Prohibir la minifalda: la inveros¨ªmil medida del Congreso de Per¨² para tapar sus esc¨¢ndalos de violaci¨®n y prostituci¨®n
El Parlamento est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n por la investigaci¨®n de una presunta trama de proxenetismo en los pasillos de la C¨¢mara, a la que se a?ade la denuncia a un legislador por violaci¨®n
El Congreso de Per¨², la instituci¨®n en la que menos conf¨ªan los ciudadanos despu¨¦s del Ejecutivo, ha prohibido a sus trabajadoras el uso de minifaldas y pantalones cortos durante el verano. Quienes se rehusen a acatar la medida enfrentar¨¢n una sanci¨®n. Esta es la inveros¨ªmil respuesta del Parlamento para intentar tapar sus esc¨¢ndalos de violaci¨®n y una presunta red prostituci¨®n en el coraz¨®n de la soberan¨ªa popular peruana. La iniciativa, que incluye la prohibici¨®n de llevar jeans a todos sus empleados, entre otras prendas, ha recibido duras cr¨ªticas de distintos sectores pol¨ªticos y period¨ªsticos por perpetuar uno de los peores clich¨¦s del machismo, que responsabiliza y culpa a la mujer de lo que le suceda por su vestimenta.
El caso fue destapado en diciembre tras el asesinato de una exasesora de la Oficina Legal y Constitucional, acribillada por unos sicarios a unas cuadras de su casa. Una investigaci¨®n period¨ªstica revel¨® que la v¨ªctima, Andrea Vidal, una abogada de 28 a?os, ejerc¨ªa en realidad otras funciones. Seg¨²n las pesquisas, captaba a mujeres dedicadas a la prostituci¨®n para coordinar encuentros sexuales con altos funcionarios del Congreso. A un mes de su asesinato ¡ªque adem¨¢s acab¨® con la vida de un taxista¡ª, se han producido diversos episodios que ponen en tela de juicio si efectivamente hay un ¨¢nimo de investigar los acontecimientos.
Los integrantes de la Comisi¨®n ad hoc encargados de revisar el caso renunciaron, alegando que la investigaci¨®n no pod¨ªa centrarse en un solo reportaje. Hubo un intento de censura hacia el presidente de la Comisi¨®n de Fiscalizaci¨®n, Juan Burgos, por dejar entrever que la red ofrec¨ªa ¡°sexo a cambio de votos¡± en el Parlamento. Y todav¨ªa no ha podido determinarse qui¨¦n autoriz¨® la designaci¨®n de Jorge Torres Saravia, el principal implicado, para liderar la Oficina Legal y Constitucional.
La semana pasada, otra denuncia period¨ªstica, esta vez del portal EpicentroTV, remeci¨® al Poder Legislativo, que cerr¨® el 2024 con apenas un 8% de aprobaci¨®n. Una mujer de 31 a?os denunci¨® haber sido violada por el congresista y miembro de la Comisi¨®n Permanente Jos¨¦ Jer¨ª, de la agrupaci¨®n Somos Per¨², en su casa de campo. La v¨ªctima se encontraba bebiendo licor con Jer¨ª y un empresario ferretero al borde de la piscina. Pero a pesar de que dej¨® de beber, en alg¨²n momento perdi¨® el conocimiento. Luego despert¨® en una cama, adolorida en sus partes ¨ªntimas.
El congresista ha negado los hechos y ha sugerido que todo ha sido un malentendido. ¡°A nivel subjetivo, ella pudo haber entendido mis comportamientos y amabilidad con otra cosa [...]. La v¨ªctima va a poder encontrar su verdad, eso le va a permitir a ella tener la tranquilidad que est¨¢ buscando; y esa tranquilidad tambi¨¦n me va a devolver a m¨ª mi imagen y mi nombre¡±, sostuvo Jer¨ª.
¡°El tema no es c¨®mo se visten las mujeres¡±
Para diversos actores pol¨ªticos el cambio del c¨®digo de vestimenta carece de sentido y remarca el viejo esp¨ªritu machista. ¡°Es una prohibici¨®n que exist¨ªa en los a?os cincuenta. El tema no es c¨®mo se visten las mujeres, el tema es como entre nosotros, entre todos, nos respetamos. Pueden vestirse como deseen, salvo la etiqueta propia de cada instituci¨®n¡±, ha subrayado Susel Paredes, legisladora del Bloque Democr¨¢tico Popular.
La periodista Clara Elvira Ospina, directora de EpicentroTV, ironiz¨® sobre la catadura moral de la C¨¢mara, poniendo sobre el tapete otro incidente nefasto: cuando en el 2022 una trabajadora del congresista Freddy D¨ªaz Monago denunci¨® haber sido abusada por ¨¦l en su propio despacho. ¡°Una empleada del Congreso fue violada por su jefe el congresista dentro de la oficina parlamentaria. Se destapa una red de prostituci¨®n en el Congreso. Un parlamentario es denunciado por violaci¨®n en una casa de recreo. La soluci¨®n del Congreso: prohibir las minifaldas¡±.
El congresista Edwin Mart¨ªnez acus¨® a la mujer que denunci¨® la violaci¨®n de Jos¨¦ Jer¨ª de no haberse sabido comportar. ¡°Los dos varones han debido controlar a la muchacha para que no beba tanto y despu¨¦s puedan pasar este tipo de situaciones. Y la se?orita tambi¨¦n ha debido controlarse un poco, porque en borrachera pierden la ecuanimidad y empiezan a resaltar esas cosas feas que a veces tienen las personas¡±.
Mart¨ªnez ha sido criticado en las ¨²ltimas semanas por contratar en su despacho a Isabel Cajo, una de las implicadas en la red de prostituci¨®n dirigida por Jorge Torres Saravia. Cajo es una joven de 26 a?os que, sin culminar sus estudios superiores, ha obtenido cargos en distintas ¨¢reas del Parlamento con sueldos altos para su perfil acad¨¦mico. Cajo vend¨ªa fotos sexuales expl¨ªcitas en la plataforma OnlyFans y era bastante solicitada en Glambu, una aplicaci¨®n de citas usada por hombres adinerados.
En su ¨²ltima edici¨®n, el semanario Hildebrandt en sus trece revel¨®, a trav¨¦s de unos chats, que Isabel Cajo sostuvo un encuentro en abril del 2024 con el entonces presidente del Congreso, Alejandro Soto. Lo hizo con otra identidad e ingres¨® por una puerta falsa que daba a su oficina. Tres d¨ªas despu¨¦s fue contratada por el Congreso, con la autorizaci¨®n de la Presidencia de la C¨¢mara. Hace poco, la muchacha denunci¨® que le hab¨ªan robado su celular mientras paseaba a su perro, en el distrito de Magdalena. Un hecho que pone en riesgo una evidencia imprescindible para obtener claridad en el caso. Casi de inmediato, dicha municipalidad public¨® las c¨¢maras de seguridad de las calles donde supuestamente Cajo sufri¨® el robo y no se observa ninguna anormalidad.
La cereza de este Parlamento en crisis de legitimidad son siete congresistas se?alados por haber usado fondos p¨²blicos para celebrar una fiesta en la ciudad de Trujillo. La Fiscal¨ªa acaba de denunciarlos por peculado doloso.
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