Petro y los fantasmas: conspiraci¨®n y traici¨®n en la Casa de Nari?o
El presidente vive d¨ªas de desasosiego y desconcierto por las campa?as en su contra que han denunciado la primera dama, Ver¨®nica Alcocer, y su n¨²mero 2, Laura Sarabia
En la Casa de Nari?o se respira estos d¨ªas un aire t¨®xico. Gustavo Petro vive con preocupaci¨®n y desconcierto todo lo que est¨¢ pasando a su alrededor. Pocos se atreven a tocar esta semana a la puerta de su oficina. El presidente muestra un semblante serio y un malhumor desconocido hasta ahora en su faceta de jefe de Estado. Le gusta repetir que el poder act¨²a como un veneno y le preocupa que los suyos no sean capaces de vencer esa tentaci¨®n. Hace tiempo que en su tel¨¦fono recibe advertencias, insinuaciones, malidicencias, montajes con acusaciones muy graves contra sus asesores. Petro no responde esos mensajes, deja en visto a quienes los env¨ªan. No los mandan an¨®nimos, sino gente que ha trabajado antes con ¨¦l y ahora se encuentra fuera de su c¨ªrculo. Muchos creen que han estado 20 a?os apoy¨¢ndole y que llegado el momento se ha rodeado de unos reci¨¦n llegados que no lo cuidan como deber¨ªan. Otros han salido del Gobierno despu¨¦s de dos a?os y no escatiman en contar intimidades por sentirse abandonados, expulsados del para¨ªso. Eso ha generado un clima de desconfianza. Unos funcionarios recelan de otros. Se persigue con sa?a a los filtradores y m¨¢s de uno ha salido por la puerta por este motivo, sin que necesariamente fuera verdad. Se ha expandido una mentalidad paranoide. La conclusi¨®n es que los enemigos no est¨¢n en lugares remotos, sino que caminan por los pasillos de la residencia presidencial y Petro puede o¨ªr sus pasos.
Estas preocupaciones revolotean como insectos que pican alrededor de las dos mujeres que m¨¢s cerca tiene, la primera dama, Ver¨®nica Alcocer, y su n¨²mero 2, Laura Sarabia. A Alcocer la conoci¨® hace 24 a?os. Ella estaba entre el p¨²blico de una conferencia que fue a dar en una universidad. Se deslumbraron mutuamente. Juntos han tenido dos hijas y ¨¦l adopt¨® a un hijo de ella, o sea que son tres. A Sarabia la descubri¨® como asistente de su jefe de campa?a, Armando Benedetti, y pronto sinti¨® que la necesitaba a su lado, para todo, lo personal y lo profesional. Una mente ordenada y capaz para un se?or que habita un planeta propio. Ahora las dos enfrentan problemas y ¨¦l, a menudo absorto de lo cotidiano, se muestra realmente preocupado, seg¨²n fuentes cercanas al presidente. Siente que su burbuja tiene grietas.
La primera dama crey¨® hace tres a?os que, despu¨¦s de haber criado a sus hijas con un marido no implicado en los cuidados, sino centrado en su vida pol¨ªtica, lleg¨® el momento de crear su propio perfil p¨²blico. Tuvo una voz preponderante en la campa?a y pon¨ªa y apartaba gente seg¨²n su gusto. Todos se cuidaban de molestarla. Nadie, salvo Petro, se atrev¨ªa a llevarle la contraria. Aglutin¨® un poder sorprendente, por ¨®smosis. Lleg¨® a Palacio con un equipo que llevaba mucho tiempo con ella, pero los apart¨® poco a poco. En su lugar tomaron el control Agmeth Ascaf, miembro de la C¨¢mara de Representantes de Colombia y amigo desde hace muchos a?os, y un primo que no ten¨ªa contrato como funcionario p¨²blico y hac¨ªa su agenda. En estos casi dos a?os no ha hecho muchos amigos. A veces ha pedido la cabeza de alguien y Petro no se la ha dado de inmediato. Hay cercanos al presidente que creen que han ca¨ªdo en desgracia por no contar con su aprobaci¨®n. Su relaci¨®n con asesores catalanes que han tratado de hacer negocios presumiendo de su cercan¨ªa a Petro ha levantado cejas.
Ahora ella cree que quieren cavar su tumba p¨²blica. En una denuncia penal que present¨® el 4 de junio y se conoci¨® este viernes, la esposa del presidente asegura que existe un ¡°fuego amigo¡± del que tiene datos para aportar cuando se asigne un fiscal. ¡°En estos casos, son personas dentro del mismo Gobierno quienes lanzan historias y rumores para confundir a la opini¨®n p¨²blica y minimizar el escrutinio sobre sus propias acciones¡±, revela en un escrito dirigido a la fiscal general, Luz Adriana Camargo. El documento se?ala que existe ¡°una estrategia sistem¨¢tica de desinformaci¨®n, atentatoria contra la dignidad humana, la honra y el buen nombre¡±. Seg¨²n ella, los responsables ponen a circular cadenas de mensajes que tarde o temprano replican los medios de comunicaci¨®n. Contin¨²a la denuncia: ¡°Escriben historias que, naturalmente, no suscriben, mezclando un par de datos reales con monta?as de mentiras. Se autoasignan la calidad de fuentes bien informadas, y al final encuentran comunicadores y opinadores que recogen sus historias y las publican sin ninguna verificaci¨®n o contraste previo¡±.
Sarabia, la persona m¨¢s poderosa del Gobierno sin lugar a dudas, no se ha librado de este ambiente de sospecha. Desde hace meses circula un informe ap¨®crifo que varios periodistas han recibido en sus tel¨¦fonos. Congresistas lo han enviado como un globo sonda. En ¨¦l se acusa a Andr¨¦s Sarabia, hermano de Laura, de cobrar mordidas por asegurar cargos p¨²blicos. Es una de esas cadenas de WhatsApp tan reenviadas que solo puedes mand¨¢rsela a una persona m¨¢s. Alejandro Villanueva, director de un portal que se llama Desigual, ha usado parte de esa informaci¨®n con algunos a?adidos para poner en tela de juicio la reputaci¨®n de Sarabia y su hermano. Laura se muestra confundida porque hace tiempo que no se habla con Andr¨¦s. El hermano se defiende por chat: ¡°Soy alguien honesto¡±. El problema del v¨ªdeo de Villanueva es que habla casi siempre en condicional, con frases como: ¡°Si eso es cierto...¡±. El t¨ªtulo del v¨ªdeo ya da muestras de lo que va a ser el contenido: ¡°?El hermano de Laura Sarabia y Jaime Augusto Ram¨ªrez Cobo (asesor de Sarabia) manejan una red ilegal de contrataci¨®n p¨²blica?¡±. La publicaci¨®n no puede considerarse un trabajo period¨ªstico porque no maneja los c¨®digos del oficio, que consiste en demostrar y no en especular. De hecho, de esta forma la carga de la prueba recae en el se?alado, que tiene que salir a demostrar su inocencia, y no en el que se?ala. En cualquier caso, sea cierto o no lo que ah¨ª se cuenta, ha tenido impacto en redes sociales -no tanto en medios tradicionales, que han sido cautos- y ha valido para que Vicky D¨¢vila, la directora de la revista Semana y el personaje p¨²blico m¨¢s antipetrista que existe, felicite a Villanueva en p¨²blico: ¡°Gracias, Alejandro¡±.
El propio Jaime Ram¨ªrez, enlace de la Presidencia con el Congreso, y Daniela Valencia, de Fiduprevisora, han denunciado tambi¨¦n ser v¨ªctimas de calumnias. Se le acusa a ¨¦l de colocarla en el puesto a ella, que es su pareja, despu¨¦s de un trabajo intenso de lobby del que existen testigos. En Palacio sostienen que Petro no estaba enterado de un asunto tan menor. A ¨¦l se le tiene por un hombre de ideas, alejado de tr¨¢mites y burocracias. Sus enemigos m¨¢s encarnados reconocen en privado que no es alguien a quien el tiempo ha corrompido. Pero las sospechas cercan a muchos de los que le rodean. No suele desentenderse de su equipo de confianza por un mero se?alamiento, suele pensar que se trata de un ataque de la gente que quiere enturbiar el cambio que ¨¦l ha prometido en Colombia. Sin embargo, en este instante el ruido es atronador y le llega con nitidez, aunque se haya encerrado en su despacho. Las traiciones y las conspiraciones de las que siempre ha tratado de mantenerse al margen se le han colado por debajo de la puerta.
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