Bolivia no puede dar marcha atr¨¢s
Las dictaduras militares parec¨ªan cosa del pasado en Am¨¦rica Latina, pero empiezan a aparecer vientos autocr¨¢ticos, en Brasil, en Guatemala, en el Salvador, con su m¨¢s reciente episodio en Bolivia
Am¨¦rica Latina abandon¨®, desde los a?os 80, las dictaduras militares como sistema de gobierno. Luego, a trav¨¦s de comisiones de verdad, jueces y tribunales transicionales, que atend¨ªan el reconocimiento y la reparaci¨®n de las v¨ªctimas, lograron exorcizar los demonios autoritarios que se hab¨ªan apoderado del continente desde los a?os 60. Gracias a estos ejercicios de verdad, reparaci¨®n y justicia los pa¨ªses pudieron convocar elecciones que restablecieron su vocaci¨®n democr¨¢tica y permitieron...
Am¨¦rica Latina abandon¨®, desde los a?os 80, las dictaduras militares como sistema de gobierno. Luego, a trav¨¦s de comisiones de verdad, jueces y tribunales transicionales, que atend¨ªan el reconocimiento y la reparaci¨®n de las v¨ªctimas, lograron exorcizar los demonios autoritarios que se hab¨ªan apoderado del continente desde los a?os 60. Gracias a estos ejercicios de verdad, reparaci¨®n y justicia los pa¨ªses pudieron convocar elecciones que restablecieron su vocaci¨®n democr¨¢tica y permitieron a los ciudadanos elegir libremente a sus dirigentes.
Desde entonces se han celebrado m¨¢s de un centenar de elecciones generales en Am¨¦rica Latina y el Caribe. Muchos pensamos que est¨¢bamos vacunados para siempre contra las dictaduras militares. Hasta hoy, cuando han comenzado a aparecer episodios autocr¨¢ticos que cuestionan el camino de la continuidad democr¨¢tica. La invasi¨®n del Palacio de Planalto en Brasilia por el bolsonarismo. El golpe electoral contra Evo Morales que desconoci¨®, con la ayuda de la OEA, los resultados de la primera vuelta presidencial en diciembre de 2019 cuando el pueblo boliviano lo eligi¨® como presidente. Las zancadillas y trampas judiciales de los corruptos contra el derecho leg¨ªtimo de Bernardo Ar¨¦valo de gobernar limpiamente en Guatemala. El golpe de Estado constitucional de Nayib Bukele en Salvador para explicar su ileg¨ªtima reelecci¨®n. El allanamiento de la Embajada de M¨¦xico en Ecuador por las fuerzas militares al servicio de Daniel Noboa. La demolici¨®n sistem¨¢tica de la institucionalidad argentina en la que anda empe?ado Javier Milei y, por supuesto, la invasi¨®n al capitolio de Washington por los trumpistas, quienes fueron condenados judicialmente.
Todas estas son pruebas de que, como se?alaba alguien, las tentaciones totalitarias siguen vivas en Am¨¦rica Latina. Aunque en Bolivia, en el pasado, el derrocamiento de los antecesores lleg¨® a ser una forma aceptada de cambio de gobierno, desde hace varios a?os la mayor¨ªa de la opini¨®n boliviana comparte la idea general de que la regi¨®n, durante los ¨²ltimos a?os, ha conseguido vacunarse contra el golpismo militar de los a?os 60 y acuden a nuevos espacios democr¨¢ticos. Lo acontecido esta semana con la improvisada rebeli¨®n del general Zu?iga en Bolivia, demuestra que la derechizaci¨®n del continente y su simpat¨ªa c¨®mplice con fuerzas de la derecha europea como VOX y el PP en Espa?a o Marine Le Pen en Francia, podr¨ªan llevar la regi¨®n de nuevo a un peligroso escenario de gobiernos antidemocr¨¢ticos inspirados en un mismo libreto donde aparecen: la xenofobia, el negacionismo clim¨¢tico, el populismo punitivo, la fiscalidad regresiva, el desconocimiento de los derechos y garant¨ªas de las minor¨ªas, y la mano dura para responder a las manifestaciones de inconformidad social sin ahondar, ni mucho menos remediar sus causas.
Precisamente, lo que consiguieron Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia durante los a?os del gobierno de socialismo democr¨¢tico, con la muy eficaz ayuda de un equipo de profesionales calificados como Luis Arce, fue demostrar que s¨ª era posible conseguir la satisfacci¨®n de objetivos, aparentemente antin¨®micos, como: crecimiento e igualdad, menor inflaci¨®n y m¨¢s empleo, garant¨ªas civiles con inclusi¨®n social, y coexistencia de la defensa de la soberan¨ªa nacional con integraci¨®n regional.
Morales y Arce, durante sus gobiernos, le a?adieron a esta receta virtuosa de un nuevo Modelo Solidario de Desarrollo Econ¨®mico el aprovechamiento de recursos naturales como el gas, y ahora el litio, con la mayor reserva mundial de este mineral en el Salar de Uyuni. El problema es que ahora est¨¢n divididos alrededor de la pr¨®xima sucesi¨®n presidencial, lo cual ha enturbiado los ¨¢nimos dentro de los amigos y empoderado a las fuerzas de derecha, especialmente las radicales, que han visto la posibilidad de regresar pasando por en medio de estos hermanos divididos. Tengo la seguridad de que los dos entender¨¢n que el futuro de la paz y el progreso de Bolivia est¨¢n estrechamente ligados a la unidad del Movimiento (MAS) en el cual ambos militan.
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