Brasil est¨¢ con dolor de parto en una lucha pol¨ªtica entre extremistas y pragm¨¢ticos
Los brasile?os andan a la b¨²squeda de nuevos equilibrios pol¨ªticos en la previa de la segunda vuelta de las elecciones municipales
La pol¨ªtica brasile?a est¨¢ en plena evoluci¨®n, como lo est¨¢n demostrando las elecciones municipales en curso. Ya no es tanto entre izquierdas y derechas, ni siquiera entre Lula y Bolsonaro. Los extremos se van difuminando en busca de un centro y Brasil se vuelve m¨¢s pragm¨¢tico. La demostraci¨®n es que en estas elecciones locales los brasile?os ya no est¨¢n divididos entre los seguidores de la izquierda lulista y de la ultraderecha bolsonarista.
Como ha escrito la...
La pol¨ªtica brasile?a est¨¢ en plena evoluci¨®n, como lo est¨¢n demostrando las elecciones municipales en curso. Ya no es tanto entre izquierdas y derechas, ni siquiera entre Lula y Bolsonaro. Los extremos se van difuminando en busca de un centro y Brasil se vuelve m¨¢s pragm¨¢tico. La demostraci¨®n es que en estas elecciones locales los brasile?os ya no est¨¢n divididos entre los seguidores de la izquierda lulista y de la ultraderecha bolsonarista.
Como ha escrito la analista pol¨ªtica Eliane Cantanhede: ¡°Brasil sigue inclin¨¢ndose hacia la derecha, pero ha llegado la hora de analizar de qu¨¦ derecha se trata¡±. Por lo pronto, las elecciones municipales est¨¢n enviando una se?al clara: los brasile?os no quieren ya la polarizaci¨®n radical entre derechas e izquierdas. Lo demuestra el hecho de que ni Lula ni Bolsonaro aparecen como l¨ªderes indiscutibles en las elecciones ya que empiezan a despuntar nuevos l¨ªderes inclinados hacia el centro, con el coraz¨®n puesto m¨¢s en la resoluci¨®n de los problemas concretos que desaf¨ªan al pa¨ªs que en la pura ideolog¨ªa.
En estas elecciones que tienen los ojos puestos en las presidenciales del 2026, los grandes protagonistas no est¨¢n siendo Lula y Bolsonaro difumin¨¢ndose la hasta ayer dicotom¨ªa pura entre extrema derecha y extrema izquierda. Quienes est¨¢n ganando las elecciones son los l¨ªderes m¨¢s moderados que est¨¢n surgiendo. Es como si los brasile?os dijeran: ¡°Ni Lula ni Bolsonaro¡±. De hecho, ante los primeros resultados de las municipales est¨¢ quedando claro que los brasile?os se han cansado de las guerras ideol¨®gicas y se preocupan de que se les resuelvan sus problemas vitales entre los que figuran la seguridad p¨²blica cada vez m¨¢s agravada y la inflaci¨®n en el campo de la alimentaci¨®n.
Podr¨ªa preguntarse si es un bien o un mal que Brasil empiece a dejar de lado la guerra pol¨ªtica entre los extremos de izquierdas y de derechas, dos campos en los que est¨¢n surgiendo nuevos l¨ªderes potenciales, menos politizados y m¨¢s pragm¨¢ticos. Lo cierto es que la pol¨ªtica brasile?a est¨¢ en fase de transformaci¨®n y en ella empiezan a despuntar nuevos l¨ªderes incluso entre los m¨¢s j¨®venes menos ideologizados que est¨¢n arrastrando por ejemplo a los antiguos l¨ªderes del mundo sindical y de la izquierda a una visi¨®n diferente del mundo del trabajo.
Empieza a existir en la pol¨ªtica brasile?a un cierto pragmatismo que abandona los extremismos en busca de recetas m¨¢s centristas y m¨¢s pegadas a la vida concreta de las personas y al futuro de nuevas formas de trabajo. La prueba definitiva se podr¨¢ tener con las pr¨®ximas presidenciales que, al parecer ya no ser¨¢n un remedo de las elecciones ultrapolarizadas entre la izquierda tradicional y sindicalista de Lula y la ultraderecha fascista del bolsonarismo. Todo resbala hacia un nuevo centro como lo est¨¢n anunciando los resultados de las elecciones municipales.
Los brasile?os andan a la b¨²squeda de nuevos equilibrios pol¨ªticos despu¨¦s de la pr¨¢ctica desaparici¨®n del partido de la socialdemocracia de Fernando Henrique Cardoso que dej¨® el camino abierto a los extremismos de izquierdas y derechas, lo que parece claro en la presencia de l¨ªderes m¨¢s moderados a ambos lados de los extremos pol¨ªticos.
En la lucha en curso entre la izquierda de Lula y la ultraderecha de Bolsonaro es significativo que ambos l¨ªderes empiezan a ser vistos como superados, acusados o de cansancio pol¨ªtico o de fuerza del liderazgo pasado. De Lula se dice que est¨¢ desgastado incluso por la edad y a Bolsonaro hasta una parte de los suyos empieza a acusarle de ¡°miedoso¡±, que huye de la lucha como est¨¢ apareciendo en las elecciones municipales donde est¨¢ triunfando un nuevo centro conservador pero no fascista.
El resultado de la segunda vuelta en las importantes elecciones municipales de S?o Paulo con 22 millones de habitantes en las que disputan el Gobierno de la ciudad considerada el coraz¨®n econ¨®mico del pa¨ªs, sea el actual alcalde de derecha moderada que el candidato de la izquierda apoyado por Lula son vistos como un term¨®metro de la actualidad pol¨ªtica del pa¨ªs. Y los primeros sondeos sobre el resultado final est¨¢n indicando una derrota abierta del elegido por Lula, que a¨²n representa la antigua izquierda, contra el moderado de derechas ya lejano a los arrobos fascistas del bolsonarismo.