2023 es el a?o m¨¢s caluroso en milenios: ?por qu¨¦ y c¨®mo se mide?
An¨¢lisis visual de la evoluci¨®n del clima en el planeta siguiendo la huella humana y el rastro dejado por las temperaturas en los anillos de los ¨¢rboles, el hielo y los sedimentos
Todav¨ªa quedan unos d¨ªas de diciembre, pero ya est¨¢ claro que 2023 ser¨¢ el a?o m¨¢s caluroso registrado por los humanos en la Tierra, seg¨²n un informe difundido este mi¨¦rcoles por el Servicio de Cambio Clim¨¢tico de Copernicus (C3S) de la Comisi¨®n Europea. De enero a noviembre, la temperatura media del planeta ha estado 1,46 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, y se espera que la variaci¨®n anual sea similar. Para entender la gravedad de lo que est¨¢ ocurriendo, resulta interesante analizar de forma cient¨ªfica hasta qu¨¦ punto del pasado este a?o es el m¨¢s caluroso si se retrocede en el tiempo y qu¨¦ ha influido m¨¢s en el aumento de las temperaturas en 2023: las emisiones de los seres humanos, el fen¨®meno de El Ni?o u otros factores que est¨¢n siendo estudiados, como el volc¨¢n Hunga Tonga y cambios en los combustibles del transporte mar¨ªtimo. Adelantamos que lo que m¨¢s influye (de lejos) en este r¨¦cord es el ser humano.
Cuando se dice que no ha habido otro a?o m¨¢s c¨¢lido, al menos desde que hay registros, Copernicus y otras agencias similares sit¨²an el l¨ªmite temporal en 1850, que es cuando empieza a haber suficientes observaciones con instrumentos de medici¨®n para calcular de forma fiable la temperatura media del planeta. El actual 2023 ha sido m¨¢s caluroso a escala planetaria que al menos cualquiera de los 173 a?os anteriores. Sin embargo, todav¨ªa se puede ir mucho m¨¢s atr¨¢s en el tiempo. No hay registros de term¨®metros para comparar, pero s¨ª se puede saber por la paleoclimatolog¨ªa, la ciencia que reconstruye el clima del pasado a trav¨¦s de indicios en los anillos de los ¨¢rboles, el hielo, los sedimentos¡
El Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Clim¨¢tico (IPCC), la principal referencia de la ciencia clim¨¢tica, considera en su sexta revisi¨®n cient¨ªfica que el calentamiento actual tampoco tiene precedentes en los 2.000 ¨²ltimos a?os, m¨¢s all¨¢ del inicio de la Edad Media. Hay pocas dudas de que esto es as¨ª por el estudio de los anillos de los ¨¢rboles, pero todav¨ªa se puede retroceder m¨¢s en el pasado remoto, hasta los ¨²ltimos 11.000 a?os, el periodo conocido como Holoceno, en el que se desarroll¨® la agricultura y la civilizaci¨®n humana. ¡°Se puede decir que seguro, seguro, la ¨¦poca actual es m¨¢s c¨¢lida que los ¨²ltimos 2.000 o 2.500 a?os, y que seguro es m¨¢s c¨¢lida que el Holoceno¡±, incide Ernesto Tejedor, paleoclimat¨®logo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN/CSIC), que trabaja con ¨¢rboles.
¡°En la paleoclimatolog¨ªa, usamos registros indirectos, no son term¨®metros, no son pluvi¨®grafos, con lo cual tenemos incertidumbres, pero los anillos de los ¨¢rboles son los m¨¢s certeros¡±, detalla Tejedor. El grosor de los anillos var¨ªa por el crecimiento de los ¨¢rboles en funci¨®n de la temperatura o las precipitaciones, explica este paleoclimat¨®logo, que asegura que las reconstrucciones del clima m¨¢s fiables en Espa?a est¨¢n hechas con ¨¢rboles antiguos de Pirineos, sobre todo de Aig¨¹estortes (Catalu?a), donde el crecimiento de la madera no est¨¢ limitado por el agua, sino por el calor. Un estudio publicado en Nature Communications en 2021, en el que particip¨® Tejedor, concluy¨® que el periodo actual es el m¨¢s c¨¢lido en los ¨²ltimos 2.500 a?os. Y lo hizo utilizando la mediana de diferentes m¨¦todos de reconstrucci¨®n de 15 grupos de investigaci¨®n diferentes por todo el mundo en los sitios con ¨¢rboles m¨¢s antiguos del hemisferio norte.
Para el periodo completo de 11.000 a?os del Holoceno no hay tantos registros y ya no se puede reconstruir el clima tan bien a?o a a?o como con los ¨¢rboles. Seg¨²n nos alejamos en el tiempo, se utilizan otras escalas temporales que pueden ser de siglos o de milenios. Pero todo apunta a que las temperaturas actuales siguen siendo m¨¢s calurosas en todo ese periodo. M¨¢s adelante, la Tierra pasa por un periodo glaciar, por lo que hay cient¨ªficos que aseguran que 2023 ser¨¢ el a?o m¨¢s c¨¢lido en los ¨²ltimos 125.000 a?os. Sin embargo, aqu¨ª ya son muchas m¨¢s las incertidumbres.
En cualquier caso, ir tanto para atr¨¢s en el tiempo remoto tiene tambi¨¦n un inter¨¦s relativo. En la historia de la Tierra, desde su creaci¨®n hace 4.500 millones de a?os, ha habido fases mucho m¨¢s calurosas que ahora. Sin embargo, como recalca Juan Jes¨²s Gonz¨¢lez Alem¨¢n, meteor¨®logo e investigador clim¨¢tico, lo importante es ver c¨®mo cambia el clima en el que han prosperado los humanos. ¡°A la Tierra este calentamiento le da igual, pero lo que est¨¢ en juego es el modo de vida de la civilizaci¨®n humana¡±, subraya el meteor¨®logo.
Cambio clim¨¢tico y variaciones naturales
Y, ?por qu¨¦ 2023 ser¨¢ el a?o m¨¢s c¨¢lido? Para comprender las razones, lo primero que hay que tener en cuenta es que este a?o no es una excepci¨®n, sino que forma parte de una tendencia de cambio clim¨¢tico en la que est¨¢ incurso el planeta. Los ¨²ltimos nueve a?os (2015-2023) son los m¨¢s c¨¢lidos que se han registrado hasta ahora; y para encontrar el anterior a?o m¨¢s c¨¢lido no hay que retroceder mucho, fue 2016.
Carlo Buontempo, director del servicio de Cambio Clim¨¢tico de Copernicus, apunta a dos grupos de razones para que este 2023 vaya a superar por mucho el anterior registro: las que se conocen bien y las que est¨¢n en estudio.
1. Calentamiento provocado por el ser humano. La principal raz¨®n de este a?o r¨¦cord es sin duda el cambio clim¨¢tico. Si no existiera ese calentamiento global causado por las actividades del ser humano, dif¨ªcilmente se podr¨ªa haber registrado este m¨¢ximo en 2023 y los ocho a?os anteriores. En estos momentos, el planeta es unos 1,1 grados m¨¢s c¨¢lido respecto a los niveles preindustriales (tomando como referencia la d¨¦cada 2011-2020 y compar¨¢ndola con el periodo 1850¨C1900).
Que se tome la Revoluci¨®n Industrial como punto de referencia cuando se analiza el cambio clim¨¢tico no es un capricho. Es a partir de ese momento cuando el ser humano empez¨® a quemar de forma masiva los combustibles f¨®siles para alimentar la econom¨ªa mundial, primero fue el carb¨®n y luego se a?adieron el petr¨®leo y el gas. Estos combustibles son, a su vez, los que emiten la mayor¨ªa de los gases de efecto invernadero que se acumulan en la atm¨®sfera y retienen el calor.
La atm¨®sfera terrestre siempre ha contenido estos gases, que hacen que el planeta tenga una temperatura aceptable para el ser humano y la mayor¨ªa de las especies. Pero con la quema masiva de esos combustibles se rompe el equilibrio al liberar en unas pocas d¨¦cadas el carbono que guardan los hidrocarburos fruto de la descomposici¨®n de plantas y animales durante miles y miles de a?os.
El IPCC, en su ¨²ltima gran revisi¨®n, estimaba que la contribuci¨®n de los gases de efecto invernadero al calentamiento ha sido de entre uno y dos grados Celsius desde la era preindustrial. Pero una parte de ese aumento de la temperatura ¡ªhasta 0,8 grados¡ª se ha visto compensado por los aerosoles que el ser humano tambi¨¦n ha expulsado y que tienen un efecto enfriador. La influencia de otros impulsores naturales, como las radiaciones solares y los volcanes, apenas han tenido una influencia de 0,1 grados, siempre seg¨²n los c¨¢lculos del IPCC.
En conclusi¨®n, el principal factor del calor r¨¦cord de 2023 son los gases de efecto invernadero. Y, entre todos, el que m¨¢s influencia tiene en el clima es el di¨®xido de carbono (CO?). Aproximadamente la mitad de las emisiones de este gas son retenidas por la vegetaci¨®n y el oc¨¦ano. El 50% restante acaba en la atm¨®sfera, donde permanece durante siglos. La concentraci¨®n el aire de este gas (cuyo principal origen son los combustibles, aunque la deforestaci¨®n tambi¨¦n contribuye) alcanz¨® en 2022 las 417,9 partes por mill¨®n, un 50% m¨¢s que en 1750, seg¨²n los datos la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial.
Para encontrar una concentraci¨®n similar hay que retroceder entre 800.000 y dos millones de a?os. Como detalla Ana Moreno, paleoclimat¨®loga del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa (CSIC) que reconstruye el clima a partir de estalagmitas, resulta mucho m¨¢s f¨¢cil reconstruir la evoluci¨®n del CO? en la atm¨®sfera que el de la temperatura. ¡°Nunca en un periodo de un mill¨®n de a?os el CO? en la atm¨®sfera se ha acercado a los niveles de hoy. Con el CO? se ve de forma muy clara, se pincha una burbuja de aire en el hielo y se mide¡±, comenta la investigadora, que precisa c¨®mo ¡°por los is¨®topos se puede diferenciar incluso lo que es CO? de la respiraci¨®n de las plantas y lo que es CO? de la quema de combustibles f¨®siles¡±.
El segundo de los gases de efecto invernadero en importancia es el metano. Tienen un efecto de calentamiento m¨¢s poderoso que el di¨®xido de carbono, aunque solo permanece en la atm¨®sfera durante una d¨¦cada. Aproximadamente el 40% del metano es emitido por fuentes naturales (como humedales), y el otro 60% es causado por las actividades vinculadas al ser humano, como la ganader¨ªa o la producci¨®n de combustibles. El ¨²ltimo de los gases de efecto invernadero m¨¢s importantes es ¨®xido nitroso, cuyo origen en un 40% procede de fuentes antropog¨¦nicas y que tambi¨¦n agota la capa de ozono. La concentraci¨®n de metano y de ¨®xido nitroso en la atm¨®sfera tambi¨¦n es r¨¦cord y hay que retroceder 800.000 a?os para encontrar un nivel similar, seg¨²n el IPCC.
2. El Ni?o. Las temperaturas medias del planeta ya estaban por encima de la media en el primer semestre del a?o, pero a partir del verano se dispararon hasta el punto de que el 6 de julio se registr¨® la mayor temperatura diaria de la que se tiene constancia: 17,2 grados Celsius. A partir de junio arranc¨® el fen¨®meno de El Ni?o, un patr¨®n natural que hace que las temperaturas de la superficie del agua en las ¨¢reas tropicales del oc¨¦ano Pac¨ªfico aumenten, lo que acaba teniendo efectos en el clima global. Se espera que contin¨²e hasta al menos la primavera de 2024, con lo que podr¨ªa ser otro a?o de r¨¦cord. El anterior r¨¦cord de temperatura anual de 2016 coincidi¨® con El Ni?o.
La influencia de este patr¨®n est¨¢ bien estudiada, explica Buontempo. Tambi¨¦n el de su opuesto: La Ni?a, que suaviza el calentamiento global. ¡°Pero no solo es El Ni?o, tambi¨¦n estamos viendo olas de calor en el Atl¨¢ntico norte, olas de calor en Europa¡¡±. Un fen¨®meno que ha sorprendido a los cient¨ªficos son las temperaturas inusualmente altas en la Ant¨¢rtida y las tasas de deshielo tan elevadas, algo que es dif¨ªcil de explicar en estos momentos, apunta Buontempo.
3. Ciclos solares. Tambi¨¦n se ha apuntado a la influencia del aumento de la actividad solar. Aproximadamente cada 11 a?os, el Sol oscila entre un letargo y una ¨¦poca activa marcada por manchas solares y erupciones, como llamaradas y explosiones de plasma. Ahora est¨¢ en la fase activa. En cualquier caso, esto tiene un efecto muy reducido en un calentamiento global en el que es el principal factor es sin duda la actividad del ser humano y los gases que expulsa.
4. El volc¨¢n submarino. Donde no est¨¢ clara la influencia es en el caso de la erupci¨®n del volc¨¢n Hunga Tonga-Hunga Ha¡¯apai a principios de 2022, explica el director del servicio de Cambio Clim¨¢tico de Copernicus. Normalmente, los volcanes contribuyen al enfriamiento del planeta al inyectar azufre en la atm¨®sfera. Sin embargo, este volc¨¢n submarino expuls¨® unas enormes cantidades de vapor de agua, con lo que podr¨ªa haber contribuido al calentamiento, como apuntaba en octubre la organizaci¨®n Berkeley Earth. Pero no est¨¢ claro. ¡°He visto informes que dicen que el volc¨¢n aument¨® las temperaturas y otros que se?alaban que las enfri¨®¡±, resume Buontempo.
La explosi¨®n del volc¨¢n Hunga Tonga inyect¨® unos 150 millones de toneladas de vapor de agua a la estratosfera
Fuente: Joshua Stevens/NASA Earth Observatory.
5. Combustibles mar¨ªtimos. Otro de los factores sobre los que existe incertidumbre es la influencia que ha podido tener las nuevas normas internacionales sobre los combustibles en el transporte mar¨ªtimo, que han obligado a reducir dr¨¢sticamente las emisiones de azufre, que podr¨ªa haber tenido una influencia en las temperaturas tan altas en el Atl¨¢ntico norte.
M¨¢s all¨¢ de cuestiones coyunturales, Buontempo resume claramente d¨®nde est¨¢ el problema de fondo: ¡°Mientras las concentraciones de gases de efecto invernadero sigan aumentando, no podemos esperar resultados diferentes a los observados este a?o¡±, el a?o m¨¢s caluroso jam¨¢s registrado.
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