El Gobierno de Bolivia captura y entrega a Brasil a una ¡°ballena del narcotr¨¢fico¡±

¡°No capturamos a un pez gordo, sino a una ballena del narcotr¨¢fico¡±. As¨ª ilustr¨® el ministro de Gobierno (Interior) boliviano, Eduardo del Castillo, la entrega a Brasil de Lourival da Fonseca, un narco brasile?o detenido en Bolivia el 15 de febrero. Al d¨ªa siguiente, Fonseca fue llevado en helic¨®ptero desde la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra hasta Puerto Quijarro, en la frontera con Mato Grosso del Sur, el Estado que el criminal supuestamente inund¨® con coca¨ªna boliviana por m¨¢s de diez a?os.

Seg¨²n las investigaciones de la prensa de su pa¨ªs, se considera a Fonseca el ¡°tercer due?o¡± del mercado de narc¨®ticos del Brasil, enfocado en las regiones de este pa¨ªs que colindan con Bolivia. Lo que justifica la alegr¨ªa del ministro Del Castillo al comunicar de su expulsi¨®n de Bolivia. ¡°Es uno de los narcotraficantes m¨¢s grandes que ha existido en nuestro pa¨ªs¡±, se?al¨® a la prensa.

Lourival Maximo da Fonseca, alias Ti?o, y tambi¨¦n Loro, de 56 a?os, fue detenido en la hacienda Santa Filomena, cercana a San Ignacio de Velasco, 476 kil¨®metros al este de Santa Cruz de la Sierra. Hac¨ªa d¨ªas que la polic¨ªa estaba realizando operativos en esta zona. Un brasile?o hab¨ªa sido acribillado el domingo de carnaval con m¨¢s de 15 disparos y abandonado en su domicilio en la ciudad y dos d¨ªas despu¨¦s, mientras Bolivia celebraba la ¡°ch¡¯alla¡± o inmolaci¨®n en honor a la Pachamana, diosa de la Tierra, un boliviano con antecedentes de narcotr¨¢fico hab¨ªa perdido la vida baleado en una fiesta.

Estos cr¨ªmenes resultan relativamente inusuales en esta ¨¢rea del pa¨ªs, que se dedica a la agroindustria, la explotaci¨®n forestal y el turismo. Las autoridades los atribuyeron a la lucha entre dos carteles brasile?os, el PCC y el Comando Vermelho, por el control de las rutas de exportaci¨®n de droga boliviana hacia Brasil. Fuentes policiales consultadas por ese diario no quisieron confirmar si existe un v¨ªnculo entre los asesinatos en San Ignacio y Fonseca.

De acuerdo a estas fuentes, luego de un largo periodo de traficar con Brasil, Fonseca comenz¨® a usar la ruta opuesta, la que comunica con Chile. Se lo cree el capo detr¨¢s de los env¨ªos masivos de coca¨ªna camuflada en cargas de madera que sal¨ªan de la boscosa Chiquitania boliviana, donde se halla San Ignacio de Velasco, hacia los puertos chilenos del Pac¨ªfico, por donde pasa la mayor parte del comercio boliviano con el mundo.

Fonseca ya ten¨ªa dos mandamientos de apremio brasile?os. La polic¨ªa boliviana activ¨® su b¨²squeda tras el decomiso, a fines de diciembre del a?o pasado, de un alijo de 8,7 toneladas de coca¨ªna l¨ªquida impregnada en un cargamento de madera que iba a Pa¨ªses Bajos. Por la cantidad de droga incautada, esta fue la operaci¨®n m¨¢s importante de la historia de la lucha contra el narcotr¨¢fico en Bolivia. Ha culminado con el arresto y la expulsi¨®n del supuesto autor intelectual.

El criminal usaba en Bolivia el nombre de Ivo Anderson Dos Santos, se escond¨ªa tras una cobertura discreta y practicaba un estilo de vida muy distinto al del narco uruguayo Sebasti¨¢n Marset, quien el a?o pasado puso a las autoridades nacionales en una situaci¨®n inc¨®moda con su cinematogr¨¢fica fuga del pa¨ªs. Marset contin¨²a pr¨®fugo, se supone que oculto en Paraguay. Se le decomis¨® propiedades por un valor superior a los diez millones de d¨®lares. Fonseca, en cambio, solo pose¨ªa formalmente una casa de cambios y una estaci¨®n de servicios. Cuando fue detenido, estaba con otros tres ciudadanos brasile?os. La polic¨ªa est¨¢ buscando a su esposa y sus dos hijos.

Este golpe contra el crimen ser¨¢ explotado por el Gobierno en su pol¨¦mica con el expresidente Evo Morales, antiguo mentor reconvertido en el principal opositor del presidente Luis Arce. Morales ha acusado al oficialismo de ¡°colaborar con el narcotr¨¢fico¡±. Frente a ello, Del Castillo ha mostrado datos de lo logrado por su gesti¨®n de la lucha contra las drogas y ha denunciado la existencia de lazos entre algunos cocaleros, los campesino incondicionales de Morales, y el narco.

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