La indecisi¨®n entre los electores contin¨²a despu¨¦s del primer debate presidencial en Ecuador
El 60 por ciento de los ecuatorianos no ha decidido a qui¨¦n votar a tres semanas de la primera vuelta, seg¨²n las encuestas
A tres semanas de que Ecuador decida qui¨¦n tomar¨¢ las riendas del pa¨ªs, el primer debate presidencial no dej¨® m¨¢s que interrogantes. En un escenario de creciente incertidumbre, con el 60% de los electores a¨²n indecisos, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de Cedatos, los 16 candidatos a la presidencia apenas lograron despejar las dudas sobre qui¨¦n tiene un proyecto realmente concreto para el pa¨ªs.
El formato del debate, r¨ªgido y sin espacio para una confrontaci¨®n real, permiti¨® incluso que los participantes se limitaran a leer respuestas preparadas, sin siquiera atreverse a rozar los temas que realmente atormentan a los ecuatorianos. ¡°Lo que vimos hoy no fue un debate¡±, se?al¨® Pedro Donoso, analista pol¨ªtico, al se?alar la falta de interpelaci¨®n. El formato, dictado por el Consejo Electoral, oblig¨® a los participantes a hacer preguntas entre ellos, pero sin espacio para el careo, ese enfrentamiento crucial que pondr¨ªa a prueba sus conocimientos y propuestas. ¡°El Consejo Electoral sigue teniendo terror a los candidatos. La democracia est¨¢ sometida a los candidatos¡±, a?adi¨® Donoso, con una cr¨ªtica que retumb¨® en la falta de confrontaci¨®n real.
El contenido de las preguntas tampoco dio pie a mayores revelaciones. En todo el debate, la oportunidad de poner en aprietos al candidato-presidente, Daniel Noboa -el favorito en las encuestas-, se diluy¨® entre respuestas vac¨ªas y evasivas. Solo un momento rompi¨® la monoton¨ªa: Francesco Tabacci ret¨® a Noboa sobre la tragedia de los cuatro ni?os desaparecidos: ¡°La tragedia nos rompi¨® a todos, muchos hemos callado, pero el presidente no puede guardar silencio. D¨ªganos los nombres de los cuatro ni?os y decida si va a pedir perd¨®n al pa¨ªs¡±. Noboa, cuyo silencio ha sido tan sonoro como el de un fantasma, se limit¨® a responder: ¡°No hubo ninguna pregunta ah¨ª¡±.
Despu¨¦s de ese momento, los candidatos enfrentaron poco a su principal rival. ¡°No puedo decir que el presidente es el gran ganador, pero si sale inc¨®lume, ejerciendo el poder con desgaste m¨ªnimo, eso es una victoria¡±, afirm¨® Donoso, haciendo referencia al escaso desaf¨ªo que Noboa enfrent¨® de parte de sus contrincantes, quienes, por cierto, prefirieron m¨¢s bien atacar a ausentes como Rafael Correa.
El debate, dividido en dos bloques por el n¨²mero de candidatos, hizo que los l¨ªderes de las encuestas no coincidieran en el mismo panel. Luisa Gonz¨¢lez, la candidata corre¨ªsta, particip¨® en el segundo bloque, un detalle que fue observado por analistas como Caroline ?vila, quien subraya que su objetivo parec¨ªa ser solo satisfacer a sus bases: ¡°?Es suficiente hablarle solo a los que ya te creen? Su reto era inspirar a los indecisos, y tambi¨¦n a algunos votantes del oponente¡±, se?ala ?vila.
De los 16 aspirantes, dos destacaron, no por sus promesas grandilocuentes, sino por su consistencia en sus mensajes. Andrea Gonz¨¢lez, binomio presidencial de Fernando Villavicencio, asesinado en 2023, logr¨® captar la atenci¨®n con su discurso anticorre¨ªsta. ¡°La candidata intent¨® desgastar, o al menos distraer, con sus ataques a la candidata del corre¨ªsmo¡±, asegura ?vila. Leonidas Iza, l¨ªder de los movimientos ind¨ªgenas, mantuvo su fidelidad ideol¨®gica, sin desentonar en un escenario que parec¨ªa estar m¨¢s enfocado en propuestas irreales que en el an¨¢lisis profundo de los problemas del pa¨ªs.
Cuatro largas horas de exposiciones de ideas, con pocos datos, cifras y propuestas concretas sobre el ¡°c¨®mo¡± de la ejecuci¨®n de sus planes. El debate se organiz¨® en tres ejes: seguridad, eficiencia del Estado y empleo. Y en cada uno de esos temas, se lanzaron las m¨¢s dispares ideas, como si se tratara de un bazar pol¨ªtico. Por ejemplo, sobre la inseguridad, que es la principal preocupaci¨®n de los ecuatorianos, surgieron propuestas como la creaci¨®n de un ¡°escuadr¨®n de la pacificaci¨®n¡± con 2.000 elementos de las fuerzas armadas y la polic¨ªa, seleccionados por pa¨ªses como Estados Unidos y El Salvador, este ¨²ltimo que organismos de derechos humanos internacionales han criticado la ejecuci¨®n de su plan de seguridad.
Felipe Tiller¨ªa, el candidato que se presenta como el migrante exitoso que quiere ¡°resetear¡± Ecuador, propuso un plan llamado ¡°Cuna de valores¡± para evitar el reclutamiento de menores por bandas criminales, confiando, sin dar m¨¢s detalles, en que podr¨¢ ejecutar el proyecto con la ayuda de Dios, ¡°como David versus Goliat¡±. Claro, ?qui¨¦n necesita cifras o estudios cuando se tiene la divinidad de tu lado?.
Juan Iv¨¢n Cueva, por su parte, se adelant¨® a todos los candidatos al proponer un plan de seguridad de por vida¡ para los ecuatorianos cuyo celular sea robado. En cuanto al candidato-presidente, Daniel Noboa, no dej¨® lugar a dudas: los j¨®venes mayores de 15 a?os deben enfrentar sanciones penales m¨¢s severas por el reclutamiento forzado por parte de las bandas. Y mientras tanto, Jorge Escala, el ¨²nico que plante¨® una visi¨®n diferente, defendi¨® la idea de que a los ni?os hay que protegerlos y educarlos, centrando su propuesta en la reinserci¨®n de m¨¢s de 100.000 estudiantes que han abandonado el sistema educativo.
Finalmente, las promesas se apilaron una tras otra: invertir en energ¨ªa nuclear, convertir a Ecuador en la cuna de 400 bancos internacionales, lograr que gigantes como Amazon, eBay o Temu conviertan al pa¨ªs en su hub de distribuci¨®n regional. Y por supuesto, que nadie muera por el robo de un celular. Todo esto, sin hablar de las recetas m¨¢gicas que los ¨²ltimos tres presidentes del pa¨ªs ofrecieron: crear m¨¢s empleo sin subir impuestos. Un cl¨¢sico que nunca pasa de moda.
As¨ª, a pesar de la expectaci¨®n que gener¨® el debate presidencial, el ¨²nico resultado tangible fue una sensaci¨®n creciente de que el pa¨ªs est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de encontrar una respuesta clara. Y mientras tanto, las redes sociales se encargaron de poner en evidencia lo que los candidatos no se atrevieron a revelar: si bien las ideas brillaron por su ausencia, al menos hubo un desfile de estilos que ser¨¢ recordado por mucho tiempo.
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