lucha contra el cambio clim¨¢tico.

?C¨®mo es posible que la humanidad no tome medidas urgentes para evitar la p¨¦rdida de biodiversidad? La respuesta a esta pregunta es doble: en primer lugar, por las dificultades que existen para calcular la trascendencia de la biodiversidad y entender su papel en nuestra supervivencia al aportarnos alimentos, agua, aire, regulaci¨®n clim¨¢tica, protecci¨®n, identidad y bienestar espiritual. A pesar de la abundante investigaci¨®n cient¨ªfica, no se reconoce el valor econ¨®mico de la biodiversidad, hecho que no permite identificar con claridad las necesidades de inversi¨®n ni, por tanto, movilizar los recursos financieros requeridos.

En segundo lugar, el relativo desinter¨¦s de las instituciones internacionales, principalmente las financieras, puede explicarse por el hecho de que la mayor parte de la biodiversidad est¨¢ en pa¨ªses en desarrollo y en territorios de comunidades ind¨ªgenas, cuya voz en los foros internacionales no ha ocupado hasta ahora el lugar que merece.

Las comunidades ind¨ªgenas salvaguardan el 80% de la biodiversidad del mundo y el 36% de los bosques intactos que quedan se encuentran en sus territorios. La regi¨®n tiene seis de los pa¨ªses m¨¢s megadiversos del mundo, 11 de los 14 biomas de la Tierra y el h¨¢bitat con mayor biodiversidad del mundo; la selva amaz¨®nica, que acoge el 40% de la biodiversidad global, con una alarmante p¨¦rdida superior al 90% desde 1970. Estos datos marcan la necesidad de un nuevo liderazgo para abordar el problema de p¨¦rdida de biodiversidad, uno que tome en cuenta a las personas y comunidades cuya supervivencia inmediata depende de ella y que atesoran el conocimiento necesario para protegerla y regenerarla.

Afortunadamente, en los ¨²ltimos a?os se est¨¢n produciendo hitos importantes que van en la direcci¨®n adecuada. En primer lugar, en diciembre de 2022, la COP15 aprob¨® el Marco Global de Biodiversidad que estableci¨® cuatro objetivos a 2050 vinculados a los ecosistemas, el uso sostenible de la biodiversidad, la distribuci¨®n equitativa de los recursos gen¨¦ticos y la financiaci¨®n. Adem¨¢s, identific¨® 23 metas para adoptar medidas urgentes antes de 2030, Destacando la restauraci¨®n del 30% de los ecosistemas degradados, la conservaci¨®n del 30% de las tierras, aguas continentales y marinas, reducir la reducci¨®n de las subvenciones perjudiciales para la diversidad biol¨®gica antes de 2025 y la movilizaci¨®n de al menos 200.000 millones de d¨®lares de los pa¨ªses desarrollados para 2030. Tambi¨¦n se aprob¨® un nuevo fondo que ya ha recibido contribuciones de varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a.

Otro hito fundamental fue la Cumbre Amaz¨®nica de 2023 en Brasil, en la que los ocho pa¨ªses de la cuenca amaz¨®nica adoptaron un acuerdo para combatir la miner¨ªa y la tala ilegales, y se defini¨® el papel clave de los bancos de desarrollo.

En 2024, Brasil y Colombia, los dos pa¨ªses m¨¢s megadiversos de Sudam¨¦rica, son protagonistas de la biodiversidad. El primero ostenta la presidencia del G20, en cuya agenda la bioeconom¨ªa ocupa un lugar destacado, preparando el camino para la COP 30 de cambio clim¨¢tico. Y Colombia albergar¨¢ en octubre la COP16 de Biodiversidad en Cali.

Desde CAF -banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina y el Caribe, estamos acompa?ando estos procesos, movilizando nuevos recursos financieros y dando relevancia econ¨®mica al enfoque ecosist¨¦mico que propone el manejo integrado de la tierra, el agua y los recursos vivientes, reconociendo que los seres humanos son parte esencial de los ecosistemas. Este enfoque contempla los ecosistemas como instancias clave para la integraci¨®n regional, reforzando la visi¨®n de Am¨¦rica Latina y el Caribe como una regi¨®n de soluciones.

Tambi¨¦n estamos apoyando al Gobierno de Colombia para asegurar el ¨¦xito de la COP16 de Cali, favoreciendo la presencia de las comunidades ind¨ªgenas, campesinas y afrodescendientes, que son las mejores posicionadas para dise?ar acciones que conduzcan a la regeneraci¨®n de los ecosistemas de forma coherente con el contexto social y ambiental.

Adem¨¢s, estamos promoviendo la presencia de cient¨ªficos y representantes de las instituciones financieras internacionales, con el objetivo de aportar una nueva visi¨®n con voz de Am¨¦rica Latina y el Caribe a los retos de la biodiversidad. CAF contar¨¢ en la COP16 con un pabell¨®n abierto a todos los pa¨ªses de la regi¨®n, que ser¨¢ un lugar de di¨¢logo y visibilidad, donde se presentar¨¢n iniciativas innovadoras en ecosistemas como los manglares, la Amazonia, el Caribe, el Choc¨® biogeogr¨¢fico, la Patagonia y las Gal¨¢pagos. Igualmente, dispondr¨¢ de espacios en la zona habilitada en Cali para el encuentro con la sociedad civil y los agentes sociales.