Maduro anuncia un aumento del ¡°ingreso m¨ªnimo mensual¡± a 130 d¨®lares
El Gobierno reivindica un incremento del ¡°86%¡± en la precaria capacidad de compra de los trabajadores venezolanos este a?o, una de las m¨¢s bajas de la regi¨®n. En su mayor¨ªa se trata de bonificaciones sin impacto en las prestaciones sociales
Luego de pasarse un buen tiempo sin decretar aumentos sueldos significativos en un esfuerzo no confesado por contener la inflaci¨®n, el presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, anunci¨® finalmente este mi¨¦rcoles el aumento del Ingreso M¨ªnimo Integral de los trabajadores venezolanos a 130 d¨®lares mensuales. El anuncio fue hecho en medio de las celebraciones oficiales para celebrar el D¨ªa del Trabajador en el pa¨ªs, este 1 de mayo. ¡°He decidido aumentar el ingreso m¨ªnimo de los trabajadores de forma indexada, para que impacte en la capacidad de compra. De enero a mayo, ya hemos incrementado en 86% el ingreso de los trabajadores¡±, dijo el mandatario en medio de la ovaci¨®n de sus seguidores, en una cadena nacional de radio y televisi¨®n.
El Ingreso M¨ªnimo Integral no es, precisamente, el salario: se trata de la suma del salario formal, uno de los m¨¢s bajos del mundo, ubicado en torno a los cuatro d¨®lares mensuales, con un paquete de bonos a?adidos que no tienen efecto en el c¨¢lculo sobre las prestaciones sociales ni los beneficios sociales, pero que son cancelados cada mes. La bonificaci¨®n del salario es, en este momento, una de las quejas m¨¢s frecuentes en las centrales sindicales y ligas obreras y profesionales de la oposici¨®n civil venezolana, que resienten de las asignaciones existentes para la seguridad social o las jubilaciones y las pobr¨ªsimas escalas salariales del mundo profesional, en un pa¨ªs que tiene un sistema de salud p¨²blica quebrado e inoperante.
Algunas de estas protestas, que han tomado vuelo r¨¢pidamente en las calles, han sido reprimidas por el Gobierno de Maduro estos ¨²ltimos meses. Las autoridades han llevado a prisi¨®n a varios dirigentes sindicales acusados de terrorismo y, luego, conmutado sus penas por acuerdos de libertad condicional con r¨¦gimen judicial de presentaci¨®n. En estos d¨ªas estuvieron circulando profusamente memes y volantes en las redes sociales convocando a protestas digitales en demanda de mejoras salariales en el pa¨ªs.
Este mi¨¦rcoles, el Gobierno de Maduro hizo un esfuerzo especial para ofrecer alguna muestra de vigor pol¨ªtico, tomando con sus seguidores la avenida del Libertador, y transmitiendo simult¨¢neamente varias de las concentraciones del oficialismo en el pa¨ªs por la televisi¨®n. Las manifestaciones del chavismo y la oposici¨®n se cruzaron en algunas de sus partes en torno a la c¨¦ntrica Plaza Venezuela, en un careo donde abundaron pu?etazos e insultos, que no pasaron a mayores.
La vicepresidenta ejecutiva de la Rep¨²blica, Delcy Rodr¨ªguez, destac¨® la recuperaci¨®n del salario de los trabajadores, ¡°a pesar de las m¨²ltiples amenazas, sanciones y acosos¡±, y ponder¨® positivamente el ambiente de di¨¢logo y acuerdos que se ha ido construyendo en el pa¨ªs con el sector privado.
La econom¨ªa venezolana comenz¨® a derrumbarse en 2014, durante la puesta en marcha de un programa de estatizaciones, conflictos con los capitales y controles sobre la econom¨ªa que se tradujeron en una millonaria sangr¨ªa de dinero luego de una grave crisis cambiaria. En el periodo 2013-2018 Maduro tuvo incontables desencuentros con el empresariado ¨D¡°la burgues¨ªa parasitaria¡±, la llamaba¨D, a la que responsabilizaba de la grave escasez de bienes y medicinas de entonces, presuntamente por organizar actos de sabotaje y especulaci¨®n. ¡°La burgues¨ªa quiere d¨®lares¡±, dijo una vez el mandatario con tono de burla y retando a sus enemigos, en 2013. ¡°Lo que le vamos a dar son dolores¡±.
Por aquellos a?os, en varias ocasiones, Maduro decret¨® aumentos salariales desorbitados, en el marco de un estricto control de precios. Fueron decretos unilaterales, superiores al nivel de inflaci¨®n, de efecto retroactivo, imposibles de pagar para un sector privado que ya estaba suficientemente acosado con asedios judiciales, voracidad fiscal, lentitud en el mercado, intervenciones parciales y tomas colectivas en el interior del pa¨ªs.
Estos aumentos, que hicieron quebrar a muchas personas, fueron gasolina para la crisis econ¨®mica, y terminaron dando forma a la primera crisis hiperinflacionaria que tuvo Venezuela. La crisis cambiaria, monetaria y fiscal hizo quebrar el negocio petrolero y el salario de los trabajadores se hizo cenizas. Todo ese proceso tuvo lugar en un contexto de corrupci¨®n desbordada. Esto precipit¨® una emigraci¨®n masiva de personas a otros pa¨ªses.
A partir de 2019, con la quiebra de la petrolera estatal PDVSA, el Gobierno de Maduro decide dar un giro a su estrategia econ¨®mica, identificando y reconociendo a la inflaci¨®n como el enemigo p¨²blico n¨²mero uno de su Gobierno y de la sociedad. Con las sanciones internacionales que frenaban sus esfuerzos por conseguir dinero, el presidente cedi¨® a las demandas que le aconsejaban prudencia fiscal y criterio en el gasto p¨²blico para equilibrar las desastrosas cuentas del pa¨ªs, cuyos n¨²meros formales fueron omitidos por el Banco Central de Venezuela durante varios a?os. El esfuerzo de estos tres a?os lo ha obligado a hacer o¨ªdos sordos a las m¨²ltiples quejas del mundo laboral venezolano.
Luego del crack de aquel periodo, la modesta expansi¨®n de la econom¨ªa que se ha registrado en el pa¨ªs a partir de 2021 permite a Maduro presentar alguna mejora a los trabajadores en un a?o electoral, terminada ya la tormenta hiperinflacionaria.
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