Vladimiro Montesinos, exasesor del presidente Alberto Fujimori, acepta su culpa en una masacre

Durante la madrugada del 29 de enero de 1992, en Pativilca, localidad de la provincia de Barranca, a m¨¢s de 170 kil¨®metros al norte de Lima, varios grupos de encapuchados irrumpieron en las casas de John Calder¨®n R¨ªos, de 18 a?os, Toribio Ortiz Aponte, de 25, Felandro Castillo Manrique, de 38, Pedro Ag¨¹ero Rivera (35), Ernesto Arias Vel¨¢squez (17) y C¨¦sar Rodr¨ªguez Esquivel. Los secuestraron, los torturaron, los asesinaron a balazos y arrojaron sus cuerpos en ca?averales. En los alrededores dejaron una pinta aterradora: ¡°muerte a los soplones¡±.

Un empresario chino, que codiciaba un terreno en los anexos Caraque?o y San Jos¨¦, acus¨® a las personas que ocupaban estas zonas de integrar el grupo terrorista Sendero Luminoso, y pidi¨® la ¡°ayuda¡± del entonces jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicol¨¢s Hermoza R¨ªos. Esa ayuda consisti¨® en darles una pateadura, quemarlos con un soplete y despu¨¦s ultimarlos con tiros en la cabeza. Seg¨²n el expediente judicial, el macabro operativo estuvo bajo la direcci¨®n de Santiago Mart¨ªn Rivas, quien ten¨ªa a su cargo el grupo paramilitar Colina y depend¨ªa de las ¨®rdenes de Vladimiro Montesinos, el asesor presidencial de Alberto Fujimori.

Este lunes, 22 a?os despu¨¦s, durante el juicio oral del caso Pativilca, en una sesi¨®n virtual, Montesinos se acogi¨® a la figura legal de la conclusi¨®n anticipada y, con ello, acept¨® su responsabilidad de los delitos que se le imputan: desaparici¨®n forzada y homicidio. ¡°S¨ª, acepto, se?ora presidenta¡±, dijo escuetamente. Mientras esto ocurr¨ªa, Fujimori, de camisa celeste, revisaba su celular. El exmandatario, procesado por el mismo caso, inform¨® al tribunal de que no se acoger¨¢ a la conclusi¨®n anticipada y, por tanto, el juicio en su contra continuar¨¢.

El patriarca del clan Fujimori sali¨® de prisi¨®n a inicios de diciembre por un fallo del Tribunal Constitucional que contraviene una decisi¨®n de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Si bien no ha brindado entrevistas y ha mantenido un perfil bajo, sus seguidores del partido Fuerza Popular, encabezado por su hija Keiko, han insistido en que su liberaci¨®n es ¡°un acto de humanidad y justicia¡±. En ese sentido, que su mano derecha, Montesinos, haya aceptado su culpabilidad en una masacre no lo deja bien parado en su intento por reinventar su imagen y maquillar su legado. ¡°B¨¢sicamente, el ¡®asesor¡¯ est¨¢ terminando de hundir jur¨ªdica e hist¨®ricamente al presidente¡±, resume el polit¨®logo Jos¨¦ Alejandro Godoy.

Fue un integrante del grupo Colina quien con su testimonio incrimin¨® a Nicol¨¢s Hermoza R¨ªos, Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori. Se trata del t¨¦cnico de Segunda, Jorge Ortiz Mantas. ¡°En el Ej¨¦rcito nada se hace sin una orden superior¡±, se?al¨® en una audiencia en 2008. La abogada Gloria Cano, de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos (Aprodeh), que durante d¨¦cadas ha asumido la defensa de las v¨ªctimas de Pativilca, entre otras matanzas cuya responsabilidad ha reca¨ªdo en el gobierno peruano de los a?os noventa, vincula la confesi¨®n de Montesinos con la culpabilidad de Fujimori. ¡°Si est¨¢ aceptando los t¨¦rminos de la acusaci¨®n, entonces est¨¢ aceptando la participaci¨®n en la elaboraci¨®n de la estrategia. Eso quiere decir que lo dirigi¨® en conjunto con Fujimori, que se cre¨® el destacamento Colina, todos los t¨¦rminos de la acusaci¨®n¡±, le dijo al portal Infobae.

Para los analistas, la aceptaci¨®n de Montesinos no es un acto de arrepentimiento necesariamente, sino una estrategia para no sumar m¨¢s a?os en prisi¨®n. Su defensa ha solicitado que por acogerse a la conclusi¨®n anticipada, su condena sea compurgada, es decir que sea pagada con los 22 a?os y medio que ya lleva en prisi¨®n. La petici¨®n del fiscal es de 25 a?os de c¨¢rcel. Este mi¨¦rcoles por la ma?ana se dictar¨¢ sentencia.

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