Cardoso: ¡°Creo que los militares no desean asumir el poder en Brasil en este momento¡±
El expresidente brasile?o charla con EL PA?S sobre Bolsonaro, los militares, la pandemia y la econom¨ªa
El expresidente brasile?o Fernando Henrique Cardoso, que conoci¨® una guerra mundial, la dictadura y el exilio, parece bien adaptado a la reclusi¨®n en su casa de S?o Paulo. A las puertas de los 89 a?os, el coronavirus es una amenaza muy grave. Desde hace dos meses se relaciona solo por tel¨¦fono con sus hijos y nietos. Soci¨®logo y profesor, sigue ejerciendo de intelectual cl¨¢sico aunque ahora tambi¨¦n tuitea. Este viernes por la ma?ana ha hablado sobre el presidente Bolsonaro, los militares, la pandemia y la econom¨ªa en una entrevista con EL PA?S Brasil emitida en directo.
En la dicotom¨ªa en la que se mueve la pol¨ªtica brasile?a desde el inicio de la pandemia tiene claro su bando. ¡°Entre econom¨ªa y vida, ?de qu¨¦ lado? Yo del lado de la vida. Hay personas que est¨¢n del lado del mercado. Intentaremos que ambas cosas sean compatibles y prepararnos para lo que viene despu¨¦s¡±, dice.
A Cardoso, presidente de honor del Partido de la Socialdemocracia Brasile?a (PSDB), que con 31 diputados es el cuarto grupo parlamentario, se le ve preocupado pero tampoco cree que Brasil est¨¢ en un punto de no retorno. No en este momento. S¨ª ve se?ales inquietantes, pero tambi¨¦n instituciones que responden ante los ataques. El hombre que ocup¨® la Presidencia entre 1995 y 2002 deja claro su disgusto con Jair Bolsonaro: ¡°El presidente quiere m¨¢s poderes, como si no tuviese suficiente. Lo que tiene que hacer es ejercer los que tiene¡±, responde a trav¨¦s de la pantalla del ordenador. A su espalda, una estanter¨ªa repleta de libros y una diminuta reina Isabel II de pl¨¢stico que saluda.
Pese al ruido cada vez m¨¢s presente sobre una eventual intervenci¨®n militar en Brasil, y los constantes desmentidos de los ministros procedentes de las Fuerzas Armadas, Cardoso destaca que en este momento no ve riesgos. Pero lanza una advertencia tras recordar que es hijo de un general y nieto de mariscal. ¡°Creo que los militares no desean en este momento asumir el poder, un golpe. Pero, ?c¨®mo mueren las democracias? No tiene que ser un golpe militar. El presidente mismo puede asumir poderes extraordinarios. O puede tomarlos. ?Hay alguna posibilidad de que ocurra? Dir¨ªa que no hay posibilidad en las condiciones actuales en Brasil. ?Puede haber intentos en esta direcci¨®n? Podr¨ªa haberlos¡±. Se trata, pues, de estar alerta. ¡°No se puede dejar que la democracia sea erosionada desde dentro¡±. Por eso considera esencial alzar la voz cuando alguien cruza los l¨ªmites.
¡°Cuando algunos militares hablan es siempre de manera que defienden la Constituci¨®n. No est¨¢n suscribiendo abiertamente lo que dicen algunos ministros y muchas veces el propio presidente. Creo que este es un momento en el que es necesario hablar claro¡±.
Pero no es solo lo que dicen o callan los miembros del Gobierno que vienen de las Fuerzas Armadas. Es tambi¨¦n su creciente presencia en ¨®rganos gubernamentales de toda ¨ªndole, un desembarco in¨¦dito desde el fin de la dictadura, en 1985. ¡°Cuando un Gobierno empieza a nombrar muchos militares es porque est¨¢ d¨¦bil¡±, recalca. Y en el caso de Bolsonaro, un capit¨¢n en la reserva, porque es ah¨ª donde tiene contactos pero ¡°el resultado es que el Gobierno tendr¨¢ una cara militar. Y los responsables de los errores del Gobierno, quieran o no, ser¨¢n los militares¡±. Incluso por lo que ocurra en la pandemia. ¡°En este momento no, pero despu¨¦s, s¨ª¡±. Un general dirige el Ministerio de Salud despu¨¦s de que el presidente se deshiciera de sus dos predecesores.
Cardoso recuerda algo que hasta hace nada parec¨ªa innecesario recalcar. Que no se puede dar por supuesto la democracia, que hay que cuidarla como a una planta y defenderla de manera cotidiana. El Brasil de Bolsonaro es escenario de constantes ataques a la separaci¨®n de poderes suyos, de sus ministros, sus hijos o seguidores. El acoso a la prensa es cada vez m¨¢s frecuente. Y el propio mandatario, un nost¨¢lgico de la dictadura, ha participado de varios actos en los que se ha reclamado una intervenci¨®n militar. Las advertencias del expresidente Cardoso son desde la calma, sin estridencias: ¡°Tienes varias se?ales aqu¨ª, por decirlo suavemente, que son inquietantes¡±.
En su opini¨®n el actual presidente no est¨¢ a la altura del cargo que ocupa. ¡°Todav¨ªa tenemos democracia. Est¨¢ siendo ara?ada, atacada. ?Es responsabilidad del presidente velar por la democracia? S¨ª. ?Est¨¢ velando por ella? No. Est¨¢ diciendo cosas que no son apropiadas para el jefe del Estado¡±.
Pese a todo, Cardoso considera que la situaci¨®n no est¨¢ madura para un impeachment, que, recalca, ¡°no puede ser un proyecto de oposici¨®n¡±. Recuerda que Bolsonaro mantiene una base fuerte, en la que adem¨¢s hay mucho fan¨¢tico.
?l, que tiene tantos contactos en el mundo entero, es consciente de c¨®mo la imagen de su patria se ha deteriorado en los ¨²ltimos tiempos. Algo que la manera de Bolsonaro de afrontar la pandemia ha agravado. Y eso ser¨¢ un lastre para reactivar la econom¨ªa, para lo que ve imprescindible la cooperaci¨®n internacional. No va a ser f¨¢cil. ¡°Nadie te da dinero si cree que no est¨¢s avanzando. Comienza a haber algo que no hab¨ªa hacia Brasil: empiezan a creer que no somos fiables¡±. El horizonte es sombr¨ªo: ¡°Pasado ma?ana no habr¨¢ pandemia, pero s¨ª desempleo y falta de crecimiento econ¨®mico. Y tambi¨¦n puede haber movilizaciones sociales. Necesitamos prepararnos para vivir con esto, y no para contenerlo¡±.
En el plano econ¨®mico, considera que las recetas con las que el ministro Paulo Guedes estaba trabajando no sirven ya en esta coyuntura. ¡°?l ten¨ªa un rumbo pero lo golpe¨® la crisis. Sus ideas son incorrectas por el momento¡±.
Aunque a?ora viajar y comer de restaurante por su barrio, afirma que solo saldr¨¢ de casa cuando autoridades y las recomendaciones sanitarias lo permitan.
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