Lula avisa, en el aniversario del intento de golpe: ¡°Todos pagar¨¢n por los cr¨ªmenes que cometieron. Todos¡±
El mandatario brasile?o celebra la victoria de la democracia en el asalto de Brasilia en 2023 mientras Bolsonaro pide el pasaporte para ir a la asunci¨®n de Trump
El presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, de 79 a?os, ha querido conmemorar este mi¨¦rcoles el segundo aniversario del asalto bolsonarista al coraz¨®n del poder en Brasilia con un acto en defensa de la democracia en el que ha avisado que ¡°todos pagar¨¢n por los cr¨ªmenes que cometieron. Todos¡±, en una referencia impl¨ªcita a su predecesor, Jair Bolsonaro, de 69 a?os, al que la polic¨ªa acusa de urdir la fracasada asonada. Sus seguidores pretend¨ªan generar el caos para propiciar una intervenci¨®n militar que desalojara al izquierdista del poder.
La ausencia de los presidentes, tanto de la C¨¢mara de Diputados, como del Senado y del Tribunal Supremo, en los actos organizados por Lula ha deslucido los eventos para recordar el ataque m¨¢s grave sufrido por la democracia brasile?a desde el fin de la dictadura. Entre los presentes, la c¨²pula militar y el juez que lidera las investigaciones sobre lo ocurrido, Alexandre de Moraes.
¡°Podemos decir alto y claro: Todav¨ªa estamos aqu¨ª, en contra de los que planearon los golpistas del 8 de enero¡±, ha proclamado el presidente Lula apropi¨¢ndose del t¨ªtulo de la pel¨ªcula Ainda estamos aqui, un drama basado en la desaparici¨®n forzada de un diputado durante la dictadura que triunfa en los cines brasile?os y cuya protagonista, Fernanda Torres, acaba de ganar el Globo de Oro. ¡°Si estamos aqu¨ª es porque la democracia venci¨®. Si no algunos estar¨ªamos muertos, exiliados o presos¡±, ha afirmado Lula, que ha instado a los brasile?os ¡°a renovar la fe en el di¨¢logo entre los opuestos¡±.
El presidente, que lleva sombrero desde que en diciembre fue sometido a una operaci¨®n cerebral, ha comenzado su discurso recordando las varias ocasiones en las que ha estado a punto de morir. La m¨¢s reciente en diciembre, cuando fue trasladado urgentemente desde Brasilia a S?o Paulo para drenarle un hematoma fruto de una ca¨ªda. ¡°Los m¨¦dicos estaban horrorizados, pensando que pod¨ªa morir en el viaje o entrar en coma¡±, ha revelado.
En Brasil, como en EEUU, se oyen demandas de amnist¨ªas e indultos para los golpistas, aunque con menos fuerza que all¨ª. Porque, en el segundo aniversario de Brasilia y el tercero del Capitolio, las situaciones de Bolsonaro y de Donald Trump son diametralmente distintas. Mientras el magnate republicano regresa en poco m¨¢s de una semana a la Casa Blanca, el antiguo militar brasile?o est¨¢ inhabilitado hasta 2030, a la espera de que el fiscal general decida si lo procesa por golpismo y sometido a medidas cautelares. Tras ser invitado por Trump a su toma de posesi¨®n, Bolsonaro, que tiene vetado viajar al extranjero por las investigaciones, acaba de pedirle al juez que le devuelva el pasaporte para aceptar la invitaci¨®n y viajar a Washington
El Tribunal Supremo ya ha juzgado a m¨¢s de 370 personas por participar en el asalto golpista. Solo cinco han sido absueltos: cuatro sin techo y un vendedor ambulante, seg¨²n O Globo. El resto ha sido condenado a largas penas hasta de 17 a?os de c¨¢rcel. Un centenar de los procesados ha huido a Argentina y otros pa¨ªses en busca de asilo.
Los graves sucesos de aquel domingo en Brasilia, ocho d¨ªas despu¨¦s de que Lula iniciara su tercer mandato, a¨²n dividen a la ciudadan¨ªa. Un 52% cree que Bolsonaro intent¨® permanecer en el poder mediante un golpe; en cambio, un 39% sostiene que no, seg¨²n la primera encuesta de Datafolha de este 2025. El 9% restante no opina.
La revelaci¨®n de que Bolsonaro cit¨® a la c¨²pula militar en los ¨²ltimos d¨ªas de su mandato para proponerles una ruptura constitucional, a la que los jefes del Ej¨¦rcito y la Fuerza A¨¦rea se negaron haciendo fracasar la intentona, seg¨²n los investigadores, ha afianzado la idea de que lo ocurrido fue un intento de subvertir el resultado de las urnas. Pero una parte significativa de la sociedad sigue aferrada a la idea de que aquello fueron actos de vandalismo protagonizados por un pu?ado de exaltados en las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo.
Este segundo aniversario ha sido la ocasi¨®n de presentar con todos los honores una veintena de obras de arte que las hordas bolsonaristas destruyeron y han sido restauradas. Destaca entre ellas un delicado reloj suizo tra¨ªdo en 1808 a Brasil por Jo?o VI en el traslado de la corte portuguesa. Esta pieza ¨²nica fue arrojada violentamente al suelo por uno de los asaltantes bolsonaristas en una imagen que se convirti¨® en s¨ªmbolo del ataque. ?l fue condenado a 17 a?os de prisi¨®n. Tambi¨¦n ha vuelto a la sede de la Presidencia el cuadro modernista Las mulatas, de Emiliano Di Cavalcanti, que fue apu?alado siete veces. Tras la restauraci¨®n, los cortes son imperceptibles por la parte frontal, pero en la parte posterior las cicatrices permanecen como testimonio del d¨ªa que los cimientos de la democracia brasile?a temblaron.
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