Carlos Carrillo, nuevo director de la UNGRD: ¡°El esc¨¢ndalo de Olmedo L¨®pez es responsabilidad del Gobierno¡±
El exconcejal de Bogot¨¢ cumple 10 d¨ªas en el cargo y ha denunciado irregularidades cometidas por su antecesor. Advierte que no ha podido tomar el control de la instituci¨®n
Ning¨²n entrenador de f¨²tbol desea dirigir un equipo que pasa por una mala racha y est¨¢ enemistado con su afici¨®n. Sin embargo, as¨ª lleg¨® Carlos Carrillo a la direcci¨®n de la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres (UNGRD). Su antecesor, Olmedo L¨®pez, sali¨® del cargo con una denuncia penal presentada por el propio Gobierno al que pertenec¨ªa, despu¨¦s de que la prensa revelara irregularidades en la celebraci¨®n de un contrato por 46.800 millones de pesos (12 millones de d¨®lares) para adquirir 40 carrotanques que suministrar¨ªan agua en el departamento de La Guajira, el m¨¢s pobre del pa¨ªs. Carrillo fue elegido por el presidente Gustavo Petro para enderezar el rumbo de la instituci¨®n, una misi¨®n que el exconcejal de Bogot¨¢ por el izquierdista Polo Democr¨¢tico ha se?alado como dif¨ªcil. Cada d¨ªa se conocen nuevas anomal¨ªas, algunas expuestas por ¨¦l mismo.
El 11 de marzo, en el corto evento en el que Petro tom¨® el juramento a Carrillo, le advirti¨® sobre los retos que se aproximaban. ¡°Venimos de un episodio algo truculento que nos trae a estas circunstancias. Le toca a usted recoger la entidad, investigar a fondo¡±, dijo refiri¨¦ndose a lo ocurrido con L¨®pez, un tradicional pol¨ªtico antioque?o de izquierda, designado en el cargo por el mismo presidente. No han transcurrido dos semanas y ya Carrillo reconoci¨® que la UNGRD realiz¨® pagos ¡°que no son necesariamente justificados¡± para contratar maquinaria destinada a atender deslizamientos, que tiene dudas sobre la compra de otros 40 carrotanques por 29.000 millones (7,2 millones de d¨®lares) y que ninguno de los 80 carrotanques cuenta con las p¨®lizas necesarias para operar.
En conversaci¨®n con EL PA?S, Carrillo explica que sus pesquisas contin¨²an y que no descarta nuevos hallazgos. ¡°Es una entidad repleta de personas decentes y capaces, que han permitido que la instituci¨®n mantenga su misionalidad, debo reconocerlo. Pero tambi¨¦n hay una pol¨¦mica de enormes proporciones, que considero que puede ser a¨²n mayor. No puedo emitir juicios, no me corresponde por las funciones de mi cargo, pero parece claro que las irregularidades vienen de mucho tiempo atr¨¢s¡±, afirma.
Una particularidad que ha enfrentado en estos 10 d¨ªas ha sido su pulso con Ana Mar¨ªa Casta?o, la secretaria general de la instituci¨®n designada por L¨®pez y quien se niega a dimitir alegando que tiene derecho a una estabilidad laboral reforzada debido a que est¨¢ esperando un beb¨¦. Casta?o cont¨® a Semana que present¨® su carta de renuncia el 4 de marzo, despu¨¦s de que se confirmara la salida de L¨®pez, pero que se retract¨® tres d¨ªas m¨¢s tarde, al enterarse del resultado positivo de una prueba de embarazo. W Radio revel¨® que desde febrero, L¨®pez le permiti¨® ¡°la facultad de contrataci¨®n y ordenaci¨®n del gasto, sin l¨ªmite de cuant¨ªa¡±, por lo que Casta?o suma al poder usual de un secretario general ¡ªencargado de todo el funcionamiento administrativo de una entidad¡ª, la potestad de manejar todos los contratos.
Por ello, para Carrillo, Casta?o era ¡°la mano derecha¡± del anterior director. Opina que, m¨¢s all¨¢ de su salida, deber¨ªa suspender el ejercicio de sus funciones. ¡°Ni siquiera he podido nombrar a un secretario general de mi confianza porque la persona nombrada por Olmedo ha decidido quedarse atornillada al cargo. Eso no es, de ninguna manera, un buen indicio. En el momento de un cambio de direcci¨®n, lo primero que hace un directivo es presentar su renuncia protocolaria. Es un asunto de modales. Ac¨¢, al parecer, no¡±.
M¨¢s all¨¢ del mea culpa del Gobierno Nacional respecto de lo acontecido en la UNGRD, del que Carrillo es su cara m¨¢s visible, existe el riesgo de que la alta cifra de dinero involucrado en estos esc¨¢ndalos no se recupere. El exconcejal le pone el pecho a esa realidad. ¡°Si me pregunta, el esc¨¢ndalo del se?or Olmedo L¨®pez es responsabilidad del Gobierno. Por supuesto que lo es. Este es un Gobierno que est¨¢ dispuesto a asumir las responsabilidades pol¨ªticas¡±.
Afirma que la entidad viene con problemas desde antes de la gesti¨®n de L¨®pez, un viejo miembro del Polo Democr¨¢tico que ha sido cercano al senador conservador Carlos Trujillo. Carrillo vincula a su antecesor y compa?ero de partido con sectores pol¨ªticos tradicionales con los que se hicieron alianzas ¡°en un primer momento del Gobierno¡±, y reitera que l¨ªos hasta ahora desconocidos pueden salir a la luz. ¡°El se?or Olmedo L¨®pez era un l¨ªder regional sin mayor visibilidad en el pa¨ªs. No era precisamente un peso pesado de la pol¨ªtica. Mi intuici¨®n me dice que si hubo alg¨²n tipo de crimen, insisto, seguramente se cometi¨® en asocio con grandes poderes, que act¨²an detr¨¢s de esos m¨¢s peque?os poderes. No lo puedo determinar yo, le compete a las autoridades¡±.
El contrato de los carrotanques, que dio origen a la coyuntura presente, fue entregado por la UNGRD a Impoamericana Roger SAS, una sociedad basada en C¨²cuta, Norte de Santander, especializada en el comercio de productos enlatados y cuyo capital suscrito de 726 millones de pesos (127.000 d¨®lares) es muy inferior a la millonaria operaci¨®n que se le encarg¨®. Carrillo, en su corta estancia, encontr¨® que a esa compa?¨ªa se le asign¨® otro negocio, avaluado en 31.700 millones (7,9 millones de d¨®lares), para adquirir 20 carros de bomberos.
Es incierto determinar a d¨®nde ir¨¢ a pasar el esc¨¢ndalo. Carrillo, por orden del presidente, cumple con la doble funci¨®n de dirigir la UNGRD y auditar sus contratos. Prefiere ser cauto sobre cu¨¢ndo podr¨¢ la instituci¨®n funcionar sin inconvenientes. ¡°Yo no me atrever¨ªa a dar un estimativo de tiempo. Esperemos que sea lo antes posible¡±.
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