Moira Mill¨¢n, lideresa mapuche: ¡°El asesinato de las mujeres tambi¨¦n es una destrucci¨®n del territorio¡±
La activista y escritora presenta su ¨²ltimo libro ¡®Terricidio¡¯ y habla con Am¨¦rica Futura sobre el derecho de los pueblos ind¨ªgenas a defender su lugar en el mundo
Moira Mill¨¢n (El Mait¨¦n, Chubut, 54 a?os) es una weychafe mapuche y activista que lucha por la recuperaci¨®n de las tierras ind¨ªgenas ancestrales desde hace d¨¦cadas en Argentina. Tambi¨¦n es escritora y acaba de publicar su ¨²ltimo libro, titulado Terricidio: sabidur¨ªa ancestral para un mundo alternativo (Penguin). ¡°Trat¨¦ de escribirlo como quien toma mate conversando junto al fuego¡±, dice la autora. Mill¨¢n ha emprendido una larga gira que le ha llevado primero a M¨¦xico, luego a Espa?a y despu¨¦s a Tailandia, donde se celebra el Foro Internacional AWID, el mayor foro mundial que concentra a los movimientos feministas y de justicia de g¨¦nero en toda su diversidad. Pese a las amenazas de muerte en su contra, la activista contin¨²a construyendo su legado y es impulsora de la primera Pluriversidad Ind¨ªgena, construida sobre la filosof¨ªa del sur que incluye a todos los conocimientos de los mundos ind¨ªgenas, afro y cimarrones excluidos.
Durante su parada en M¨¦xico, conversa con Am¨¦rica Futura sobre el derecho de los pueblos ind¨ªgenas a defender su territorio, el desorden espiritual que provocan las guerras en todo el mundo y la necesidad que tiene la sociedad de volver a conectar con la naturaleza y la tierra. En palabras de Mill¨¢n, una waychafe es ¡°una guardiana de la vida y de todo lo que representa¡±, no solo del lugar donde vive, tambi¨¦n todos los seres que coexisten en ese territorio. ¡°Waychafe se nace. Ese esp¨ªritu se despierta en vos, te empieza a traer conocimiento y te otorga la sabidur¨ªa para poder guardar tu entorno¡±, agrega.
Pregunta. ?C¨®mo definir¨ªa el terricidio del que habla en su ¨²ltimo libro?
Respuesta. El terricidio es un concepto que fue amasado colectivamente con mujeres ind¨ªgenas de todos los territorios a partir de observar todas las agresiones que el sistema comete contra todas las vidas: ecocidio, femicidio, episteminicio, genocidio... Esta situaci¨®n de agresi¨®n continua requiere que nosotros le pongamos nombre al dolor. Que sepamos qu¨¦ es lo que est¨¢ sucediendo. La cultura dominante colonial tiende a fragmentar la vida. Por eso insistimos en decir que todas las vidas importan. Para el pueblo mapuche, importa el ecosistema tangible, pero tambi¨¦n todas las fuerzas que interact¨²an con nosotros. Cuando te alejas de eso, nos vemos afectados.
P. ?C¨®mo ha sido para usted llegar a Ciudad de M¨¦xico?
R. Me est¨¢ pasando algo que nunca sucede en mi cuerpo. [Mill¨¢n muestra una reacci¨®n al¨¦rgica que acaba de brotar en su piel] Llegar a una ciudad donde no hay posibilidad de hacer ceremonia y donde los pueblos ind¨ªgenas est¨¢n sometidos a una opresi¨®n colonial, hace muy dif¨ªcil encontrar un espacio de fortalecimiento espiritual y fortalecimiento de tu salud. El cuerpo reacciona frente a lo que le est¨¢ pasando al territorio.
P. ?C¨®mo definir¨ªa el momento en el que nos encontramos a nivel global?
R. Con el libro trato de mostrar la profundidad del da?o que provoca este sistema de muerte y las alternativas que van surgiendo frente a ello. Por ejemplo, desde la amorosidad, el respeto, la reciprocidad y la gratitud mutua. Tambi¨¦n trato de hablar de c¨®mo nos vinculamos con nuestros hermanos mayores, los animales. Siempre se habla de los incendios, de la guerra y la cantidad de p¨¦rdidas humanas, pero contabilizamos la cantidad de animales que se pierden y el sufrimiento que tambi¨¦n les producimos. Tambi¨¦n hablo del da?o a la ni?ez. Por ejemplo, lo que estamos viendo en Palestina con miles de ni?os asesinados, mutilados, sufriendo todo tipo de dolor y tortura lo vamos a pagar muy caro. Eso es energ¨ªa universal, un dolor que provoca des¨®rdenes espirituales. Todo el planeta es un ser vivo y resiente ese dolor. Los ni?os son una energ¨ªa fundamental que tenemos que cuidar. No son el futuro, son el presente.
P. Latinoam¨¦rica es una de las regiones m¨¢s violentas con las mujeres, ?c¨®mo dir¨ªa que afectan al planeta tantos feminicidios?
R. El asesinato de las mujeres tambi¨¦n es la destrucci¨®n del territorio. El cuerpo territorio de las mujeres est¨¢ siendo agredido por esta misoginia convertida en pol¨ªtica de Estado en muchos lugares. Esto genera una p¨¦rdida tremenda. Las mujeres no solamente somos dadoras de vida, sino formadoras de modos de vida. Pr¨¢cticamente tenemos la responsabilidad de educar al mundo. Y el patriarcado, instrumentalizando diferentes tipos de herramientas, ha penetrado en nuestras mentes con su colonialidad. Actualmente tenemos una batalla con ese patriarcado desigual. Yo no soy feminista, soy antipatriarcal y por supuesto me encuentro con las compa?eras feministas en esa lucha que nos une, que es la de tirar abajo el patriarcado.
P. Usted hace unos a?os denunci¨® junto a otras mujeres al fil¨®sofo Boaventura de Sousa Santos por acoso y abusos. Ahora ¨¦l ha presentado una demanda civil contra algunas de las v¨ªctimas, ?c¨®mo se siente?
R. Nuestro tiempo, nuestro cuerpo, nuestro dolor, no puede ser medido por la justicia patriarcal. Entonces la justicia no va a llegar nunca para nosotras. Y sin embargo ¨¦l, desde esa impunidad que lo abraza, puede demandar a todas y cada una de las mujeres por difamaci¨®n. Yo pido solidaridad porque este es el primer caso de una mujer ind¨ªgena que va a Europa a denunciar al colonizador violador en siglos. En m¨¢s de 500 a?os no se hizo, y me toca hacerlo a m¨ª. Al menos espero que no se vaya a este mundo galardonado y venerado. Que se sepa que cometi¨® delitos que no fueron juzgados, pero eso no significa que sea inocente. Significa que goza de la impunidad de ese sistema.
P. ?Y c¨®mo dir¨ªa usted que se puede alcanzar ese objetivo?
R. Las mujeres vamos a tener que seguir caminando en un largo sendero hasta que se entienda la importancia del rol que cumplimos. Necesitamos que el patriarcado caiga, pero va a caer en la medida que caiga la colonialidad. No va a ser de la noche a la ma?ana. Para m¨ª es muy importante lograr una transformaci¨®n en el sistema de representaci¨®n electoral, donde las organizaciones base podamos presentar f¨®rmulas y plantear proyectos de modelos distintos de pa¨ªs. Pero actualmente la democracia est¨¢ monopolizada por los partidos pol¨ªticos.
P. El mes pasado, Argentina fue el ¨²nico pa¨ªs que vot¨® en contra de una resoluci¨®n sobre derechos de los pueblos ind¨ªgenas en la ONU. ?Qu¨¦ opina de esto?
R. No me sorprende con este Gobierno. Creo que hace el rid¨ªculo porque est¨¢ completamente fuera de sinton¨ªa de lo que es el contexto global. El sistema nos quiere inocular tristeza, desgano, sentimiento de frustraci¨®n, resignaci¨®n, pero la verdad es que hemos logrado mucho. Creo que hemos avanzado tanto las mujeres, las diversidades, los pueblos ind¨ªgenas que este fascismo se quit¨® la careta hip¨®crita de la tolerancia y dijo: ¡°No podemos permitir que esto contin¨²e, porque esto nos puede llevar a una revoluci¨®n verdadera¡±.
P. ?C¨®mo definir¨ªa la situaci¨®n de los pueblos originarios en Argentina?
R. De absoluto genocidio. Por ejemplo, la Patagonia, toda la Puel Mapu ha sido entregada a Mekorot, una empresa israel¨ª que es la empresa estatal con capital privado que administra el agua en Palestina y son los que le est¨¢n negando el agua a los palestinos. Ahora ellos llegaron a la Patagonia firmando con este Gobierno y est¨¢n en todas las provincias. Los lugares donde hay reservorios importantes de agua, los estamos protegiendo y entonces est¨¢n militarizando todas nuestras comunidades. Actualmente hay m¨¢s de 60 causas judiciales contra activistas mapuches. Est¨¢n mat¨¢ndonos tanto en el norte como en el sur. Nos hemos convertido en los blancos de la punter¨ªa m¨¢s terrible y sanguinaria porque bajo nuestros pies hay intereses billonarios.
P. ?Argentina es un pa¨ªs racista?
R. Es un pa¨ªs tremendamente racista. Creo que la subjetividad de la argentinizaci¨®n debe ser construida sobre otros valores y no sobre la blanquitud. Muchos no saben que muchos de sus referentes tienen sangre ind¨ªgena. Per¨®n ten¨ªa una madre mapuche; Eva Duarte ten¨ªa sangre ranquela; Maradona ava Guarani y Carlos Monz¨®n era de ascendencia mocov¨ª. Argentina tiene m¨¢s de 40 pueblos ind¨ªgenas que se distribuyen en todo el territorio del pa¨ªs. Qu¨¦ iron¨ªa que odien tanto a los ind¨ªgenas cuando sus principales referencias se han construido con sangre ind¨ªgena.
P. Para terminar, ?a qu¨¦ nos conmina su libro?
R. A revincularnos con la energ¨ªa vital que es la tierra viva. Est¨¢ mir¨¢ndonos y nos abraza. A pesar de las crueldades que le hacemos, nos ama y es nuestra principal aliada. Lo vemos en cada lucha. Hay muchos relatos de c¨®mo el viento, la lluvia, o los animales conspiraron para que algo saliera bien en favor de la vida. Entonces, no me cabe duda de que es posible revincularnos y resanar. Volver a escribir la historia de la vida desde un lugar distinto.