Ortega divide a Nicaragua en ¡°reg¨ªmenes especiales de desarrollo¡±, zonas de legislaci¨®n opaca creadas con miras a China
Polit¨®logos y expertos advierten de que se trata de ¡°concesiones arbitrarias¡± que entregan ¡°territorio nacional a intereses extranjeros¡±
A medida que pasan las semanas, los impactos de la profunda reforma a la Constituci¨®n Pol¨ªtica ordenada por Daniel Ortega y Rosario Murillo comienzan a verse y discutirse por separado en Nicaragua. Entre los m¨¢s de 100 art¨ªculos modificados, el 175 ha encendido las alarmas porque cambia la ¡°divisi¨®n pol¨ªtica administrativa¡± del pa¨ªs, al crear ¡°reg¨ªmenes especiales de desarrollo¡±. Es decir, el equivalente a las Zonas Especiales de Desarrollo (Zede) que instauraron e impulsaron en Honduras a partir de 2013 los Gobiernos de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hern¨¢ndez, este ¨²ltimo condenado en Estados Unidos por narcotr¨¢fico.
Las Zede fueron duramente criticadas en Honduras ¨Cy derogadas por la Administraci¨®n de Xiomara Castro en 2022¨C por ser reg¨ªmenes fiscales y aduaneros extraterritoriales con independencia presupuestaria, fiscal y jurisdiccional que ¡°violaban, alteraban, modificaban y lesionaban el territorio nacional, la soberan¨ªa e independencia de la Rep¨²blica, suplantando la soberan¨ªa popular y usurpando los tres poderes del Estado¡±.
En el caso de Nicaragua, la pareja presidencial ha agregado a la divisi¨®n y administraci¨®n del territorio nacional los ¡°reg¨ªmenes especiales de desarrollo¡± sin debate previo, ya que la reforma constitucional ya ha sido aprobada por el Parlamento Sandinista en primera legislatura, cuando un cambio de ese calado requer¨ªa de una Asamblea Nacional Constituyente. Algo que no se hizo.
El nuevo art¨ªculo 175 establece lo siguiente: ¡°El territorio nacional se dividir¨¢ para su administraci¨®n en departamentos, regiones aut¨®nomas de la Costa Caribe, reg¨ªmenes especiales de desarrollo y municipios. Las leyes de la materia determinar¨¢n la creaci¨®n, extensi¨®n, n¨²mero, organizaci¨®n, estructura y funcionamiento de las diversas circunscripciones territoriales¡±.
Aunque ahora no se conoce en mayor detalle el funcionamiento que tendr¨¢n los ¡°reg¨ªmenes especiales de desarrollo¡±, especialistas en municipalismo y analistas pol¨ªticos alertan de los riesgos que implica para Nicaragua la creaci¨®n de estas figuras que proveen condiciones especiales, al margen de la jurisdicci¨®n local, para atraer capital e inversiones for¨¢neas que ayuden al desarrollo econ¨®mico.
El riesgo es a¨²n mayor si se toma en cuenta ¨Ccoinciden los expertos¨C el antecedente de la aprobaci¨®n de ley 840. Esta norma entregaba al misterioso empresario chino Wang Jing no s¨®lo la concesi¨®n para construir un mega canal interoce¨¢nico, sino que creaba para ¨¦l un entramado legal que le permit¨ªa confiscar cualquier propiedad que deseara y pagarla al precio de catastro, muy inferior al de mercado. De la mano de que el concesionario no estaba sujeto a la ley nacional en ning¨²n sentido, entre otras amplias prerrogativas.
Un contexto chino en Nicaragua
Si bien el proyecto canalero de Wang Jing fracas¨® por su falta de credibilidad t¨¦cnica, ambiental y comercial, a mediados de noviembre pasado Ortega revivi¨® la promesa del paso interoce¨¢nico, y ofreci¨® la empresa interoce¨¢nica a 250 empresarios chinos que llegaron a Managua a participar en una cumbre empresarial. El desempolvo de la aventura canalera ocurre en un momento en que la pareja presidencial no s¨®lo reconoci¨® diplom¨¢ticamente a China Continental a finales de 2021, sino que suscribi¨® un tratado de libre comercio con Pek¨ªn y ha abierto, de par en par, el min¨²sculo mercado nica a los chinos, aunque sin mucho ¨¦xito hasta ahora, porque el principal socio comercial de Managua sigue siendo Estados Unidos.
Otro factor relevante en este contexto chino en Nicaragua es que los Ortega-Murillo han entregado 13 concesiones mineras a tres empresas chinas entre octubre de 2023 y abril de 2024. Por ejemplo, la transnacional china Nicaragua Xinxin Linze Miner¨ªa Group, S.A sum¨® m¨¢s de 39 mil hect¨¢reas para explotaci¨®n en solo tres meses, convirti¨¦ndose en la segunda sociedad china con mayor superficie terrestre otorgada para la extracci¨®n de miner¨ªa met¨¢lica en el pa¨ªs.
Al margen, el Gobierno sandinista ha anunciado inversiones como la construcci¨®n de un puerto de aguas profundas en el Caribe Sur, espec¨ªficamente en la ciudad de Bluefields. Este viraje del r¨¦gimen sandinista hacia el regazo chino es lo que agita m¨¢s las suspicacias tras conocerse la creaci¨®n de estos ¡°reg¨ªmenes especiales de desarrollo¡±.
¡°Est¨¢n creando un nuevo nivel que, de acuerdo con nuestros conocimientos, les permitir¨¢ decidir unilateralmente la creaci¨®n de lo que en otros pa¨ªses se conocen como Zonas Especiales de Desarrollo (Zede). Es el regreso a los enclaves que conocimos en el somocismo¡±, advirti¨® M¨®nica Baltodano, historiadora y exguerrillera sandinista en el exilio, pero tambi¨¦n una investigadora dedicada al estudio de la autonom¨ªa municipal en Nicaragua.
¡°Son espacios para que operen empresas transnacionales con absoluta independencia. Existieron en Honduras. Son territorios en los que no rige ni la constituci¨®n ni las leyes. No est¨¢n sometidos a la soberan¨ªa del pa¨ªs. Eso es un esquema ultra neoliberal, en los que los trabajadores no tienen derechos y las empresas no tienen obligaciones; ni tributarias, laborales, ambientales o de ning¨²n tipo¡±, dice Baltodano a EL PA?S.
M¨¢s opacas que las Zedes hondure?as
F¨¦lix Maradiaga, polit¨®logo y ex precandidato presidencial en el destierro, dice a este diario que los reg¨ªmenes especiales de desarrollo de los Ortega-Murillo pueden ser todav¨ªa m¨¢s opacos que las Zede hondure?as.
¡°Mientras las Zede buscaban atraer inversiones privadas bajo reglas de libre mercado, los ¡®reg¨ªmenes especiales¡¯ de Ortega y Murillo son concesiones opacas y arbitrarias, dise?adas para beneficiar exclusivamente a China¡±, sostiene Maradiaga. ¡°Este modelo no solo entrega territorio nacional a intereses extranjeros, sino que lo hace sin transparencia ni respeto por las comunidades locales. Es un esquema de saqueo que sigue el patr¨®n de la fallida ley del canal, hipotecando los recursos naturales de Nicaragua y subordinado al pa¨ªs a los intereses de Pek¨ªn. Ortega no est¨¢ construyendo desarrollo; est¨¢ vendiendo la soberan¨ªa nacional. Nicaragua merece un futuro, no un r¨¦gimen que lo ceda al mejor postor¡±.