¡°Nos toca hacer de tripas coraz¨®n¡±: el 86,8% de los nicarag¨¹enses no pueden comprar la canasta b¨¢sica

Lydia es una operaria de zona franca en Managua. Trabaja en una l¨ªnea de ensamblaje de camisas en el Parque Industrial Las Mercedes y en enero de 2024 recibi¨® una noticia que, a pesar de sonar buena, no la emocion¨® tanto: el Gobierno de Daniel Ortega, empleadores y sindicatos decidieron aumentar el salario para los trabajadores de las maquilas. La denominada ¡°comisi¨®n tripartita¡± estableci¨® un nuevo salario m¨ªnimo mensual de 8.746,46 c¨®rdobas, es decir 239 d¨®lares al cambio oficial. En t¨¦rminos pr¨¢cticos, un aumento de 18 d¨®lares estadounidenses.

¡°Algo es algo, pero siempre resulta insuficiente. La vida est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s cara¡±, dice Lydia a EL PA?S v¨ªa telef¨®nica y con temor, raz¨®n por la que solicita anonimato. ¡°Yo tengo dos ni?os peque?os, soy madre soltera y no tenemos de otra: nos toca hacer de tripas coraz¨®n, sobre todo con el tema de la comida¡±. Con el aumento, Lydia gana ahora 8.098,46 c¨®rdobas, unos 221 d¨®lares mensuales. Pero ese monto es insuficiente para comprar los 22 productos primarios de la canasta b¨¢sica nicarag¨¹ense. ¡°Lo que uno hace es buscar el acomodo: se come arroz, frijoles, sopas instant¨¢neas, queso cuando se puede pagar, o en sustituci¨®n del queso pues crema, porque rinde m¨¢s¡±, narra la mujer.

A pesar de la propaganda de bonanza que promueve el r¨¦gimen de Ortega y su esposa, la ¡°copresidenta¡± Rosario Murillo, un 86.8% de los nicarag¨¹enses asegura que no pueden cubrir el costo de la canasta b¨¢sica. El dato lo arroja un informe titulado Percepci¨®n de la Realidad Pol¨ªtica, Social y Econ¨®mica de Nicaragua, realizado por la organizaci¨®n Hagamos Democracia. El informe independiente, basado en 200 encuestas muestrales, agrega que el 87,3% de las personas consultadas expusieron que sus ingresos no les permiten cubrir todos sus gastos mensuales y cotidianos para sus familias. S¨®lo el 12.7% de los consultados respondieron que s¨ª.

Lydia est¨¢ en ese grupo, entre las m¨¢s afectadas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Informaci¨®n (Inide), el costo de la canasta b¨¢sica de Nicaragua en mayo de 2024 era de 20.560 c¨®rdobas, unos 555 d¨®lares. Es decir, si Lydia invirtiera todo su salario en comprar la canasta b¨¢sica apenas le alcanzar¨ªa para comprar un tercio de ella.

Para que una familia de cuatro miembros se alimente en Nicaragua, necesita comprar 14.414 c¨®rdobas (394 d¨®lares) mensuales, s¨®lo en comestibles. Esto quiere decir que ni siquiera con dos salarios m¨ªnimos iguales de trabajadores del Estado se puede comprar los alimentos b¨¢sicos para una familia. Todo esto sin incluir los gastos del hogar: alquiler, gas, transporte, agua, luz el¨¦ctrica, jab¨®n, detergente, pasta dental, vestuario, entre otros.

Disparidad entre salarios y poder adquisitivo

¡°Estos datos demuestran que, en la Nicaragua actual, tal y como est¨¢ compuesto el salario en contraposici¨®n a lo que este debe cubrir, el empleo ya resulta ineficaz para generar estabilidad y solvencia a las familias, cuyas calidades de vidas van en desmedro¡±, indica el estudio de Hagamos Democracia. Mientras los alimentos aumentaron entre el 26% y el 146% en los ¨²ltimos seis a?os, el salario real ¡ªque mide el poder adquisitivo seg¨²n el Banco Central de Nicaragua (BCN)¡ª disminuy¨® en m¨¢s del 20%. Una disparidad que los bolsillos de los ciudadanos nicarag¨¹enses resienten cuando pagan sus alimentos.

Seg¨²n los datos del Inide, en los ¨²ltimos seis a?os los alimentos de la canasta b¨¢sica ¡ªindicada para una familia de dos adultos y tres ni?os¡ª han aumentado su precio en un 60%. El ¨²ltimo precio admitido por el Gobierno, de 20.560 c¨®rdobas, es el m¨¢s alto en los ¨²ltimos 40 a?os en Nicaragua. El costo de los productos de la canasta b¨¢sica se dispararon producto del desajuste que dej¨® la pandemia de coronavirus. El desajuste entre la demanda y oferta mundial dispar¨® los precios en el mundo y por ende una inflaci¨®n que no da tregua. Ese fen¨®meno econ¨®mico golpea con fuerza a los nicarag¨¹enses, que viven en el segundo pa¨ªs m¨¢s pobre de Latinoam¨¦rica despu¨¦s de Hait¨ª.

Precariedad de empleos y remesas

El informe de Hagamos Democracia, que se realiz¨® a falta de datos fiables por parte del Gobierno Ortega-Murillo, alerta tambi¨¦n de la precariedad de los empleos con los que cuentan los nicarag¨¹enses. Las consultas a la ciudadan¨ªa arrojaron que la gran mayor¨ªa de las personas trabajan por cuenta propia, con el 55,3%. Esto representa un significativo aumento de casi un 10% respecto a consultas anteriores realizadas por el organismo. El 28,3% de los consultados tienen empleo formal, porcentaje que disminuy¨® respecto a los informes anteriores. El 16,2% no tiene empleo, lo que no ha tenido mucha variabilidad.

Hagamos Democracia concluye que el gran aumento de personas en el trabajo informal tiene repercusiones directas en su capacidad salarial para cubrir los gastos mensuales, y tambi¨¦n tiene efectos negativos en la ausencia de contribuci¨®n al sistema de seguridad social, y en la necesidad y deseo de migrar. ¡°Este aumento del trabajo informal pone de manifiesto la incapacidad del Gobierno para la generaci¨®n de plazas laborales, y la ausencia de empleabilidad privada¡±, expone el informe realizado por el investigador Manuel Orozco del Di¨¢logo Interamericano y el economista Enrique S¨¢enz.

M¨¢s dependencia de las remesas

Otro aspecto que destacan los expertos son las remesas familiares. Esa inyecci¨®n de dinero forma una parte importante de los ingresos de 6 de cada 10 nicarag¨¹enses consultados: el impacto de las remesas en la econom¨ªa nica es tan fuerte, que sin ellas el crecimiento econ¨®mico ser¨ªa negativo. No obstante, a diferencia de a?os anteriores, las remesas son necesarias para la subsistencia mensual de las personas.

¡°Esto significa que las remesas ya no son para los zapatitos o la ropa que antes se compraba, ahora es para comprar la comida de la quincena y los gastos b¨¢sicos¡±, expres¨® Jes¨²s Tefel, director de Hagamos Democracia durante la presentaci¨®n del informe. Aunque las remesas, que ascendieron a 1.140,9 millones de d¨®lares en el primer trimestre de 2024 acorde con el BCN, son importantes para la econom¨ªa del pa¨ªs, las familias se est¨¢n volviendo dependientes de este ingreso.

Tras seis a?os de crisis sociopol¨ªtica, la poblaci¨®n nicarag¨¹ense todav¨ªa mantiene un ¡°deseo absolutamente mayoritario de migrar si pudieran hacerlo¡±. El 61,4% de las personas consultadas aseguraron que s¨ª migrar¨ªan si pudieran, frente al 38,6% que respondi¨® que no. Desde 2018, m¨¢s de un mill¨®n de nicarag¨¹enses han huido del pa¨ªs a causa de la persecuci¨®n pol¨ªtica y la precariedad econ¨®mica.

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