Marco Anatoni, director de la aclamada ¡®Kinra¡¯: ¡°Aprender quechua es una responsabilidad pol¨ªtica para entendernos en Per¨²¡±
La pel¨ªcula, de casi tres horas de duraci¨®n, ha ganado seis premios en el Festival de Cine de Lima y el Astor de Oro en Mar del Plata y apenas ha tenido presencia en las salas comerciales de su pa¨ªs
En una era gobernada por los reels, un director produjo una pel¨ªcula de casi tres horas, con varias escenas de un solo plano que duran hasta quince minutos. En tiempos donde el arte suele carecer de cr¨ªtica social, un cusque?o no teme expresar su postura pol¨ªtica aunque ello le cierre m¨¢s de una puerta. En un pa¨ªs cuya identidad est¨¢ en permanente construcci¨®n, un cineasta conf¨ªa en que el quechua, esa lengua ancestral e hist¨®ricamente relegada, lograr¨¢ integrar a Per¨² alg¨²n d¨ªa.
Marco Anatoni Vega Cuba (Chumbivilcas, 1988) estuvo de paso por Lima hace algunas semanas para promocionar el estreno de Kinra (ladera en quechua), su ¨®pera prima, en las salas comerciales. El drama que narra la historia de un jovencito llamado Atoqcha (zorro) que migra del campo a la ciudad ha recibido elogios de la cr¨ªtica y, adem¨¢s, ha conquistado festivales. A fines de 2023 levant¨® el m¨¢ximo galard¨®n del Festival de Cine de Mar del Plata, el Astor de Oro, y a mediados de 2024 arras¨® con seis premios en el Festival de Cine de Lima, entre ellos a Mejor Pel¨ªcula Peruana y Mejor Pel¨ªcula Latinoamericana de Ficci¨®n.
¡°Es de una honestidad radical. Es una aut¨¦ntica exploraci¨®n de formas narrativas para dar cuenta de las vivencias de su protagonista¡±, ha esbozado el cineasta Joel Calero. Para Augusto Casafranca, miembro del grupo cultural Yuyachkani, Kinra ¡°es una de las propuestas m¨¢s innovadoras a la hora de auscultar el espacio cinematogr¨¢fico, con una lengua umbilical a los elementos identitarios del sur andino¡±. M¨®nica Delgado, directora de la revista Desist Film, se?ala que la trama ¡°no se establece desde la cl¨¢sica oposici¨®n entre campo y ciudad. El director dise?a un curso de saltos temporales y espaciales donde esta dicotom¨ªa se desfigura, en un devenir m¨¢s bien abstra¨ªdo de la vida en la capital de una regi¨®n¡±. En tanto, el cr¨ªtico Ricardo Bedoya ha calificado el debut del director cusque?o como ¡°uno de los m¨¢s prometedores de los ¨²ltimos a?os¡±.
Mientras la academia se desvive en elogios hacia la pel¨ªcula que le tom¨® diez a?os en llevar al cine, este hombre de cabello largo que viste en ojotas dice que si hiciera un nuevo largometraje no asumir¨ªa la direcci¨®n, pues se siente m¨¢s c¨®modo descentralizando el poder en un proyecto colectivo. Este comunicador social que se convirti¨® en cineasta de forma autodidacta, entre talleres y horas y horas frente a una pantalla, est¨¢ cuestion¨¢ndolo todo constantemente, incluso a s¨ª mismo. Se hizo conocido con un apellido art¨ªstico que invent¨® a?adiendo la p de Per¨² y la c de su apellido materno a su segundo nombre y, entonces, todos lo llamaron Marco Panatonic. Pero siente que no se le identifica como a un quechuahablante. Por eso ahora migrar¨¢ a otro sobrenombre: Akatanqa, un escarabajo que empuja las bolitas de caca que dejan las vacas.
¡°Yo creo que los seres humanos cargamos nuestra propia mierda. Empujamos nuestras virtudes y defectos¡±, enfatiza antes de conversar con EL PA?S. Akatanqa ya vislumbraba entonces c¨®mo le ir¨ªa a Kinra, el gran suceso cinematogr¨¢fico del cine nacional, en las salas comerciales: no dur¨® ni un mes en cartelera y apenas se exhibi¨® en cuatro regiones en horarios desalentadores como la hora del almuerzo.
Pregunta. ?Le aconsejaron acortar Kinra?
Respuesta. S¨ª, hay quienes han dicho que su duraci¨®n es un exceso. Pero Gladiador II tambi¨¦n dura dos horas y media y no he escuchado los mismos comentarios. Kinra no ser¨ªa lo que es sin su tiempo. No es un capricho ni ha sido al azar. El tiempo le ha dado esa consistencia y ese esp¨ªritu contemplativo de c¨®mo transcurre la vida en el ande.
P. ?Qu¨¦ tan dif¨ªcil ha sido ingresar al cine comercial?
R. Para todas las pel¨ªculas nacionales es complicado porque nos enfrentamos al capitalismo. Las pel¨ªculas de Hollywood est¨¢n dos meses en cartelera y las pel¨ªculas peruanas no pueden venderle ni a su propio mercado. Nos encontramos en una desventaja real. Lo mismo sucede en otras cinematograf¨ªas que no han crecido mucho. Estrenar un largometraje en el Per¨² es remar contra la corriente. Empiezas cuesta arriba, con pocas salas, en horarios en los que la gente est¨¢ trabajando, y puede que no sobrevivas ni a la primera semana. Solo queda luchar porque los cines son el lugar natural para las pel¨ªculas y merecen tener un espacio.
P. Si hubiese sido por usted, ?Kinra no hubiese tenido subt¨ªtulos en espa?ol?
R. S¨ª, confieso que a veces soy un poco radical. Durante la filmaci¨®n yo dije que nunca proyectar¨ªa la pel¨ªcula subtitulada, porque deseo que la gente aprenda quechua. Pero el haber ganado un fondo del Ministerio de Cultura nos oblig¨®.
P. Su madre, Guadalupe Cuba, quien integr¨® la direcci¨®n de arte de la pel¨ªcula, fue quien le ense?¨® quechua, ?no?
R. As¨ª es. Fue ella. Como la mayor¨ªa de los quechuahablantes me enfrent¨¦ a una realidad muy dolorosa en el colegio. Se burlaban de m¨ª.
P. ?En alg¨²n momento pens¨® en dejar de hablarlo?
R. Sobre todo durante el colegio, que fue una ¨¦poca en la que dud¨¦ mucho, pero despu¨¦s ya no. La vida me termin¨® llevando a proyectos en quechua. Trabaj¨¦ en una revista que se propuso que solo fuera en quechua. En alg¨²n momento sent¨ª que se me encasillaba, pero me di cuenta que no podemos escapar de lo que somos. Recuper¨¦ la alegr¨ªa y la conexi¨®n con mi gente al producir la pel¨ªcula.
P. En su discurso acostumbra usar el t¨¦rmino marrones, refiri¨¦ndose al origen andino de los peruanos y al racismo que sufren. ?Los marrones necesitamos sentirnos reivindicados?
R. As¨ª es. Es una palabra para resignificar el racismo estructural que se da en todos los ¨¢mbitos y a su alrededor se est¨¢ construyendo una nueva identidad. A algunas todav¨ªa les cuesta asimilar ese t¨¦rmino, otros lo usan como una bandera, pero considero que intenta unir todo ese abanico de discriminaci¨®n que padecemos la mayor¨ªa de los peruanos.
P. En la funci¨®n de estreno para la prensa peruana no se reparti¨® vino de honor sino m¨¢s bien hojas de coca, queso fresco y cancha serrana. A muchas personas les pareci¨® disruptivo.
R. Optamos por lo que fuera m¨¢s cercano para nosotros. Tal vez a algunos pudo haberles incomodado, pero es lo que somos y es lo que entregamos.
P. Hay una escena de la pel¨ªcula donde un profesor le dice a sus alumnos: ¡°para que no hagan revueltas tienen que estudiar¡±. Cuando gan¨® el Astor de Oro se lo dedic¨® a su madre y a quienes murieron en las movilizaciones contra este Gobierno. ?Que es la protesta para usted?
R. Un derecho. Y quienes satanizan el acto de protestar lo hacen para mantener el status quo. No se pueden limitar las voces de quienes padecen la desigualdad. Y menos con violencia. Lamentablemente las din¨¢micas hist¨®ricas no cambian tan r¨¢pido. A cincuenta a?os de la reforma agraria reci¨¦n estamos haciendo este tipo de pel¨ªculas que interpelan a la ciudadan¨ªa.
P. ?Siente una responsabilidad pol¨ªtica como realizador audiovisual?
R. Dir¨ªa que m¨¢s bien tengo una postura y una opini¨®n. No podemos pretender que un pa¨ªs progrese si no hay una defensa de la educaci¨®n gratuita o acceso a la salud. No se puede construir un pa¨ªs sin ese sost¨¦n. Adem¨¢s, en este pa¨ªs diverso todos deber¨ªamos aprender quechua. Es una responsabilidad pol¨ªtica para entendernos entre todos. Nuestro pa¨ªs est¨¢ fracturado porque los quechuahablantes somos vistos como extra?os, como seres ajenos e inferiores que no se saben comunicar. Producir pel¨ªculas es un terreno para contar esas fracturas. Kinra no te dice qu¨¦ pensar, pero pone a discusi¨®n lo que sucede.
P. Al Festival de Cine de Lima asisti¨® con un polo que dec¨ªa: Dina asesina. Se nota que no est¨¢ dispuesto a maquillar su indignaci¨®n.
R. Yo s¨ª le puedo decir las cosas directamente a nuestros pol¨ªticos. La pel¨ªcula tal vez no, pero yo s¨ª. Pero no soy una excepci¨®n. Somos muchos quienes le estamos diciendo de diversas formas al Gobierno que no tiene sangre en la cara.
P. ?Qu¨¦ opina sobre las veces que la presidenta Dina Boluarte emplea el quechua en sus discursos?
R. Seguramente pensar¨¢ que as¨ª se conecta con el pueblo, pero nadie la reconoce como quechuahablante a pesar de que sabe algunas palabras. Ella habla el quechua como una hacendada. No es aut¨¦ntica.
P. En Kinra hay una escena que dura quince minutos, donde el protagonista cosecha papa con su madre. ?Por qu¨¦ deb¨ªa durar tanto?
R. Para que los espectadores palpen la realidad de lo dif¨ªcil que es extraer esa papa que llega a tu mesa. Lo mal que la pasan nuestros campesinos que reciben muy poco dinero a cambio de su esfuerzo. Y c¨®mo una cosecha puede estropearse y la sabidur¨ªa que tienen nuestros hermanos para enfrentar todo eso. Mi abuelo sal¨ªa en la ma?ana a pastar vacas y durante horas se quedaba en un lugar donde no pasaba nada. Yo intu¨ª que esa experiencia pod¨ªa llevarla al cine. Confi¨¦ en que las personas necesitaban posicionarse all¨ª, sin nada m¨¢s que su vida. El hecho de ser. Lo que est¨¢ presente en Kinra es ejercitar el ser. Y para eso los cambios de plano, que hacen m¨¢s ligera una narraci¨®n, estorban.
P. Alguna vez el expresidente Alan Garc¨ªa dijo que el Per¨² es un pa¨ªs esencialmente triste por ser andino. ?En Kinra se desmitifica esa tristeza?
R. Creo que Alan Garc¨ªa estaba equivocado como siempre. S¨¦ de d¨®nde viene la tristeza del hombre del ande. Uno no le puede pedir que est¨¦ alegre siempre por una sencilla raz¨®n: durante siglos ha sido explotado en las haciendas sin ning¨²n pago justo. Y reci¨¦n hace cincuenta a?os, con la reforma agraria, hubo un intento de cambio. Pero el andino es un ser humano con todas las emociones, solo que ha padecido una estructura clasista y racista que no le ha permitido vivir con dignidad. Como muchos lime?os, Alan Garc¨ªa viv¨ªa en una burbuja.
P. Atoqcha, el protagonista de Kinra, no es tratado con una mirada paternalista. Se expone su irresponsabilidad.
R. El cine regional no ensalza a quienes venimos de la serran¨ªa. Era necesario incluir lo que mencionas porque es parte de la condici¨®n humana. Y lo que menos pretend¨ªamos era romantizar o matizar algunos aspectos. En Chumbivilcas hay mucho machismo y una paternidad irresponsable excesiva. Y eso tambi¨¦n hab¨ªa que llevarlo a la pantalla.
P. ?Qu¨¦ se viene despu¨¦s de su ¨®pera prima?
R. No lo s¨¦. El Congreso aprob¨® un proyecto de ley que recorta los est¨ªmulos econ¨®micos a la producci¨®n cinematogr¨¢fica regional e independiente, y eso nos quita posibilidades reales de producir una nueva pel¨ªcula. Pero si se dieran las condiciones para producir una nueva no asumir¨ªa la direcci¨®n total, ser¨ªa mucho m¨¢s colectiva. Me sentir¨ªa m¨¢s c¨®modo.
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