Edmundo Gonz¨¢lez: ¡°Nuestra victoria obligar¨¢ al Gobierno a negociar¡±
El candidato presidencial de la oposici¨®n venezolana se muestra seguro de su ventaja, pero duda de la conducta del presidente Maduro en caso de que pierda el chavismo
La sede del comando de campa?a de Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, afirma ¨¦l mismo, es su casa, un apartamento de mediano tama?o con una excelente vista de Caracas en una de las colinas que rodean la ciudad. Ah¨ª despacha, organiza encuentros por Zoom, se re¨²ne con el equipo de estrategia y atiende a voluntarios y periodistas, ayudado por su esposa e hijas.
Su casa ahora est¨¢ custodiada a distancia por efectivos de la Polic¨ªa Nacional Bolivariana, que mantienen, con todo, una actitud amable. El propio candidato relata que siempre se detiene a saludarlos cuando entra y sale. La vida personal del hasta hace poco desconocido diplom¨¢tico, de 74 a?os, ha cambiado 180 grados desde que es candidato, asediada ahora por un torbellino de multitudes, de obligaciones, de m¨ªtines y demandas de toda ¨ªndole.
Afirma que ya se ha habituado. Los ciudadanos ya lo reconocen en todos lados, y lo habitual es que digan al o¨ªdo lo mismo que a Mar¨ªa Corina Machado: que son su ¨²ltima esperanza, que no quieren emigrar, que quieren ver a sus hijos regresar al pa¨ªs. Edmundo Gonz¨¢lez representa el domingo la opci¨®n de cambio, de poner fin a 25 a?os continuados de chavismo. El candidato del oficialismo, el presidente Nicol¨¢s Maduro, intenta ponerle freno.
Pregunta. El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha acusado a la prensa de estar financiada por el narcotr¨¢fico y trabajar en conjunto con la oposici¨®n para revertir el resultado de las elecciones. El fiscal Tarek William Saab dice que si alguien anuncia resultados antes que las autoridades podr¨ªa ir preso. El presidente del Parlamento, Jorge Rodr¨ªguez, tambi¨¦n habla de un plan de la oposici¨®n para cantar fraude nada m¨¢s cerrarse las urnas. ?C¨®mo interpreta estas declaraciones?
Respuesta. Lejos de ser garantes de la institucionalidad, de la transparencia, act¨²an como activistas pol¨ªticos del Gobierno. Eso ser¨ªa inaceptable en otras circunstancias. Han perdido todo l¨ªmite. Ah¨ª vemos a un presidente del CNE pr¨¢cticamente haciendo campa?a pol¨ªtica en favor del Gobierno. En 2006, Jorge Rodr¨ªguez sali¨® de la directiva del CNE a ser vicepresidente de la Rep¨²blica. No hay el menor recato.
P. ?C¨®mo se ha sentido, en lo personal, en la campa?a electoral?
R. No formo parte de este mundo, no soy pol¨ªtico ni me interesa el poder, pero debo decir que me siento bien, adaptado. He asumido mi nuevo papel, el que me corresponde en esta coyuntura: cumplir con mi compromiso personal para la causa de la democracia y la reconstrucci¨®n de mi pa¨ªs. El reencuentro entre los venezolanos. Me gusta hablar de eso, este ser¨¢ el gobierno del reencuentro, del regreso a la patria, de abrazar a aquellos que se fueron.
P. ?Se siente listo para asumir la Presidencia de la Rep¨²blica en un contexto como este? Ser¨ªa presidente electo hasta el 10 de enero de 2025, cuando acaba el mandato de Maduro, una transici¨®n de seis meses.
R. Las circunstancias me han puesto aqu¨ª y yo creo en esas cosas del destino. Asumo mi responsabilidad con el mayor compromiso. Adem¨¢s, no estoy solo, me acompa?a mucho m¨¢s de la mitad del pa¨ªs y, por supuesto, el liderazgo de Mar¨ªa Corina Machado. Todas las encuestas de opini¨®n nos otorgan una c¨®moda posici¨®n, lo cual no nos pone triunfalistas. Ahora es que viene lo duro. Negociar con estos se?ores para lograr una transici¨®n ordenada ser¨¢ muy dif¨ªcil.
P. ?Estar¨ªan garantizados ¨Dte¨®ricamente, en caso asumir el poder¨D los derechos pol¨ªticos y legales de estos dirigentes?
R. Por supuesto que s¨ª. Hay que ver lo que debe significar para estos pol¨ªticos que existan sobre ellos recompensas internacionales de miles de d¨®lares. ?Van a entregar si pierden? En cualquier pa¨ªs democr¨¢tico eso es lo normal, perder y entregar. Han revocado la invitaci¨®n a Alberto Fern¨¢ndez, el expresidente argentino, solo porque plante¨® p¨²blicamente a Nicol¨¢s Maduro la posibilidad de perder.
P. ?Y eso no quiere decir entonces que no le van a entregar el poder en caso de ganar la elecci¨®n?
R. No, lo que quiero decir es que son expresiones contrarias a una conducta democr¨¢tica, civilizada. En cualquier pa¨ªs del mundo una transici¨®n es un procedimiento de rutina, no se criminaliza.
P. ?Qu¨¦ impresi¨®n tiene del estado de ¨¢nimo de la poblaci¨®n en sus recorridos?
R. Mucho fervor, mucha desesperaci¨®n. Por ejemplo, yo no he visto en la campa?a a los llamados colectivos (escuadrones civiles chavistas) en ninguna parte. En muchas alcabalas, polic¨ªas y militares nos hacen gui?os, nos saludan cuando pueden, es muy com¨²n. Hay mucha ilusi¨®n.
P. ?Ha recibido maltratos de funcionarios oficiales?
R. Es poco com¨²n. Una vez un comisario pol¨ªtico de Conviasa, la l¨ªnea a¨¦rea estatal, me atac¨® verbalmente y me acos¨® por tomar esa l¨ªnea para un viaje, dizque por haber pedido las sanciones. No le contest¨¦ para no caer en provocaciones. Ocasionalmente sucede, pero son hechos aislados.
P. ?C¨®mo ve usted en este momento al chavismo?
R. Es una fuerza todav¨ªa, existe, est¨¢ ah¨ª. Muy disminuido, pero existente. No me quiero imaginar a esa minor¨ªa haciendo el papel de la oposici¨®n, as¨ª como hicieron, en calidad de amenaza.
P. ?Considera usted inevitable que eso suceda?
R. Si el triunfo que obtendremos es de la magnitud que esperamos, aqu¨ª se va a producir una nueva realidad. Forzado por las circunstancias, pienso que Maduro entender¨¢ que debe entregar el poder, y que la mejor manera es hacerlo de una forma ordenada, democr¨¢tica, decente. En caso de perder, se hacen las comisiones de enlace, se establecen los contactos.
P. ?Cree usted, a cuatro d¨ªas de las elecciones, que es posible llegar al poder? ?Lo ve viable?
R. Soy un dem¨®crata a carta cabal y creo en las reglas de la democracia. Nuestro adversario no respeta las reglas de la democracia. Es ah¨ª donde el papel de la comunidad internacional, de determinadas figuras, pueden contribuir a crear un ambiente favorable a una transici¨®n.
P. ?Se ha sentido amenazado en lo personal?
R. No. Algunas agresiones verbales ocasionales de ciudadanos chavistas, nada grave. Nos fuimos a comer una arepa en La Encrucijada, al terminar el acto en Valencia, y unos funcionarios comenzaron a insultarnos, eran concejales. Nos tuvimos que ir. Lo que lamento es que no me pude terminar la arepa.
P. ?Un gobierno suyo iniciar¨ªa un programa agresivo de privatizaciones de corte ultraliberal, a lo Javier Milei en Argentina, como le acusan algunos cr¨ªticos?
R. No. Nuestro plan es muy claro, hemos tomado elementos del plan de Gobierno de Mar¨ªa Corina [Machado], Tierra de Gracia; pero tambi¨¦n del Plan Pa¨ªs de 2019, y de otros proyectos program¨¢ticos anteriores. Un proyecto de centro, equilibrado, con presencia estatal.
P. ?Privatizar¨ªa usted Petr¨®leos de Venezuela?
R. No. Las empresas estatales que funcionen, se mantendr¨¢n. Tendremos que buscar ayuda para impulsar proyectos rezagados, y el Estado no tiene por qu¨¦ estar metido en todo, administrando hoteles o l¨ªneas de taxi. Hay que ampliar la participaci¨®n del sector privado.
P. ?Se han producido contactos, mensajes pol¨ªticos, con sectores del Gobierno o facciones del chavismo?
R. No, al menos no de mi lado. Desde hace tiempo, tenemos a Gerardo Blyde como vocero nuestro para las conversaciones con el Gobierno, y algunas cosas se han hecho, pero no hay un mecanismo de di¨¢logo formal.
P. ?C¨®mo se ve en una transici¨®n en estas circunstancias, rodeado de un Estado chavista?
R. Sostengo que la magnitud de nuestra victoria va a abrir una realidad pol¨ªtica que obligar¨¢ al Gobierno a negociar. Me gust¨® mucho lo que afirm¨® Nicol¨¢s Maduro Guerra, el hijo del presidente: el que pierda las elecciones lo tiene que reconocer.
P. ?Un mensaje que le quiera mandar al chavismo, a Nicol¨¢s Maduro en este momento?
R. En diversas oportunidades lo hemos dicho: mi Gobierno ser¨¢ abierto, de todos. Los adversarios ser¨¢n respetados, nunca ser¨¢n tratados como enemigos. No habr¨¢ persecuci¨®n. Vamos al reencuentro, a la reconciliaci¨®n.
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