Comienza el juicio de Boaventura de Sousa contra cuatro mujeres que le denunciaron por acoso
El soci¨®logo portugu¨¦s present¨® una demanda civil en defensa de su honor mientras que el colectivo de v¨ªctimas considera que intenta silenciarlas
Las denuncias de varias mujeres contra el soci¨®logo portugu¨¦s Boaventura de Sousa Santos no han llegado a los tribunales, aunque la Fiscal¨ªa tiene abierta una investigaci¨®n sobre varias acusaciones de acoso laboral, sexual y moral ocurridas en el Centro de Estudios Sociales (CES), fundado por el acad¨¦mico. Pero lo primero que se dirimir¨¢ en un juzgado no son las graves denuncias dirigidas al ensayista, sino la demanda civil presentada por Boaventura de Sousa contra cuatro de las 13 mujeres, a las que acusa de atacar su imagen, buen nombre y honor y a las que exige una retractaci¨®n p¨²blica. El juicio comienza esta viernes en el Tribunal Civil de Coimbra y se prev¨¦ una resoluci¨®n en un plazo m¨¢ximo de dos meses.
Las mujeres denunciadas, que han recibido la solidaridad de varias asociaciones, consideran que la demanda civil es una tentativa de silenciarlas y frenar sus acusaciones p¨²blicas. Las cuatro demandadas por Boaventura de Sousa Santos salieron del anonimato hace unos meses, aunque no fueron las ¨²nicas en hacerlo. Trece de las integrantes del colectivo de v¨ªctimas decidieron divulgar sus identidades en una carta p¨²blica donde aseguraban que hab¨ªan sufrido acoso moral, sexual, abuso de poder y extractivismo intelectual en el CES a lo largo de dos d¨¦cadas. Este colectivo entreg¨® en septiembre de 2023 un informe de 213 p¨¢ginas a la comisi¨®n independiente que investigaba lo ocurrido en la instituci¨®n donde se aportaban ¡°elementos probatorios, que inclu¨ªan correos electr¨®nicos, transcripciones de conversaciones registradas durante los periodos de violencias, contratos, art¨ªculos, manuscritos de libro y tambi¨¦n la referencia de 18 personas dispuestas a corroborar los hechos con sus testimonios¡±.
Esta carta se public¨® despu¨¦s de que la comisi¨®n independiente creada por el CES para investigar las denuncias publicase un informe que hac¨ªa un retrato demoledor sobre el ambiente de trabajo en la instituci¨®n, donde apreci¨® ¡°patrones de conducta de abuso de poder y acoso por parte de algunas personas que ejerc¨ªan posiciones superiores en la jerarqu¨ªa del CES¡±. Una quincena de v¨ªctimas declararon ante los investigadores acad¨¦micos, que elevaron a 14 la cifra de miembros del CES denunciados por abusos, negligencias o encubrimientos. Las situaciones m¨¢s relatadas fueron de acoso moral (28%), acoso o abuso sexual (27%) y abuso de poder (27%).
Sin embargo, la comisi¨®n opt¨® por no identificar a los autores del acoso y remiti¨® a la Fiscal¨ªa el informe, donde se concluye que el centro fue dirigido durante a?os por un c¨ªrculo reducido de poder, que tomaba todas las decisiones, apartaba o promocionaba profesionales por criterios arbitrarios y se saltaba de forma permanente las barreras entre vida profesional y privada. Entre las situaciones de acoso sexual se citan ¡°besos h¨²medos y demorados¡± o ¡°propuestas de relaciones ¨ªntimas¡± a cambio de beneficios acad¨¦micos, pero tambi¨¦n situaciones de abusos sexuales, que incluyeron relaciones sexuales con personas en posici¨®n de inferioridad profesional cuando se encontraban ¡°bajo el efecto de sustancias y sin condiciones plenas para dar su consentimiento¡±. Adem¨¢s, se describ¨ªa un ambiente laboral t¨®xico donde se recurr¨ªa a la ¡°humillaci¨®n y descalificaci¨®n sistem¨¢tica y agresiva¡± por parte de algunos profesores, as¨ª como pr¨¢cticas de extractivismo profesional.
El asunto que destap¨® el esc¨¢ndalo en el CES de Coimbra fue la publicaci¨®n del libro Sexual Misconduct in Academia: Informing an Ethics of Care in the University (Mala conducta sexual en la academia: sobre una ¨¦tica del cuidado en la universidad), editado por Routledge, donde tres antiguas investigadoras del Centro de Estudios Sociales, Lieselotte Viaene, Catarina Laranjeiro y Miye Nadya, denunciaban un ambiente de abuso de poder y acoso sexual en una instituci¨®n que no citaban, pero que fue identificada como el CES. De igual modo, se concluy¨® que las dos personas a las que alud¨ªan en el texto eran el fundador del centro y soci¨®logo de renombre internacional, Boaventura de Sousa Santos, y el profesor Bruno Sena Martins. El libro ser¨ªa retirado m¨¢s tarde por la editora, pero tambi¨¦n propici¨® la aparici¨®n de nuevos testimonios de mujeres que se declararon v¨ªctimas del soci¨®logo, como la activista mapuche Moira Mill¨¢n y la diputada brasile?a Bella Gon?alves.
En junio de 2023, el soci¨®logo admiti¨® haber protagonizado actitudes sexistas en el pasado, pero neg¨® haber cometido ninguno de los hechos graves que le atribuyeron algunas mujeres. ¡°Pertenezco a una generaci¨®n en la que el comportamiento inapropiado, si no sexista, ya sea a trav¨¦s de la convivencia o del lenguaje, era aceptado por la sociedad¡±, se?alaba en un comunicado. ¡°Reconozco que en ciertos momentos pude haber sido protagonista de algunos de estos comportamientos. En ese sentido, lamento que algunas personas hayan sufrido o sentido malestar¡±, a?ad¨ªa.
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