El voto hispano habla distintos idiomas
Los electores latinos, llamados a marcar la diferencia este 2020 con un r¨¦cord de participaci¨®n, forman una comunidad heterog¨¦nea a la que a veces se apela con torpeza
En el primer debate de los dem¨®cratas para sus elecciones primarias el pasado verano, los precandidatos Juli¨¢n Castro, Beto O¡¯Rourke y Cory Booker se lanzaron a chapurrear espa?ol, por momentos, de forma bastante sufrida. Uno de los moderadores, Jos¨¦ D¨ªaz-Balart, incluso pregunt¨® a O¡¯Rourke directamente en ese idioma. Situaciones similares se fueron repitiendo en los debates posteriores, tambi¨¦n en m¨ªtines y entrevistas a lo largo de esta campa?a para escoger al candidato dem¨®crata en las presidenciales. Para Juliana Cabrales, colombiana de nacimiento que lleg¨® a Estados Unidos a los 18 a?os, ¡°fue una buena se?al, pero no suficiente¡± de que la clase pol¨ªtica estadounidense presta la atenci¨®n necesaria a una comunidad de votantes cada vez m¨¢s influyente. Para Roger Quesada, nacido en EE UU en el seno de una familia cubana, result¨®, directamente, ¡°condescendiente, falso¡±.
Ambos, muy implicados en pol¨ªtica -Cabrales, de 38 a?os, trabaja en el Naleo Educational Fund, una entidad independiente y sin ¨¢nimo de lucro que promueve las candidaturas de latinos, y Quesada, de 35, ha sido candidato estatal en Nueva Jersey-, representan sensibilidades y perfiles distintos dentro de una comunidad llamada a marcar el paso en este 2020. Un r¨¦cord de 32 millones de latinos pueden votar en las presidenciales de noviembre, frente a los 27,3 millones de 2016, lo que los sit¨²a como la -mal llamada- minor¨ªa m¨¢s influyente del pa¨ªs, seg¨²n datos del Pew Research, el instituto de an¨¢lisis sociol¨®gico de referencia.
Ninguna comunidad de electores ha crecido tanto en estos a?os. En las legislativas de 2018, que dieron a los dem¨®cratas la mayor victoria desde el Watergate, el n¨²mero de votantes latinos se duplic¨® respecto a los de 2014, de los 6,8 a los 11,7 millones, seg¨²n tambi¨¦n el Pew. Y su tasa de participaci¨®n, aunque sigue inferior a la de los blancos (57%), subi¨® 13 puntos porcentuales, del 27% al 40%. M¨¢s datos: en el Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs, California, los hispanos suponen el 26% del electorado, al igual que en el segundo, Texas, seg¨²n Naleo. Ambos territorios, claves en este Supermartes, escogen 643 delegados, que es una tercera parte de los que hacen falta para hacerse con la nominaci¨®n.
Esta es, en resumen, la hora del llamado voto latino, pero la torpeza con la que a veces se apela a ¨¦l destapa los estereotipos que todav¨ªa pesan sobre ella. El 80% de los hispanos que residen en el pa¨ªs son ciudadanos estadounidenses y cerca del 70%, adem¨¢s, de nacimiento, seg¨²n datos de Pew Research correspondientes a 2018. Sus antepasados pudieron ser inmigrantes, como la gran mayor¨ªa de este pa¨ªs, pero much¨ªsimos de ellos no lo son y, como es el caso Roger Quesada, se manejan mejor en ingl¨¦s que en espa?ol.
En realidad, solo el 13% de los hispanos que vive en Estados Unidos tienen el espa?ol como su lengua principal. Para muchos, es el idioma de sus abuelos, quiz¨¢ de sus padres, pero no el suyo. Es el caso de ?scar Ram¨ªrez, llegado de Per¨², con su familia, cuando ten¨ªa dos a?os y criado en el Estado de Maryland. Conforme comenz¨® su escolarizaci¨®n, el ingl¨¦s le fue ganando terreno al espa?ol, que ahora comprende mejor de lo que habla. ¡°Aquello fue interesante, el feedback no fue muy bueno, que un candidato hable espa?ol puede que lo agradezcan quienes solo hablan ese idioma, pero para la mayor¨ªa result¨® condescendiente¡±, se?ala Ram¨ªrez, miembro del Comit¨¦ Nacional de Latino Victory, una entidad progresista que se dedica a fomentar el poder pol¨ªtico hispano. ¡°Hablar espa?ol est¨¢ bien, sobre todo para algunas generaciones, pero no basta, hay que hablar de las cosas que nos importan¡±, a?ade.
Tener origen hispano o hablar el idioma no garantiza el triunfo con los latinos. Los precandidatos que han dominado los sondeos en esta comunidad son Bernie Sanders y Joe Biden (muy apoyados, no obstante, por personal y legisladores hispanos). ¡°Hay que superar el estigma de que dirigirse al votante hispano significa simplemente hablar de inmigraci¨®n y hacerlo en espa?ol¡±, recalca, en una l¨ªnea similar a Ram¨ªrez, Juliana Cabrales. ¡°A los latinos les importa sobre todo la econom¨ªa y la sanidad, lo que m¨¢s importan son los compromisos en ese sentido¡±, a?ade.
Son asuntos que, en realidad, afectan a la clase media y clase trabajadora estadounidense, independientemente del apellido y el color de piel. ¡°Y hay muchos tipos de latinos a nivel territorial, no tienen que ver los de California o Nueva York, mucho m¨¢s progresistas, con los de Florida, que muchas veces proceden de familias que huyeron de Cuba o Venezuela [m¨¢s reacios a la izquierda o el socialismo] y necesitas estrategias diferentes para ellos¡±, apunta Ram¨ªrez. Tambi¨¦n los dem¨®cratas de Texas han tendido a ser m¨¢s conservadores.
Las nuevas generaciones est¨¢n cambiando eso. Quesada, por ejemplo, se declara ferviente seguidor del socialdem¨®crata Bernie Sanders, aunque su familia es conservadora. ¡°Ellos llegaron aqu¨ª exiliados de la revoluci¨®n cubana y es dif¨ªcil hacerles entender los matices en las ideolog¨ªas, la diferencia entre Karl Marx u Ocasio-Cortez, y votar¨¢n contra ciertas pol¨ªticas aunque les vayan a beneficiar¡±, afirma el treinta?ero. El 69% de los hispanos votaron por alg¨²n candidato dem¨®crata en las legislativas de 2018, siete puntos m¨¢s que cuatro a?os atr¨¢s. El analista conservador Rick Tyler, exasesor del senador Ted Cruz en Texas, suele se?alar que el voto natural de una hispano no tiene por qu¨¦ ser dem¨®crata, pero un l¨ªder como Donald Trump, con sus comentarios racistas, los expulsa.
Si no es el idioma lo que les tienen que definir como votantes, ni los temas, ni la ideolog¨ªa -hay latinos progresistas, como Roger, y latinos conservados, como su familia-, o el origen, la pregunta es qu¨¦ define al electorado latino, quiz¨¢, por qu¨¦ se habla siquiera de electorado latino. ¡°Hay distintos tipos de latinos, unos necesitan que les hablen en espa?ol, otros en ingl¨¦s, y les interesan diferentes cosas¡±, apunta el escritor Ed Morales, autor de Latinx: la nueva fuerza en pol¨ªtica y cultura. ¡°Pero eso no significa que no quieran ser identificados como latinos, muchos lo hacen por generaciones, aunque hablen otro idioma, parte de ello se debe a que algunos, adem¨¢s, en este pa¨ªs son racializados por su color de piel¡±.
En 1970 viv¨ªan 9,6 millones de hispanos en Estados Unidos; en 1990, 22 millones; en 2008, 48,7; hoy, casi 60. M¨¢s de la mitad del crecimiento del pa¨ªs en la d¨¦cada de 2008-2018 ha venido de la mano de esta comunidad. Para Richard Parker, autor de un libro sobre la transformaci¨®n demogr¨¢fica y pol¨ªtica de Texas (Lone Star Nation: How Texas Will Transform America), ¡°la nueva generaci¨®n va a transformar el voto, es mucho m¨¢s progresista, ya vimos algo de eso en las legislativas con Beto O¡¯Rourke [dem¨®crata que estuvo a apunto de derrotar al republicano Ted Cruz en el Senado]¡±.
Para Juliana Cabrales, resulta significativo que est¨¦ creciendo ¡°la expresi¨®n Latinx¡±, la forma de usar el gentilicio sin evitar el masculino gen¨¦rico de la palabra. ¡°Eso es algo que han tra¨ªdo los j¨®venes¡±, recalca. Roger Quesada, al ser preguntado si se identifica como latino, responde de forma espont¨¢nea: ¡°S¨ª, al 100%, latino, m¨¢s bien, Latinx¡±.
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