El sur de Brasil, escaparate de la devastaci¨®n que trae el cambio clim¨¢tico
Los graves da?os de las inundaciones en Rio Grande do Sul, con 143 muertos y dos millones de afectados, ponen el foco en la ofensiva contra las leyes ambientales y la escasa prevenci¨®n
Ya llevaba siete d¨ªas lloviendo sin tregua, el agua sub¨ªa m¨¢s y m¨¢s, cuando el martes pasado el alcalde de Eldorado do Sul avis¨® a sus 42.000 vecinos de que hab¨ªa llegado la hora. Evacuaci¨®n general. Orden¨® a todos que abandonaran sus hogares inmediatamente, que huyeran porque el agua anegar¨ªa la ciudad 10 d¨ªas m¨¢s. Rio Grande do Sul, en el Brasil sure?o, el m¨¢s rico, est¨¢ acostumbrado a una monta?a rusa de lluvias torrenciales y sequ¨ªas porque sobre ¨¦l chocan masas de aire tropical y polares. Sin embargo, jam¨¢s hab¨ªa sufrido ...
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Ya llevaba siete d¨ªas lloviendo sin tregua, el agua sub¨ªa m¨¢s y m¨¢s, cuando el martes pasado el alcalde de Eldorado do Sul avis¨® a sus 42.000 vecinos de que hab¨ªa llegado la hora. Evacuaci¨®n general. Orden¨® a todos que abandonaran sus hogares inmediatamente, que huyeran porque el agua anegar¨ªa la ciudad 10 d¨ªas m¨¢s. Rio Grande do Sul, en el Brasil sure?o, el m¨¢s rico, est¨¢ acostumbrado a una monta?a rusa de lluvias torrenciales y sequ¨ªas porque sobre ¨¦l chocan masas de aire tropical y polares. Sin embargo, jam¨¢s hab¨ªa sufrido un temporal de lluvias tan devastador como el que empez¨® hace 12 d¨ªas y no da se?al de remitir.
Llueve sobre mojado. Los gauchos, los vecinos de este Estado, han sufrido tres inundaciones en ocho meses. El 2 de mayo, Thalia Silveira, de 21 a?os, cuidaba de sus dos primos en Eldorado do Sul cuando lleg¨® la inundaci¨®n. Los vecinos la animaron a huir. Llegaron a un refugio, pero tuvieron que irse pronto porque el ambiente era muy tenso: ¡°Hab¨ªa gente bebiendo y pele¨¢ndose¡±. ¡°Ahora toca trabajar en la reconstrucci¨®n. Estamos vivos. Y es lo m¨¢s importante¡±, dec¨ªa resignada d¨ªas despu¨¦s Silveira en uno de los pocos puntos de la ciudad a flote, un tramo de la carretera BR-290 convertido en punto de encuentro para ser evacuados en barco o helic¨®ptero.
Pr¨¢cticamente, todo el Estado ¡ªcuna de Gisele B¨¹ndchen y Ronaldinho, fronterizo con Uruguay y Argentina¡ª est¨¢ inundado. En muchos puntos el agua lleg¨® hasta el tejado. Arras¨® todo. M¨¢s de 500.000 personas han dejado sus casas, algunos alcaldes sopesan trasladar sus ciudades para reconstruirlas en lugares m¨¢s altos, incontables familias lo han perdido todo. ¡°Algunos se plantean emigrar, convertirse en refugiados clim¨¢ticos¡±, dice al tel¨¦fono Natalie Unterstell, presidenta del centro de estudio de pol¨ªticas clim¨¢ticas Talanoa. ¡°Este puede ser nuestro momento hurac¨¢n Sandy o Katrina¡±, a?ade. Esa calamidad que expone la fragilidad de las infraestructuras, logra que los pol¨ªticos y la ciudadan¨ªa entiendan que la naturaleza no perdona las agresiones y que es imprescindible actuar ya. Sin excusa ni demora.
El presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva reaccion¨® r¨¢pido. Visit¨® la zona dos veces, moviliz¨® al Gobierno, anunci¨® importantes ayudas econ¨®micas y proclam¨® que estas inundaciones ¡°son un aviso para el mundo. Debemos tener en cuenta que la Tierra nos est¨¢ pasando factura¡±. El veterano Lula sabe bien que la gesti¨®n de esta crisis, en un Estado que apost¨® por el ultraderechista Jair Bolsonaro en 2022, puede definir este tercer mandato, aunque su pol¨ªtica medioambiental es bastante menos ambiciosa de lo que reclaman los activistas brasile?os, aunque mucho m¨¢s comprometida y a a?os luz del negacionismo de su predecesor.
Las inundaciones han matado a 143 personas y otras 125 siguen desaparecidas, seg¨²n el ¨²ltimo balance oficial. Sobre el terreno, la situaci¨®n es todav¨ªa extremadamente cr¨ªtica. Las tareas de rescate y la distribuci¨®n de ayuda son complicad¨ªsimas porque las lluvias arrasaron carreteras y puentes. El principal aeropuerto ha quedado inutilizado.
Cunde la desesperaci¨®n entre los 2,1 millones de afectados ¨Duno de cada cinco habitantes del Estado¨D porque dos Los meteor¨®logos pronostican lluvias, corrimientos de tierras y vientos hasta el lunes 13. Y, para colmo, las noticias falsas est¨¢n enrareciendo el ambiente con mentiras como que las embarcaciones de rescate requieren permisos especiales. Los saqueos han comenzado y los socorristas tienen miedo a operar al caer el sol.
Karina Bruno Lima, de 36 a?os, investiga tempestades graves y desastres para un doctorado en Climatolog¨ªa en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, un Estado que puede ser considerado como un laboratorio imbatible de los efectos del cambio clim¨¢tico; en el ¨²ltimo a?o ha sufrido otras dos inundaciones, y un cicl¨®n despu¨¦s de tres a?os de sequ¨ªa grave. ¡°Este desastre ocurri¨® por una conjunci¨®n de factores: El Ni?o, que trae m¨¢s lluvias, una corriente que trae humedad desde la Amazonia, un bloqueo atmosf¨¦rico con una masa de aire caliente sobre el centro de Brasil¡ Toda esa inestabilidad qued¨® atrapada sobre Rio Grande do Sul. Pero ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n la influencia humana. Una atm¨®sfera y unos oc¨¦anos m¨¢s calientes generan energ¨ªa para estos eventos extremos¡±, explica por mensaje Lima, tambi¨¦n afectada por el temporal, sin cobertura telef¨®nica y con un Internet muy inestable. 2023 ha sido el a?o m¨¢s calurosos en milenios.
Con el calentamiento global, los desastres clim¨¢ticos se van convirtiendo en rutina. Ocurren con mayor frecuencia, son m¨¢s intensos y causan m¨¢s da?os. Y, como recalca Lima, con la agravante en este caso de que hay ¡°muchas ciudades construidas junto a cuerpos de agua y sin ninguna preparaci¨®n para afrontar eventos extremos relacionados con la lluvia¡±.
Ella misma lo sabe bien. Esta cient¨ªfica ha tenido que dejar su casa en Porto Alegre, donde los diques de contenci¨®n no han resistido la peor inundaci¨®n desde 1941. Las calles del centro son ahora r¨ªos por los que socorristas se mueven en canoa. Lima est¨¢ refugiada en Passo Fundo, una zona rural sin riesgo de inundaci¨®n a 400 kil¨®metros de la capital que se hizo famosa en todo el mundo gracias a los presupuestos participativos.
Lima, tambi¨¦n divulgadora cient¨ªfica, subraya que ¡°la gente tiene que entender que esto requiere soluciones complejas¡±. Por eso considera crucial ¡°elegir representantes que prioricen la causa clim¨¢tica y ambiental y exigirles despu¨¦s que rindan cuentas¡±. Insiste en que es hora de que ¡°los gestores escuchen las alertas que lanza la ciencia hace d¨¦cadas¡±.
La cantante m¨¢s internacional de Brasil, Anitta, que actu¨® con Madonna en R¨ªo, culpa directamente al Congreso del desastre de Rio Grande do Sul por ¡°aprobar leyes que promueven la deforestaci¨®n, los pesticidas y la invasi¨®n de tierras ind¨ªgenas¡±, seg¨²n un v¨ªdeo colgado en su cuenta de Instagram. ¡°En la pr¨®xima elecci¨®n, no votes a los negacionistas del clima¡±, les pide a sus 65 millones de seguidores. Una declaraci¨®n de calado a cinco meses de las municipales. La especialista en pol¨ªticas clim¨¢ticas Unterstell afirma categ¨®rica que ¡°la guerra contra la naturaleza tiene que parar. La naturaleza es una aliada, puede parar el avance del agua¡±.
Esta calamidad ha vuelto a poner el foco en la ofensiva legislativa para reventar las normas ambientales y el enorme poder del lobby agr¨ªcola brasile?o, un sector central en la econom¨ªa. Rio Grande do Sul es la quinta econom¨ªa de Brasil, un Estado con un potente sector agropecuario y que produce un 70% del arroz, omnipresente con las jud¨ªas en la mesa de cualquier brasile?o, sea pobre o rico. Los supermercados han racionado las ventas y el Gobierno importar¨¢ un mill¨®n de toneladas para evitar el desabastecimiento y que los precios se disparen. Lula ha aprovechado la cat¨¢strofe clim¨¢tica para insistir en su reclamaci¨®n de que los pa¨ªses ricos, que destruyeron sus bosques para industrializarse y prosperar, apoyen con dinero y tecnolog¨ªa a Brasil y otros que se desarrollaron menos y que preservaron sus bosques.
Ambas expertas insisten en que, una vez pase la fase emergencia, es imprescindible mirar al futuro y adoptar r¨¢pidamente pol¨ªticas de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n. Es decir, uno, reducir dr¨¢sticamente las emisiones para frenar el calentamiento global. Y eso, apunta la climat¨®loga, ¡°es totalmente incompatible con abrir nuevos proyectos de petr¨®leo¡±, como Lula sopesa hacer en la Amazonia y ans¨ªa Petrobras. Y dos, es necesario construir infraestructuras que aguanten unos embates meteorol¨®gicos cada vez m¨¢s fuertes. ¡°En Porto Alegre, ?los diques cedieron porque no hab¨ªa mantenimiento y no sab¨ªan operar las bombas de agua!¡±, se exaspera Unterstell.
Los miles de funcionarios, polic¨ªas, militares y voluntarios desplegados han logrado rescatar a m¨¢s de 76.000 personas y 10.500 animales. Esta, como toda tragedia, tiene su s¨ªmbolo. Aqu¨ª no es un ni?o, ni una embarazada, ni un anciano o un socorrista, sino un caballo llamado Caramelo, que estuvo seis d¨ªas sobre un tejado en una finca anegada. Descubierto por un helic¨®ptero de la televisi¨®n Globo, al d¨ªa siguiente fue rescatado en una gran operaci¨®n que incluy¨® sedarlo y evacuarlo en una z¨®diac. La televisi¨®n y la primera dama, Janja da Silva, lo retransmitieron en directo. La emoci¨®n de la soci¨®loga era tal que irrumpi¨® en una comparecencia de su marido para darle la feliz noticia en persona.
Los brasile?os respiraron aliviados mientras siguen moviliz¨¢ndose para recaudar fondos y donar ayuda a sus compatriotas afectados, intentando evitar caer en los fraudes. Siempre hay desalmados. Y mientras los gauchos imploran al cielo para que deje de llover, en el nordeste de este pa¨ªs continental imploran para que llueva y los habitantes del centro no se despegan del ventilador por culpa de una ola de calor con m¨¢ximas por encima de los 30 grados, algo impropio del oto?o tropical.
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