Ucrania: ?dictador vs. neoimperialista?
Lo que, como parece visible, no es un Trump que simplemente suma dislates verbales sino una cruda expresi¨®n de la visi¨®n unipolar hoy prevaleciente en Washington

Lo dijo con todas sus letras -y precisi¨®n- Josep Borrell, ex alto representante de la UE para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n: Donald Trump es un ¡°neoimperialista¡±. Lamentando Borrell que Trump, en sus conversaciones con Putin sobre la guerra en Ucrania, haya dejado a los pa¨ªses europeos completamente al margen, ?incluida Ucrania!
¡°Capotazo¡± el de Trump, en beneficio de Putin. Sin que el presidente ruso ofrezca compromiso o menos garant¨ªa de que no invadir¨¢ otro pa¨ªs. Pero, en realidad, Borrell se qued¨® corto. Pues todo indica que s¨ª hab¨ªa dudas.
Pues en las ¨²ltimas horas Trump -el ¡°neoimperialista¡±- se ha puesto abiertamente del lado de Mosc¨². Entre otras cosas porque ha culpado a Zelenski de iniciar la guerra llam¨¢ndolo ¡°dictador¡±. En las conversaciones en Arabia Saudita, Estados Unidos se ha opuesto a llamar a Rusia agresor en esa guerra.
Y empujando a Zelenski a celebrar elecciones presidenciales. Pr¨¢cticamente amenaz¨¢ndolo: ¡°Mejor que se mueva r¨¢pido o no le quedar¨¢ pa¨ªs¡±. A lo que el ucranio ya respondi¨® a Trump: ¡°Vive en esta burbuja de desinformaci¨®n¡± impulsada por Rusia.
Materia europea¡ante todo
Grave. Pues si bien el asunto de Ucrania tiene repercusiones globales es, ante todo, uno de seguridad. Que ata?e e impacta, sobre todo, en Europa. En lo que son asuntos cr¨ªticos como fronteras, despliegues militares o migraciones, son precisamente los pa¨ªses de la regi¨®n europea a los que, en primer¨ªsimo lugar, les corresponde precisamente actuar. ?Y no deben -ni pueden- ser ignorados!
Pasos extremistas los de Trump, jugando en la cancha chiquita. Sin aparente visi¨®n de mediano y largo plazo. Lo que, como parece visible, no es un Trump que simplemente suma dislates verbales. Sino una cruda expresi¨®n de la visi¨®n unipolar hoy prevaleciente en Washington. En la que, entre otras cosas, se deja a los pa¨ªses europeos al margen de tratativas -diplom¨¢ticas- para acabar con la guerra en Ucrania en lo que Europa tiene mucho que decir y hacer por la amenaza que ello le significa. Lo medular y m¨¢s all¨¢ de ello: Donald Trump parece dispuesto a abandonar a Ucrania y a Zelenski. Mientras, Europa observa desconcertada. Y, a¨²n ¡ sin reaccionar. Ante una din¨¢mica que parecer¨ªa conducir a un alto el fuego sin garant¨ªas de seguridad y a unas elecciones inmediatas que destrozar¨ªan la unidad ucrania, todo apunta a que Europa no podr¨¢ seguir solo ¡°observando¡±¡
Nada que ver, pues, lo de este neoimperialista con la visi¨®n y proceder global de los tiempos de Roosevelt y Churchill, cuando se buscaba poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Tiempos en los que si bien no exist¨ªa a¨²n una Europa unificada ni una Uni¨®n
Europea que es, en esencia, un super Estado federal, la visi¨®n colectiva, estrat¨¦gica y prospectiva prevaleci¨® sobre la localista e inmediatista.
Los Estados Unidos: ?a¨²n un pa¨ªs ¡°aliado¡±?
Este 14 de febrero en la Conferencia de Seguridad de M¨²nich se escuch¨® y vio de todo.
El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, hizo un ataque frontal -?brutal?- contra Europa. Interviniendo groseramente, adem¨¢s, en asuntos de estricta pol¨ªtica interna alemana: apoyando al partido neonazi de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), cuando las elecciones se llevan a cabo en menos de hace una semana.
Despu¨¦s de considerar a Estados Unidos como su aliado durante d¨¦cadas, muchos l¨ªderes y funcionarios europeos se preguntaron -y preguntan- si la seguridad de Europa se estaba -y est¨¢- desmoronando ante sus ojos. Sin exagerar, por cierto, pero es un tema que hoy salta al primer plano.
Lo que vieron/vivieron los representantes europeos en la Conferencia en M¨²nich fue bruta. Incluyendo el saludo nazi de Elon Musk. Ante el estupor de los presentes en la Conferencia de Seguridad de M¨²nich, Pete Hegseth, nada menos que secretario de Defensa de Estados Unidos, les dijo, en su cara, a los ¡°aliados¡± que EE UU ya no era el ¡°principal garante¡± de la seguridad europea.
Mientras, en otro momento el multimillonario Musk saludaba al auditorio con el saludo nazi. Claire Aubin, historiadora especializada en el nazismo en Estados Unidos, dijo, sin dudarlo, que el gesto de Musk fue un sieg heil o saludo nazi. Horas despu¨¦s, Donald Trump anunci¨® que iniciar¨ªa conversaciones bilaterales con Rusia sobre Ucrania y Europa. Pre¨¢mbulo de las tratativas bilaterales en curso EE UU/Rusia en Riad sobre Ucrania ¡sin la participaci¨®n de Ucrania.
Trump y su gente pusieron ostensiblemente de lado dos principios con los que se hab¨ªa venido actuando: 1) Que el futuro de Ucrania no debe decidirse sin la participaci¨®n de Ucrania. Y 2) que EE UU y sus aliados occidentales deber¨ªan actuar conjunta -y coordinadamente- frente a Putin. De eso no parece haber quedado nada. Se dejaba -y dej¨®- atr¨¢s, d¨¦cadas de diplomacia regional multilateral. Y quedaba muy remecida la OTAN como alianza militar ¡°exitosa¡±; ahora socavada desde dentro.
Concesiones ¡°europeas¡± ¡ inconsultas
Como ha sido descrito por varios analistas, lo que ¡°salt¨®¡± en la Conferencia en M¨²nich fueron las se?ales de varias concesiones unilaterales a Rusia, otorgadas inconsultamente por Estados Unidos.
Pero concesiones que, en lo fundamental conciernen e impactan sobre los pa¨ªses europeos: visitas a Washington y Mosc¨² que no han tenido lugar en casi dos d¨¦cadas. O en puntos como los tres siguientes:
1) Rusia deber¨ªa unirse, de nuevo, al G7
2) Reconocimiento p¨²blico de que Ucrania no restablecer¨ªa sus fronteras anteriores a la guerra
3) Ucrania no se unir¨ªa a la OTAN ni disfrutar¨ªa de la protecci¨®n de la alianza para ninguna fuerza europea de mantenimiento de la paz en Ucrania.
Para colmo de males, cuando se le pregunt¨® a Keith Kellogg, el enviado de Trump para Ucrania, si Europa tendr¨ªa un asiento en la mesa de negociaciones, fue tajante: ¡°Eso no va a suceder¡±. ¡°Tel¨®n de fondo¡±: se comenta que Rusia ha hecho circular una lista de demandas draconianas basadas en borradores entregados a Ucrania a principios de 2022. Que, entre otras cosas, incluye limitar el tama?o de las fuerzas armadas ucranianas e imponer la neutralidad. Y el reconocimiento internacional de las partes de Ucrania parcialmente ocupadas por Rusia.
Los oyentes se quedaron perplejos en M¨²nich.
Adem¨¢s, por la constataci¨®n de que Vance, nada menos que vicepresidente de EE UU, se sum¨® al enfoque cr¨ªtico de Putin sobre Europa. Poniendo ¨¦nfasis en dos ¡°amenazas¡± que obsesionan a la l¨®gica autoritaria de Putin: la libertad de expresi¨®n y la migraci¨®n.
¡°La amenaza que m¨¢s me preocupa en relaci¨®n con Europa no es Rusia¡±, dijo Vance a la audiencia. ¡°Lo que me preocupa es la amenaza desde dentro¡±. Finalmente, para expresar abierta simpat¨ªa y apoyo indirecto al partido extremista y neonazi AfD, y la decisi¨®n de Vance de reunirse con un l¨ªder de la agrupaci¨®n extremista.
Lo percibido en Alemania: un ataque directo a los anfitriones de Trump y como una se?al al mundo de que el extremismo en la Casa Blanca va en serio.
Sin plan de paz ¡ pero con ¡°minerales raros¡±
Se cree que Ucrania, que se asienta sobre un escudo rocoso geol¨®gico del tama?o del Reino Unido¡ªque se extiende desde cerca de la frontera bielorrusa en el noroeste hasta el Donb¨¢s en el este¡ª, posee vastas reservas de minerales de tierras raras. Todas ahora vitales para la fabricaci¨®n de alta tecnolog¨ªa.
La geolog¨ªa sugiere ricos dep¨®sitos de berilio, grafito, hafnio, germanio y galio, que se utilizan para fabricar semiconductores, bater¨ªas, reactores y otros equipos de alta tecnolog¨ªa, como los generadores de im¨¢genes m¨¦dicas. Para la administraci¨®n Trump, los principales atractivos parecen ser el titanio y el litio.
De acuerdo a The Economist, Ucrania ya suministra entre el 4 y el 7 % del titanio del mundo: y posee entre el 10 y el 20 % de las reservas mundiales. Mientras, hay cuatro grandes dep¨®sitos conocidos de litio, fundamentales para la producci¨®n de bater¨ªas para veh¨ªculos el¨¦ctricos, dentro del territorio que Ucrania todav¨ªa controla.
Sin embargo, uno de esos dep¨®sitos de litio se encuentra en Berdiansk, en la provincia de Zaporiyia, que est¨¢ bajo ocupaci¨®n rusa. The Economist entiende que Rusia puede haber ofrecido una propuesta encubierta al equipo de Trump para acceder a esos recursos.
Mucho se especula y poco se sabe sobre el plan de paz y su relaci¨®n exacta con estas riquezas naturales. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s? En el fondo hay en los grandes asuntos geopol¨ªticos -como suele ser- un asunto cremat¨ªstico tremendamente relevante: esos inmensos yacimientos de minerales raros. Trump ha dicho que valen 500.000 millones de d¨®lares. Y apuntaba Trump a que podr¨ªan ser la base para el pago a EE UU por la ¡°ayuda¡± dada en el pasado. Es algo a lo que los ucranianos ya adelantaron que no. Habr¨¢ que ver.
M¨¢s all¨¢ del ¡°detalle¡± sobre los codiciados minerales raros, las preguntas que se hacen los analistas tienen que ver sobre el impacto que las eventuales negociaciones de paz pudieran tener que ver con una nueva ¡°partici¨®n¡± de Europa. En la que, hipot¨¦ticamente, se definiera una partici¨®n con una esfera de influencia occidental y otra rusa al este, una suerte de Yalta II.
Decisiones hipot¨¦ticas, con las que, entre otras cosas, se podr¨ªa definir el futuro de las tropas extranjeras en la zona. En conexi¨®n, por ejemplo, a las tropas estadounidenses -20.000 efectivos- que Biden envi¨® a Europa tras la invasi¨®n rusa de Ucrania; fuerzas actualmente desplegadas principalmente en Polonia y Ruman¨ªa.
Si se retiran ahora, se argumenta que aliados europeos, como el Reino Unido, Francia y Alemania, podr¨ªan considerar, tambi¨¦n, reducir -o retirar- sus ocho grupos de combate que se encuentran actualmente en el flanco oriental europeo. Cambiar¨ªan, pues, las correlaciones estrat¨¦gico-militares en un cort¨ªsimo plazo.
?Y Zelenski?
Dentro de un contexto as¨ª, parecer¨ªa debilitarse ¨C?o diluirse?- el peso y papel del gobierno de Kiev, en espec¨ªfico de Zelenski, presidente de Ucrania. ?l fue frontal -y muy duro- en la conferencia de M¨²nich. Discurso desafiante advirtiendo a los europeos; nada menos, que no pod¨ªan confiar en Estados Unidos.
Se argumenta, as¨ª, que si Trump est¨¢ tan ansioso por llegar a un acuerdo accediendo a la mayor¨ªa de las demandas de Putin, Zelenski parecer¨ªa preferir retirarse, apostando a seguir adelante con la ¡°ayuda europea¡±. Mientras, Ucrania ha avanzado en construir su propia ¡°industria¡± militar y cuenta ya con decenas de miles de drones, que se producen all¨ª. Nada deleznable, por cierto, y que tendr¨¢ que ser considerado en su momento en una mesa de negociaciones que no podr¨ªa prescindir de los ucranios.
Tiempos, pues, dif¨ªciles e impredecibles. Que, a simple vista, ostensiblemente le quedan grandes al unilateralismo de Trump, J.D. Vance, Pete Hegseth y al secretario de Estado Marco Rubio. Europa pesa. Y su historia se hace y har¨¢ sentir. Y la UE podr¨ªa hacerlo valer.
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