Ver¨®nica Abad alerta sobre el poder de Noboa ante las elecciones: ¡°Arrastra a Ecuador a convertirse en Venezuela¡±

A Ver¨®nica Abad, vicepresidenta de Ecuador, le est¨¢n negando la entrada a su propio despacho. El edificio, colindante con el palacio presidencial donde Daniel Noboa ejerce su poder, est¨¢ cercado por militares y polic¨ªas. El mismo d¨ªa, cuando una jueza anul¨® una resoluci¨®n ejecutiva que suspend¨ªa Abad de sus funciones, el acceso a su oficina fue bloqueado por un contingente de militares y polic¨ªas que cercaron con vallas met¨¢licas el edificio de la Vicepresidencia.

La jueza Nubia Vera, responsable de la sentencia que devolvi¨® la legalidad a la vicepresidenta, denunci¨® p¨²blicamente las amenazas y persecuciones que hab¨ªa sufrido en los d¨ªas previos a la resoluci¨®n. Incluso relat¨® c¨®mo Mario Godoy, presidente del Consejo de la Judicatura, se present¨® en su despacho con un pendrive que conten¨ªa la sentencia, un gesto que la jueza interpret¨® como una intimidaci¨®n directa. La magistrada ha denunciado el hecho en la Fiscal¨ªa, y enfrenta una acci¨®n disciplinaria en su contra por el mismo Consejo de la Judicatura. Ante el temor por su seguridad, Vera solicit¨® medidas de protecci¨®n a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, y se moviliza con chaleco antibalas y escolta armada.

El 5 de enero, con el inicio de la campa?a electoral, el Palacio de Carondelet amaneci¨® rodeado de tanques de guerra y militares, con un cerco de vallas met¨¢licas que bloqueaba el acceso a varias cuadras a la redonda. Abad, quien deb¨ªa subrogar al presidente en su ausencia, describi¨® la escena con claridad: ¡°Mi ¨²nica misi¨®n era asumir la presidencia interina, pero eso no ocurri¨®¡±. La vicepresidenta asegura que exist¨ªa una orden para detenerla, bajo una nueva denuncia por ¡°usurpaci¨®n de funciones¡±, un cargo que, seg¨²n ella, no tiene fundamento. ¡°No voy a enfrentarme a militares con ¨®rdenes claras de a qu¨¦ lado juegan. No voy a ir a Carondelet a sacarlo a la fuerza¡±, sentenci¨®.

A pesar de ser la vicepresidenta en funciones, Abad no tiene acceso ni a su correo electr¨®nico institucional. Daniel Noboa, mientras tanto, se niega a entregarle el poder para hacer campa?a para las elecciones del 9 de febrero. En ese limbo, Ecuador ha tenido tres vicepresidentas en una semana: dos designadas por decreto y una electa por el voto popular. La que leg¨ªtimamente deber¨ªa subrogar la presidencia, Abad, no ha tenido la oportunidad de ejercer ese mandato.

Ante las crecientes cr¨ªticas sobre sus decisiones, Noboa firm¨® un nuevo decreto en el que -¨¦l mismo- se autoriza a ausentarse por tres d¨ªas bajo el pretexto de ¡°causa mayor¡±, para continuar con su campa?a. En este mismo decreto, deleg¨® el mando a su secretaria, a quien nombr¨® unos d¨ªas antes como vicepresidenta. Ante esta situaci¨®n, Ver¨®nica Abad ha solicitado a la Corte Constitucional que interprete las implicaciones legales de estos decretos y las nuevas formas de gobernar impuestas por el presidente.

Ante los cuestionamientos legales de las decisiones del mandatario, firm¨® un nuevo decreto en el que se otorg¨® -a ¨¦l mismo- tres d¨ªas de ausencia por ¡°fuerza mayor¡±, para hacer campa?a, delegando el mando a su secretaria, a quien design¨® como nueva vicepresidenta. Ante esta situaci¨®n, Ver¨®nica Abad ha solicitado a la Corte Constitucional una interpretaci¨®n sobre las nuevas formas de gobernar del presidente y las implicaciones legales de los decretos.

Pregunta. Usted ha afirmado que Daniel Noboa y su entorno est¨¢n llevando a cabo un golpe de Estado. Sin embargo, las instituciones no parecen respaldar sus denuncias. ?C¨®mo interpreta la falta de respuesta de los ¨®rganos de control en Ecuador?

Respuesta. Por m¨¢s que las instituciones no reconozcan el rompimiento del orden constitucional, s¨ª hubo una jueza que actu¨® con independencia y aplic¨® la justicia: la jueza Nubia Vera. Su fallo fren¨® un sumario administrativo y me reconoci¨® como vicepresidenta. Sin embargo, cuando ella dict¨® su sentencia, las Fuerzas Armadas, con la Casa Militar presidencial, cerraron las puertas de mi despacho y no me dejan entrar hasta hoy. Eso es un golpe de Estado. Pero la Corte Constitucional ya admiti¨® a tr¨¢mite la revisi¨®n de los decretos del presidente.

P. Pero las respuestas institucionales han sido ambiguas, ?c¨®mo lo interpreta?

R. S¨ª, efectivamente. Y me pregunto, ?qui¨¦n pondr¨¢ freno a esto? Esto ya dej¨® de ser un conflicto contra Ver¨®nica Abad. Si los ecuatorianos no defendemos la Constituci¨®n, si no protegemos nuestros derechos y la justicia electoral, perderemos mucho. El Tribunal Contencioso Electoral y el Consejo Nacional Electoral est¨¢n observando los delitos que se est¨¢n cometiendo. El presidente est¨¢ utilizando el aparato del Estado, la infraestructura p¨²blica, el balc¨®n de Carondelet, para sus intereses personales, y esas instituciones, que deber¨ªan penalizar esos abusos, no hacen nada. No s¨¦ qu¨¦ espera la Corte Constitucional.

P. ?Cree que el presidente es intocable?

R. Si las instituciones no fueran tan tibias.... Tambi¨¦n vemos que cuando una instituci¨®n intenta actuar, es sofocada por la fuerza. Mire lo que pas¨® con la Asamblea: no acept¨® el decreto de licencia por tres d¨ªas, ni reconoci¨® a la segunda vicepresidenta que nombr¨® por decreto de manera inconstitucional. Y como respuesta, se denunci¨® al secretario de la Asamblea por leer un documento. Este es un r¨¦gimen autoritario en el que el golpe de Estado ya est¨¢ consumado. ?Qui¨¦n va a detenerlo? Salir de esto nos va a costar much¨ªsimo.

P. ?C¨®mo ha logrado el presidente acumular tanto poder en tan poco tiempo?

R. A trav¨¦s de la extorsi¨®n, la persecuci¨®n y el miedo. Es inaceptable que un ministro de Defensa, en lugar de cumplir con una sentencia que lo obliga a pedir disculpas a familias v¨ªctimas de asesinatos, termine amenazando a la jueza que emiti¨® esa sentencia. Tambi¨¦n es inaudito que el presidente del Consejo de la Judicatura, cuyo deber es velar por la justicia, haya amenazado a la jueza Nubia Vera y le haya llevado una sentencia escrita en mi contra. El presidente est¨¢ judicializando la pol¨ªtica porque tiene cooptada la justicia. A m¨ª me ha puesto una nueva denuncia penal por ¡°usurpaci¨®n del poder¡±, es algo descabellado. Las instituciones est¨¢n para limitar el poder, algo que el presidente no ha comprendido.

P. En su llamado a la OEA para activar la Carta Democr¨¢tica Interamericana, mencion¨® que la situaci¨®n en Ecuador podr¨ªa interpretarse como un acto dictatorial. ?Cu¨¢l ha sido la respuesta internacional hasta el momento?

R. Nos han solicitado los documentos, que ya hemos enviado. Lo que queremos mostrar es que esto no es una pelea entre dos personas, sino una persecuci¨®n pol¨ªtica con el objetivo claro de tomar el poder por la fuerza.

P. ?Qu¨¦ espera que haga la comunidad internacional si el presidente ha autorizado el asalto a una embajada y los rechazos internacionales no han tenido efecto?

R. Al menos, lo que necesitamos es que se haga un exhorto firme. Lo que est¨¢ en juego aqu¨ª es la seguridad jur¨ªdica, que se ha visto completamente erosionada. ?Qu¨¦ inversionista podr¨ªa pensar en invertir en un pa¨ªs que no respeta ni a su vicepresidenta, ni a su Asamblea, ni a sus jueces? Si no respetan a quienes deber¨ªan estar al frente del poder, ?c¨®mo podr¨ªan garantizar la protecci¨®n de las inversiones? Un ejemplo es Venezuela ?A qui¨¦n le gustar¨ªa invertir en Venezuela con lo que est¨¢ pasando? Es exactamente Ecuador.

P. ?Est¨¢ Ecuador al borde de convertirse en otro Venezuela?

R. S¨ª, estamos siendo empujados hacia all¨ª. Estamos viviendo lo mismo que en Venezuela: un presidente autoritario que busca controlar los ¨®rganos de control electoral para perpetuarse en el poder. Al perseguir y destruir a la oposici¨®n, cree que podr¨¢ mantenerse en el poder, lo mismo que ha hecho Nicol¨¢s Maduro con Mar¨ªa Corina Machado. Los golpistas son justamente los que no ven a la oposici¨®n con buenos ojos, sino que deben ser eliminados para subsistir. Hemos retrocedido enormemente en derechos y estamos conden¨¢ndonos a vivir bajo un r¨¦gimen autoritario.

P. Usted ha afirmado estar lista para asumir la presidencia, pero ha sido impedida por medios que considera ilegales. ?C¨®mo vive personalmente esta frustraci¨®n?

R. M¨¢s que frustraci¨®n, siento que he cumplido con los ecuatorianos manteni¨¦ndome firme en los principios correctos, a pesar de la persecuci¨®n brutal que sigo enfrentando.

P. ?Ha considerado renunciar?

R. No, nunca he considerado esa opci¨®n y no lo voy a hacer.

P. ?Cumplir¨¢ con el ¨²ltimo decreto del presidente que la obliga a viajar a Turqu¨ªa?

R. Para eso, necesito que me abran la puerta del despacho vicepresidencial. No s¨¦ c¨®mo esperan que viaje si no tengo acceso a mi correo electr¨®nico ni a mi oficina para hacer los tr¨¢mites correspondientes. Adem¨¢s, ya he solicitado a la Corte Constitucional que observe ese decreto, porque lo que est¨¢ buscando el presidente, por capricho, es simplemente echarme fuera del pa¨ªs como si fuera un ni?o malcriado. No es porque nos interese algo en Turqu¨ªa.

P. ?Qui¨¦n cree que ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones y por qu¨¦?

R. Mi mayor deseo es que se respete la voluntad del pueblo ecuatoriano. Pero lo que m¨¢s temo es que haya fraude electoral.

P. ?Cree que se est¨¢ fraguando un fraude electoral?

R. Definitivamente. Ya es un fraude el hecho de que la presidenta del CNE no mire todos los casos con imparcialidad. Se est¨¢ manipulando la opini¨®n p¨²blica y malgastando recursos p¨²blicos, y ella no dice nada. Los vientos no soplan con la neutralidad que deber¨ªan. La clave de las pr¨®ximas elecciones ser¨¢n los observadores internacionales, que deber¨¢n estar muy atentos.