La disputa que llev¨® a la salida de Alexander L¨®pez de la presidencia del Polo Democr¨¢tico
El que fuera el principal partido de la izquierda colombiana enfrenta una crisis en la que no se vislumbra una salida. El detonante fueron disputas sobre su estrategia para afrontar las elecciones regionales en Bogot¨¢, ciudad que sol¨ªa ser su fort¨ªn
La historia confirma que en muchos pa¨ªses la uni¨®n de las distintas fuerzas de izquierda es dif¨ªcil. Las soluciones tienden a ser moment¨¢neas y dan pie a fracturas internas y escisiones. Lo que est¨¢ pasando con el Polo Democr¨¢tico Alternativo es prueba de ello, ahora en Colombia. Concebido como una gran cohesi¨®n de sectores del mismo espectro ideol¨®gico, debut¨® positivamente en las urnas cuando el uribismo ascend¨ªa de forma fulgurante a inicios de siglo. Un saldo de 18 congresistas y el segundo lugar de Carlos Gaviria en las elecciones presidenciales de 2006 ¡ªampliamente superado en votos por ?lvaro Uribe, pero gan¨¢ndole al muy conocido liberal Horacio Serpa¡ª auguraban un futuro promisorio. La situaci¨®n, casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, no es la mejor y puede empeorar. Sus otrora l¨ªderes se han ido, el Pacto Hist¨®rico lo reemplaz¨® como espacio de confluencia de la izquierda y las recientes decisiones de sus directivas parecen distanciarse de su antigua vocaci¨®n de poder y cambio. Es innegable que hay crisis.
Carlos Carrillo (Bogot¨¢, 42 a?os) es una de las voces con m¨¢s eco en el partido. Concejal de Bogot¨¢, este dise?ador industrial de la Universidad Nacional adquiri¨® visibilidad gracias a su activismo sobre temas de la ciudad, especialmente cuando promovi¨® la revocatoria de mandato del entonces alcalde Enrique Pe?alosa. En las pasadas elecciones regionales obtuvo el apoyo de 31.960 bogotanos, la votaci¨®n m¨¢s alta al Concejo en la historia del Polo. Actualmente, a ra¨ªz de su aspiraci¨®n a la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, es el protagonista de una discordia que lo enfrenta con sus copartidarios y apunta a una resoluci¨®n poco amigable.
¡°Me bajaron de la candidatura a la Alcald¨ªa de la manera m¨¢s burda y grotesca, a pesar de que llevo seis meses tratando de conseguir la unidad del Pacto Hist¨®rico y a trav¨¦s de una consulta popular, en la que reconozco que ten¨ªa pocas posibilidades de ganar, pero era lo que mandaba la ley. Si hubi¨¦ramos ido a una consulta, mi obligaci¨®n legal habr¨ªa sido adherirme al candidato ganador y, por lo tanto, quedaba inhabilitado para cualquier otra cosa¡±, se?al¨® Carrillo a EL PA?S.
Su acusaci¨®n va dirigida contra la direcci¨®n del Polo. En febrero de 2021, con la mira puesta en las elecciones nacionales del a?o siguiente, el partido anunci¨® que har¨ªa parte de una alianza con otros movimientos afines. De all¨ª naci¨® el Pacto Hist¨®rico, una coalici¨®n de partidos y movimientos que present¨® listas para el Congreso e impuls¨® la campa?a presidencial de Gustavo Petro. El triunfo llev¨® a que se quisiera replicar la f¨®rmula en las elecciones regionales del pr¨®ximo octubre y, en consecuencia, entre todas las colectividades del Pacto se elegir¨ªa a un candidato a la Alcald¨ªa de Bogot¨¢. Carrillo inst¨® a que se celebrara una consulta junto con los otros aspirantes: el exsenador Gustavo Bol¨ªvar, del Movimiento Ind¨ªgena Alternativo y Social (MAIS), y la tambi¨¦n concejal Heidy S¨¢nchez, de la Uni¨®n Patri¨®tica.
Su propuesta se dilat¨®, el tiempo se acab¨® y la encuesta termin¨® siendo la ¨²nica alternativa viable. La firma encargada fue Gauss, que en el ¨²ltimo minuto introdujo entre las opciones a Camilo Romero, precandidato presidencial del Pacto en 2022 y hoy embajador en Argentina, quien no expres¨® p¨²blicamente su deseo de postularse. El voto en blanco lider¨® los resultados con el 45,6%. Le siguieron Bol¨ªvar (23,04%), Romero (5,25%), S¨¢nchez (4,91%) y Carrillo (4,38%). ¡°Pens¨¦ que lo que proced¨ªa era llegar a un acuerdo program¨¢tico con Bol¨ªvar y seguir en el Concejo¡±, cuenta Carrillo.
La lista del Pacto Hist¨®rico para el Concejo ser¨¢ producto de un consenso entre los diferentes partidos y movimientos que componen la coalici¨®n, y cada uno a su vez determina internamente los candidatos que quiere priorizar para luego pujar por los primeros puestos. Lo que sucedi¨® en el Polo durante este proceso sumergi¨® a la colectividad en la incertidumbre. Todav¨ªa no es claro si por descuido o torpeza, la semana pasada ¡ªcuando ya se conoc¨ªan los resultados de la encuesta¡ª, la directiva disolvi¨® la reuni¨®n en la que se defini¨® el orden de la lista de candidatos al Concejo y no se pronunci¨® sobre sus planes frente a la campa?a para la Alcald¨ªa. Esa omisi¨®n podr¨ªa cerrar las puertas al Polo para participar en la competencia por el segundo cargo electo m¨¢s importante de Colombia.
¡°A m¨ª me proclamaron candidato (las autoridades distritales del partido) y nunca se tom¨® la decisi¨®n de revocar mi candidatura. Existe la obligaci¨®n, seg¨²n los estatutos, de que se dictamine la adhesi¨®n a la candidatura de Bol¨ªvar. Eso no es autom¨¢tico y el presidente del Polo no puede anunciarlo por su cuenta. Se requiere, adem¨¢s, hacerlo con tiempo porque hay que llegar a acuerdos sobre la financiaci¨®n de la campa?a, la repartici¨®n de la reposici¨®n de votos y los mecanismos para escoger la terna en caso de que Bol¨ªvar, si es elegido alcalde, renuncie o sea destituido¡±, precis¨® Carrillo.
La inscripci¨®n de candidatos cerr¨® este 29 de julio y el Polo no subsan¨® este error: los estatutos exigen que la convocatoria de una reuni¨®n sea con ocho d¨ªas de anticipaci¨®n y los tiempos no alcanzaban. Salvo alguna extra?eza jur¨ªdica, el partido no tendr¨¢ candidato a Alcald¨ªa. Apoyar oficialmente a Bol¨ªvar podr¨ªa acarrear sanciones administrativas, como posibles nulidades sobre sus candidatos al Concejo por doble militancia.
Pero ese es el menor de los percances. La ruptura entre Carrillo y la directiva se reafirm¨® en la fallida reuni¨®n cuando, a sabiendas de que el concejal hab¨ªa quedado cuarto la encuesta del Pacto y pese a que fue el m¨¢s votado en 2019, la cabeza de lista (que tendr¨¢ el mejor puesto que corresponda al Polo en la lista cerrada del Pacto) se le entreg¨® a Roc¨ªo Duss¨¢n, hija del presidente de Colpensiones, Jaime Duss¨¢n. Seg¨²n Carrillo, ?lvaro Argote, otro concejal del Polo que no buscar¨¢ la reelecci¨®n, fue el art¨ªfice de esta jugada. EL PA?S contact¨® a Argote, pero no recibi¨® respuesta.
¡°Horas antes de la reuni¨®n en la que se tom¨® la decisi¨®n de que la se?ora Dussan encabezar¨¢ la lista, nos reunimos con Argote y me dijo: ¡®Hagamos un pacto de no agresi¨®n¡¯. Me dijo que acord¨¢ramos que se respetaran las curules de los concejales elegidos hace cuatro a?os a cambio de que ¨¦l pudiera heredar la suya a Roc¨ªo, pasando por encima de todas las mujeres del partido que s¨ª tienen un historial de militancia y activismo. Aceptar su acuerdo habr¨ªa implicado que yo era la cabeza de lista del Polo, y muy seguramente tambi¨¦n la del Pacto. No acept¨¦ porque prefiero tener las manos vac¨ªas antes de lavarle la cara a Roc¨ªo Dussan¡±, explic¨®.
En medio de este agitado ambiente, el senador Alexander L¨®pez, presidente del partido, present¨® su renuncia. Durante varias semanas, antes de que el resultado de la encuesta se conociera, Carrillo acus¨® abiertamente a L¨®pez de entorpecer su candidatura y ¡°enredarle el aval¡±. Los acontecimientos indican que nadie quiere tomar responsabilidad en lo que cada d¨ªa parece m¨¢s un naufragio: el partido que tuvo 18 congresistas cuando la izquierda era marginal, solo tiene 19 ahora que el presidente es de izquierda (dos no fueron elegidos sino que llegaron al Congreso como reemplazos) y fuerzas de ese tipo suman 48 curules. Sin presidente y sin candidato, con un pasado glorioso que contrasta con la turbulenta realidad, el Polo Democr¨¢tico se encamina a las elecciones regionales.
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