¡°Cerrar el Dari¨¦n¡±: el drama migratorio pasa desapercibido por Ciudad de Panam¨¢
El discurso contra la migraci¨®n se cuela en la campa?a, aunque la crisis humanitaria brilla por su ausencia en el debate p¨²blico
La emergencia humanitaria que representa el flujo masivo de migrantes por la inh¨®spita selva del Dari¨¦n que marca la frontera colombo-paname?a no se percibe en Ciudad de Panam¨¢, ni ha sido uno de los temas importantes en el debate electoral del pa¨ªs centroamericano, que acude este domingo a las urnas. Y sin embargo, el discurso en contra de la inmigraci¨®n ha encontrado la forma de colarse en la contienda presidencial, en boca, entre otros, del favorito de las encuestas, el exministro de Seguridad Jos¨¦ Ra¨²l Mulino, que reemplaz¨® al inhabilitado expresidente Ricardo Martinelli.
¡°Vamos a cerrar Dari¨¦n y vamos a repatriar a todas estas personas como corresponda¡±, ha dicho en declaraciones que recoge la agencia Efe. Mulino, considerado un abanderado de la mano dura, asegur¨® que pedir¨ªa apoyo a los pa¨ªses de la regi¨®n implicados en el flujo migratorio, como Colombia y Estados Unidos, al entender que ¡°Panam¨¢ no es un pa¨ªs de tr¨¢nsito¡± y que muchos migrantes son v¨ªctimas de trata. En el s¨®tano de las encuestas, la independiente Zulay Rodr¨ªguez tambi¨¦n se ha hecho eco de la idea de ¡°cerrar la frontera¡±, que otros aspirantes, como el candidato antisistema Ricardo Lombana y el expresidente Mart¨ªn Torrijos han etiquetado como ¡°irreal¡±.
Ese muro imaginario existi¨® de facto por muchos a?os, pero ya est¨¢ perforado. La tupida selva en otros tiempos era considerada como un territorio inaccesible, pero el flujo migratorio ha vuelto porosa esa muralla verde. El paso de personas ha roto todos los r¨¦cords. Nunca antes tantas hab¨ªan cruzado el inh¨®spito Tap¨®n del Dari¨¦n. Solo en los cuatro primeros meses de este a?o, 139.000 migrantes ya lo han hecho con rumbo al norte, principalmente a Estados Unidos, de acuerdo con los registros del Servicio Nacional de Migraci¨®n paname?o.
El paso por las peligrosas rutas que atraviesan la selva sigue rompiendo registros. M¨¢s de 130.000 migrantes, principalmente haitianos y cubanos, cruzaron en 2021. El n¨²mero pr¨¢cticamente se duplic¨® a 250.000 en 2022, con un incremento de venezolanos y ecuatorianos. Y m¨¢s de medio mill¨®n se aventur¨® el a?o pasado. Del lado colombiano, el Clan del Golfo, la mayor banda del narcotr¨¢fico, act¨²a como el actor armado dominante en la zona. Del lado paname?o, los migrantes tambi¨¦n enfrentan todo tipo de vej¨¢menes, en una crisis humanitaria sin freno, como han documentado diversas organizaciones de derechos humanos.
Las autoridades paname?as han optado por favorecer el traslado de los migrantes de su frontera sur ¨Cuna vez que ya han atravesado la selva¨C a su frontera norte, m¨¢s que un esfuerzo de acogida o integraci¨®n. ¡°La pol¨ªtica de flujo controlado lo que hace de facto es invisibilizar a los migrantes en Panam¨¢¡±, valora Caitlyn Yates, una antrop¨®loga que lleva a?os investigando el paso fronterizo. ¡°Puedes caminar por toda la Ciudad de Panam¨¢ y nunca vas a ver a las personas que cruzaron el Dari¨¦n¡±, explica. Por eso no es un tema importante para los votantes. Con fugaces excepciones, el flujo no se represa en la capital. Los migrantes que atraviesan el istmo, por su parte, miran el horizonte de rascacielos caracter¨ªstico de la zona financiera de Ciudad de Panam¨¢ desde las ventanas de los buses coordinados por el Gobierno que los llevan hasta Costa Rica para seguir su camino.
Panam¨¢ hace ¡°todo lo humanamente posible¡± para atender a las personas que pasan por el Dari¨¦n, matiza en di¨¢logo con EL PA?S Eduardo Leblanc, el defensor del Pueblo paname?o, quien pide mayor coordinaci¨®n con las autoridades colombianas. El llamado flujo controlado, sostiene, permite que los migrantes sufran menos por el trayecto y no tengan que atravesar caminando el pa¨ªs. ¡°Hace que se acort¨¦ la distancia y sea m¨¢s respetuosa con los derechos humanos¡±, agrega. ¡°Sin lugar a dudas es un lugar hostil, controlado por irregulares que deambulan a lado y lado de la frontera¡±, advierte.
Venezolanos, haitianos, ecuatorianos y colombianos, pero tambi¨¦n personas de otros continentes como Asia y ?frica arriesgan sus vidas en esas trochas en las que se exponen a abusos por parte de grupos criminales, incluyendo violencia sexual, y reciben poca protecci¨®n o ayuda humanitaria, ha advertido, entre otras organizaciones, Human Rights Watch (HRW) en una serie de informes. La di¨¢spora venezolana, empujada por la larga crisis pol¨ªtica, social y econ¨®mica de su pa¨ªs, es por mucho la nacionalidad que m¨¢s hace el peligroso cruce ¨C88.000 de las casi 140.00 personas en lo que va de 2024¨C. De acuerdo con las autoridades paname?as, el 20% son menores de edad.
El Dari¨¦n, otrora inexpugnable, es el horror en la tierra. El terreno es empinado y resbaladizo, y los r¨ªos son caudalosos. La mayor¨ªa de las rutas, seg¨²n ha corroborado HRW con varias visitas al terreno, siguen senderos que coronan lomas con alturas de hasta 1.800 metros. Nadie sabe con certeza cu¨¢ntos han muerto por el camino. ¡°Colombia y Panam¨¢ no est¨¢n protegiendo ni asistiendo a cientos de miles de migrantes y solicitantes de asilo que transitan por el Tap¨®n del Dari¨¦n. Tampoco est¨¢n investigando adecuadamente los abusos cometidos en su contra¡±, apuntaba la organizaci¨®n en un informe presentado hace un mes, tras un trabajo de casi 300 entrevistas. All¨ª recomendaba al Gobierno paname?o nombrar un alto funcionario o un asesor encargado de coordinar la respuesta en el Dari¨¦n. Tambi¨¦n modificar la estrategia de ¡°flujo controlado¡± (tambi¨¦n llamada ¡°flujo humanitario¡±) para establecer un plan claramente articulado que tenga en cuenta las necesidades de las personas migrantes y solicitantes de asilo y garantice su derecho a solicitar asilo.
¡°Tristemente, el alto flujo migratorio por el tap¨®n del Dari¨¦n ha llegado para quedarse¡±, apunta Juan Pappier, subdirector de Human Rights Watch para las Am¨¦ricas. El pr¨®ximo gobierno de Panam¨¢, cualquiera sea, detalla, debe tomar medidas con apoyo de la comunidad internacional para aumentar la asistencia humanitaria, prevenir los abusos e investigar a los grupos criminales en la zona. ¡°Ni una pol¨ªtica de ¡®flujo controlado¡¯, centrada en que los migrantes pasen r¨¢pidamente por el pa¨ªs casi sin ser percibidos en la capital, ni un intento por ¡®cerrar¡¯ el Dari¨¦n van a dar respuesta suficiente a esta crisis que ocurre en territorio paname?o¡±, concluye.
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