Los candidatos limitan sus actos de campa?a en Ecuador por temor a la violencia
El ataque armado contra el hijo de un aspirante, el atentado contra un candidato a la Asamblea, el asesinato de un alcalde y el secuestro de una legisladora llenan de incertidumbre el proceso
La campa?a electoral en Ecuador arranc¨® oficialmente en medio de un clima de creciente inseguridad, reavivando los temores por la violencia que ensombreci¨® las elecciones pasadas. El ataque armado contra el hijo de uno de los candidatos presidenciales, el atentado a un aspirante a la Asamblea, el asesinato de un alcalde y el secuestro de una legisladora ponen de nuevo en evidencia los riesgos de un entorno electoral marcado por el crimen organizado.
El recuerdo del asesinato de Fernando Villavicencio, ocurrido en agosto de 2023 en plena campa?a electoral, sigue vivo. Villavicencio, uno de los candidatos presidenciales, fue acribillado tras un mitin pol¨ªtico en un acto que conmocion¨® al pa¨ªs. Este tr¨¢gico suceso dej¨® una huella profunda en la sociedad ecuatoriana, que ahora observa con creciente preocupaci¨®n el panorama electoral.
El primer atentado de relevancia tuvo como v¨ªctima a Diego Jairala, hijo del excongresista y exprefecto de la provincia de Guayas Jimmy Jairala. La madrugada del 20 de octubre, Diego y su grupo de amigos sal¨ªan de un concierto en el norte de Guayaquil cuando fueron interceptados por varios hombres armados. Once disparos fueron realizados contra el veh¨ªculo en el que viajaban. El custodio de la familia, Cipriano Qui?¨®nez, recibi¨® tres disparos -uno en el est¨®mago y dos en los brazos- y debi¨® ser intervenido quir¨²rgicamente en dos ocasiones.
¡°Los vidrios del carro son oscuros, no vieron qui¨¦n estaba manejando¡±, explica Jairala, que exigi¨® que se esclarezca el motivo del ataque, en medio de la preocupaci¨®n por la apresurada declaraci¨®n de las autoridades, que no catalogaron el hecho como un atentado, sino como un robo. ¡°No fue ni un intento de robo ni de secuestro, porque no se robaron nada, ni intentaron secuestrar a nadie¡±, subraya indignado Jairala. A su juicio, las autoridades se apresuraron a difundir una versi¨®n incompleta, sin siquiera haber tomado declaraci¨®n al custodio y sin haber concluido la investigaci¨®n.
Un mes despu¨¦s, el candidato a la Asamblea por el Partido Socialista, Joselito Arguello, y su padre fueron v¨ªctimas de un ataque armado cuando sal¨ªan de un conversatorio con comuneros en una zona rural de la provincia de Santa Elena. En respuesta, el candidato presidencial por el mismo partido, Daniel Granja, mostr¨® su des¨¢nimo, se?alando que ¡°hacer pol¨ªtica en estas circunstancias es sencillamente imposible¡± y se plante¨® abandonar la contienda pol¨ªtica.
Pero la violencia no cesa, con la campa?a en marcha, dos recientes episodios ti?en de sangre la carrera electoral: el asesinato del alcalde de Arenillas, Eber Ponce, en la provincia de El Oro, y el secuestro de la asamble¨ªsta del partido oficialista Yadira Bayas. Este clima de inseguridad ha obligado a los candidatos a reconfigurar sus estrategias, refugi¨¢ndose en las redes sociales y limitando al m¨¢ximo su presencia en las calles.
Las elecciones de febrero pondr¨¢n a prueba al Gobierno y las capacidades de la Polic¨ªa para prever a tiempo cualquier atentado contra los candidatos presidenciales y legislativos. Tras el ataque al hijo de Jimmy Jairala, las autoridades activaron de inmediato un dispositivo de seguridad para todos los postulantes. De hecho, justo antes del atentado, la Polic¨ªa hab¨ªa evaluado el riesgo de la familia Jairala y, como medida preventiva, asign¨® al candidato un anillo de seguridad compuesto por nueve agentes y dos veh¨ªculos, aunque sin blindaje. ¡°No s¨¦ cu¨¢l es la informaci¨®n de Inteligencia que tiene la Polic¨ªa, pero nos recomendaron movilizarnos en veh¨ªculos con blindaje de nivel cinco, uno de los m¨¢s altos¡±, explica el aspirante a la presidencia.
En un acuerdo entre el Consejo Nacional Electoral y la Polic¨ªa, 142 agentes han recibido formaci¨®n en protecci¨®n de personas en riesgo y estar¨¢n encargados de la custodia de los binomios presidenciales. ¡°El Gobierno tiene una responsabilidad enorme, porque al que le perjudica pol¨ªticamente que le pase algo a un candidato es al Gobierno¡±, dice Jairala.
El anillo de seguridad acompa?a a los candidatos en todas sus actividades, y tambi¨¦n les han recomendado usar chalecos antibalas, una imagen que se hizo visible por primera vez en las elecciones de 2023 tras el asesinato de Villavicencio. ¡°Hay que adaptarse a esta nueva forma de campa?a impuesta por la violencia¡±, dice el candidato, un pol¨ªtico de la vieja guardia, quien recuerda tiempos en los que los candidatos pasaban m¨¢s en las calles que en las redes sociales. Hace tres elecciones, asegura, las caminatas en territorio representaban el 90% de la estrategia para conquistar al electorado, a quien pod¨ªan tocar la puerta, dar la mano e, incluso, sentarse a comer en alguna casa. El resto del tiempo se destinaba a redes sociales y medios de comunicaci¨®n. Aun los barrios considerados ¡®peligrosos¡¯ nunca hab¨ªan sido zonas impenetrables.
Pero eso cambi¨® en las ¨²ltimas elecciones seccionales, cuando en algunos barrios controlados por pandillas se exig¨ªa un ¡°peaje¡± a los candidatos para ¡°cuidarlos¡±. ¡°A m¨ª me sucedi¨® hace dos a?os, cuando me postul¨¦ a la Alcald¨ªa de Guayaquil. Con mi equipo quisimos entrar a Socio Vivienda, y solo pudimos hacerlo si nos acompa?aban tres motos con miembros de la banda que opera all¨ª¡±, recuerda Jairala, quien tambi¨¦n considera que las redes sociales jugar¨¢n un papel fundamental en la campa?a, donde aquellos candidatos con m¨¢s recursos para pautar en las plataformas digitales tendr¨¢n ventaja, en un entorno donde no existe un control del Consejo Electoral.
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