Shakira derrocha poder¨ªo femenino en el inicio de su gira mundial

Shakira ha traducido la amargura, el dolor y la rabia de la etapa m¨¢s tormentosa de su vida en un espl¨¦ndido renacimiento art¨ªstico, a los 48 a?os, que ahora comparte en concierto con sus fans. ¡°En los ¨²ltimos tiempos he aprendido que las ca¨ªdas no son el fin, sino el comienzo de un vuelo m¨¢s alto¡±, ha confesado este jueves en los primeros compases de su concierto en S?o Paulo, segunda parada de una gira mundial que despeg¨® el martes en R¨ªo de Janeiro y que le llevar¨¢ a m¨¢s de 40 ciudades americanas hasta finales de junio. Las mujeres ya no lloran, se titula la turn¨¦, como su ¨²ltimo ¨¢lbum. La cantante y compositora colombiana ha llenado un estadio con un aforo de 72.000 personas que, tras un espect¨¢culo de dos horas y veinte minutos con temas del ¨²ltimo disco y sus grandes ¨¦xitos, incluso le ha perdonado que saltara al escenario con una hora de retraso.

¡°Gracias por la espera, por la paciencia. Soy toda vuestra¡±, ha saludado al p¨²blico. Su excelente portugu¨¦s ha ablandado el enfado de unas gentes acostumbradas a que los hispanohablantes maltraten su idioma a golpe de portu?ol. ¡°La lluvia. Hemos tenido problemas t¨¦cnicos¡±, ha dicho sin m¨¢s detalle. Las lluvias del verano brasile?o causan el caos en una metr¨®polis como S?o Paulo si, como esta tarde, caen en hora punta, pero a cambio permiten disfrutar de un concierto nocturno a 24 grados. Y con luna casi llena.

Shakira ha creado un espect¨¢culo monumental ¡ªel mayor de su vida, tras vender 95 millones de discos¡ª para presentar a sus seguidores esa Shakira renacida, s¨ªmbolo del poder¨ªo femenino, que celebra la solter¨ªa, y tres d¨¦cadas de carrera, buena parte de ella atesorando n¨²meros uno y en el olimpo de las grandes.

Tras un par¨¦ntesis de siete a?os sin salir a la carretera, muchos de sus fans brasile?os nunca la hab¨ªan escuchado en directo. Las hermanas Jessiane y Jessyca Ayala, de 31 y 33 a?os, volaron casi 3.000 kil¨®metros desde la Amazonia, desde Bel¨¦m de Par¨¢, para ver en concierto a su ¨ªdolo. ¡°Mi hermana me regal¨® la entrada de sorpresa y nos organizamos para venir cuatro d¨ªas. Dej¨¦ a mi hijo de dos a?os con la familia¡±, explica la menor de las dos a las puertas del estadio. ?Su canci¨®n favorita? Ojos as¨ª.

Shakira ha reunido una multitud donde destacaban los grupos de amigas de veintipocos a?os a sesenta y tantos. Adolescentes, poqu¨ªsimas. Ni?as, algunas, como Fernanda Borges, de 9 a?os, que consigui¨® convencer a sus padres para que le llevaran a su primer concierto de una artista internacional. Dice sin dudar un instante que Soltera es su canci¨®n favorita. Las entradas ordinarias costaban entre 85 y 155 d¨®lares, la mitad para mayores de 60 a?os. Y las realmente selectas, 15 veces m¨¢s.

Las mujeres ya no lloran acaba de ganar el Grammy al mejor ¨¢lbum de pop latino. El show que lleva su nombre es un elaborado c¨®ctel de rock guitarrero, canciones paridas por ordenador, bailes futuristas, cortes de cine con una Shakira de dibujos animados, canciones intimistas, ritmos ¨¢rabes con ese agitar de las caderas que ha convertido en se?a de la casa¡­ una sucesi¨®n de cambios de registro vertiginosos intercalados por brev¨ªsimas pausas en las que todo el espect¨¢culo se funde a negro. En un abrir y cerrar de ojos, la artista se cambia de vestido y surfea de un g¨¦nero a otro, de una ¨¦poca a otra. Cuando no la acompa?a su banda ¡ªcuyo n¨²cleo duro lleva con ella 26 a?os, seg¨²n ha contado¡ª son los bailarines. A mitad del espect¨¢culo ha tenido la delicadeza de presentar a los unos y a los otros, a cada uno por su nombre.

El broche final del concierto es BZRP Music Sessions #53, un proyecto del productor argentino Bizarrap, de 26 a?os, que aport¨® la m¨²sica a la que ella puso letra. Shakira se lanza a la yugular del antiguo futbolista del Bar?a Gerard Piqu¨¦, su pareja durante m¨¢s de una d¨¦cada y padre de sus dos hijos, en una catarsis y terapia que adem¨¢s fue un ¨¦xito descomunal. En la gira la interpreta en el foso entre el escenario y el p¨²blico.

El doloroso despecho se traduce en versos crudos:

-¡±Me dejaste de vecina a la suegra, con la prensa en la puerta y la deuda de Hacienda¡±

-¡±Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan¡±

El espect¨¢culo empieza y acaba con canciones de la nueva hornada, de esta etapa en la que ha abrazado ese men¨² diverso que engloba la etiqueta m¨²sica urbana. La fan llegada desde la Amazonia no se las sabe, pero le parece l¨®gico que la estrella se adapte a los tiempos y se sume las tendencias que triunfan entre la juventud como el reguet¨®n o el corrido tumbado (una variaci¨®n de los corridos mexicanos)¡­ Un tercio de los temas que ha interpretado en S?o Paulo pertenecen a su ¨²ltimo disco.

Por el camino han sonado cl¨¢sicos como Pies descalzos, Poem to a Horse, Waka Waka¡­La dise?adora Carolina Laverde, de 36 a?os, se ha emocionado al reconocer algunos gui?os por aqu¨ª y por all¨¢. ¡°Ni siquiera pens¨¦. Sent¨ª. Escucho una cumbia y me pega en el coraz¨®n¡±, confiesa esta colombiana que vive en S?o Paulo. Tambi¨¦n ha atisbado ¡°tres segundos de mapal¨¦¡±, un ritmo afrocolombiano, de champeta, un g¨¦nero del Caribe colombiano, bachata¡­ as¨ª mima Shakira el alma de quien vive lejos de su tierra. Mientras Trump amenaza con deportaciones, esta vecina de Miami dedica su Grammy a los inmigrantes.

A petici¨®n de los fans brasile?os, ha cantado Antolog¨ªa, una de sus canciones m¨¢s conocidas en este pa¨ªs. Quiz¨¢ porque estaba en el libro de espa?ol en la escuela, ¡°en uno de esos ejercicios para rellenar los espacios en blanco¡±, explica en un espl¨¦ndido espa?ol el periodista Bruno Aragaki, de 39 a?os. Cuatro veces la ha visto en directo. Recuerda que en 2011 llovi¨® a mares, tanto que ella resbal¨® sobre el escenario. El estrago esta vez ha sido que, por culpa del retraso, el metro ya hab¨ªa cerrado al terminar el show.

En S?o Paulo el p¨²blico no ha coreado insultos contra Piqu¨¦ como ocurri¨® en R¨ªo. Desde que su vida, que parec¨ªa de color de rosa, salt¨® por aires ¡ªpor la ruptura sentimental y los problemas con la Hacienda de Espa?a¡ª, la n¨²mero uno de la m¨²sica latina ha descubierto que era mucho m¨¢s fuerte, m¨¢s dura, de lo que ella misma jam¨¢s imagin¨®. Esa potencia ¡ªy todo lo aprendido en esa odisea¡ª es lo que la colombiana quiere compartir con la manada de lobas. Un mensaje que condensa en los diez mandamientos a las lobas que aparecen, uno por uno, en ingl¨¦s, en las pantallas. El segundo, ¡°no pedir¨¢s permiso para ser t¨² misma¡±.

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Los diez mandamientos de Shakira para "ser una loba", con indirecta a Cara Ch¨ªa

Esta gira le lleva ahora a Per¨², Colombia, Chile, Argentina, M¨¦xico y tras un par¨®n seguir¨¢ en Estados Unidos y Canad¨¢. La semana que viene actuar¨¢ en Barranquilla, su ciudad natal, donde hace casi 20 a?os que no da un concierto. De all¨ª sali¨®, cargada de grandes sue?os, Shakira Isabel Mebarak Ripoll cuando entraba en la adolescencia. De esa ¨¦poca es un fragmento impagable de una entrevista que dio de cr¨ªa y reproduce ahora. ¡°Tengo pr¨¢cticamente dos a?os cantando, y me ha ido muy bien¡±, responde resuelta.