Colas en La Habana para emigrar, el negocio de la angustia cubana y un gur¨² llamado Leonardo Padura
A finales de 2021, Nicaragua elimin¨® el visado de entrada para los ciudadanos cubanos, y desde entonces miles se han marchado de la isla rumbo a Managua con el prop¨®sito de seguir viaje a EE UU
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¡±Compadre, ?viste la que se form¨® en la Embajada de Panam¨¢?¡±, me dice L¨¢zaro cuando lo recojo en el parque Trillo, frente al antiguo cine Strand, donde antes pon¨ªan pel¨ªculas de Fellini y Wajda.
Despu¨¦s de la crisis del Periodo Especial, el lugar se convirti¨® en un antro llamado el Palacio de la Rumba y all¨ª sol¨ªamos ir los martes a escuchar al Septeto Habanero, gloriosa agrupaci¨®n cubana a la que siempre ped¨ªamos que cantara C¨®mo est¨¢ Miguel, ese antol¨®gico son que en su estribillo recomienda: ¡°Si quieres alegrar tu coraz¨®n / y que en tu alma la tristeza disminuya / escucha al Habanero que no hace bulla / y luego, si quieres, te tomas un ron¡±.
La pasamos tan bien all¨ª tantas veces con el Habanero, que se nos qued¨® la costumbre de quedar frente a este local del barrio de Cayo Hueso cuando salimos juntos a ¡°cazar historias¡±. La de hoy es tremenda y desgarradora, o al menos as¨ª lo vemos nosotros, por eso, para amarrar la congoja, pedimos una l¨ªnea de ron antes de arrancar hacia la Embajada paname?a.
La misi¨®n queda en plena Quinta Avenida, a la altura de la calle 24, y cuando llegamos ya un cord¨®n policial impide el paso, pero nos colamos. En el parque Zapata, frente al Consulado de Panam¨¢, hay congregada una multitud de j¨®venes con rostro preocupado. Son cientos de personas, muchas con documentos en la mano, y de pronto el grupo comienza a gritar a una:
¡°?Queremos viajar!?Queremos viajar!¡±
El mensaje es atronador, y va dirigido a los diplom¨¢ticos paname?os para que salgan a dar explicaciones. El mi¨¦rcoles, la naci¨®n centroamericana anunci¨® sorpresivamente que a partir de este domingo todos los cubanos que pasen por sus aeropuertos con destino a otro pa¨ªs deber¨¢n obtener un visado de tr¨¢nsito ¨Dun tr¨¢mite que tarda al menos 15 d¨ªas y cuesta 50 d¨®lares¨D. El Consulado fue rodeado de inmediato por cientos de personas angustiadas, que el viernes all¨ª segu¨ªan acampadas.
La cosa tiene su antecedente: en noviembre de 2021, el Gobierno nicarag¨¹ense elimin¨® el visado de entrada para los ciudadanos cubanos, y desde entonces miles de personas se han marchado de la isla rumbo a Managua con el prop¨®sito de seguir viaje a Estados Unidos.
Los datos del Departamento de Aduanas y Protecci¨®n de Fronteras (CBP) de Estados Unidos hablan por s¨ª solos. Desde el pasado mes de diciembre, m¨¢s de 20.000 cubanos han entrado a territorio norteamericano de forma irregular por la frontera mexicana, casi 15 veces m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior.
¡±La gente no aguanta m¨¢s, se va masivamente por cualquier lugar, aunque les cueste car¨ªsimo y arriesguen su vida. Es dram¨¢tico¡±, comenta L¨¢zaro.
Hablamos con unos j¨®venes de Holgu¨ªn que est¨¢n en el tumulto. Dicen a la cara que ¡°en Cuba no se puede vivir¡± y nos ense?an su reserva de avi¨®n. Como hay pocos vuelos directos entre Cuba y Nicaragua y ten¨ªan miedo de que la llamada ¡°ruta centroamericana¡± se cerrara, compraron un boleto La Habana-Panam¨¢-San Salvador-Managua. Les cost¨® 3.400 d¨®lares a cada uno (equivalentes a cuatro viajes de ida y vuelta a Espa?a), que pag¨® su familia en Miami.
Su pasaje era para el 13 de marzo, pero con la nueva regulaci¨®n paname?a ya no podr¨¢n volar y es un billete no reembolsable, dicen. Como ellos, la mayor¨ªa de la gente aqu¨ª reunida pide a Panam¨¢ que la medida no entre en vigor hasta abril, para dar tiempo a los que ya ten¨ªan el viaje en marzo.
¡°Es una estampida¡±, se duele L¨¢zaro, a quien se le han ido amigos, vecinos, familiares y dos exesposas en los ¨²ltimos a?os. Dice que al lado de su casa vive un amigo babalawo, sacerdote de la santer¨ªa, que tiene la consulta llena. ¡°Muchos de los que pretenden marcharse hacen brujer¨ªa para que el viaje se les d¨¦. Todos los d¨ªas all¨ª sacrifican gallos y palomas para que los orishas los protejan y no tener problemas en el trayecto¡±.
L¨¢zaro se pone en plan paternalista con los holguineros, les explica que el riesgo de irse brincando fronteras es demasiado alto: ¡°Todo est¨¢ lleno de mafias y coyotes, y adem¨¢s existe la posibilidad de que os deporten de vuelta a Cuba¡±. Los chicos escuchan, pero le rebaten: ¡°Lo importante es salir de aqu¨ª cuanto antes, luego ya veremos¡±.
Llegados a este punto, y como el mensaje no cala, L¨¢zaro me lleva al cercano restaurante El Aljibe y pedimos otros dos rones. Quiere que llame al escritor Leonardo Padura, autor de Como polvo en el viento, la gran novela del exilio cubano posterior a la Revoluci¨®n. L¨¢zaro lo considera su ¡°gur¨²¡±, m¨¢s en este jodido tema.
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Dice Padura desde el barrio de Mantilla que ve cada vez que puede los noticieros de la televisi¨®n y que all¨ª escucha hablar de un pa¨ªs. ¡°Pero salgo a las calles de mi barrio, o de cualquier barrio de La Habana, y veo y me hablan de un pa¨ªs diferente, como paralelo. Ese pa¨ªs de la calle es un pa¨ªs agobiado, al borde de la desesperaci¨®n por la falta de casi todo¡±, se?ala.
¡°La gente lleva dos a?os viviendo en funci¨®n de las colas para comprar lo que aparezca, y oigo a casi todo el mundo quejarse de que el dinero no le alcanza ni para empezar. A nadie deber¨ªa extra?arle entonces que haya tanta gente, de cualquier edad y condici¨®n, buscando la forma de irse de ese pa¨ªs real, de largarse hacia cualquier parte, por cualquier v¨ªa¡±, asegura.
L¨¢zaro comparte al 100% el diagn¨®stico de Padura, y con la voz aguardentosa se pone a maldecir en voz alta al Gobierno por ¡°la situaci¨®n a la que hemos llegado¡±. Tambi¨¦n la coge con rabia contra quienes llama ¡°los negociantes de la angustia cubana¡±: aqu¨ª incluye a las compa?¨ªas a¨¦reas que est¨¢n haciendo el agosto con las necesidades de la gente y el ansia por marcharse ¨Dhoy un viaje a Managua, por la ruta que sea, no baja de 3.000 d¨®lares¨D; a los polleros que cobran por trayecto para pasar las fronteras; a los abogados que se especializan en sacar a los emigrantes cubanos de las dependencias de migraci¨®n en M¨¦xico cuando estos son capturados; y tambi¨¦n a embajadas como la de Panam¨¢, ¡°que le hacen la vida m¨¢s dif¨ªcil a los cubanos y quieren cobrarles 50 d¨®lares por un visado de tr¨¢nsito que no exigen a nadie m¨¢s¡±.
Seg¨²n datos que ha buscado en internet, salir de Cuba rumbo a Nicaragua, pagar transportes y a los coyotes para cruzar las diversas fronteras hasta M¨¦xico, m¨¢s los correspondientes sobornos para llegar a Estados Unidos, cuesta entre 8.000 y 10.000 d¨®lares por cabeza. ¡°Por desgracia, el dolor cubano es un buen negocio para toda esta gente¡±.
El peri¨®dico oficial Granma admite que hay un ¡°incremento sostenido de la emigraci¨®n irregular¡± y tambi¨¦n da la noticia de la repatriaci¨®n de un centenar de personas. Pero responsabiliza a Washington de estimular este flujo al mantener vigentes leyes como la de Ajuste Cubano, que concede beneficios a los emigrantes de la isla que logran llegar (aunque con muchas m¨¢s restricciones que antes), y de no cumplir con los acuerdos migratorios firmados entre ambos pa¨ªses, que establecen que Estados Unidos conceder¨¢ un m¨ªnimo de 20.000 visados de emigrante al a?o.
Regresamos a Cayo Hueso y la cola frente a la Embajada de Panam¨¢ sigue en llamas. Igual de caliente est¨¢ la cosa en la tienda que queda frente a la casa de Padura. Al bajarse del carro, frente al antiguo cine Strand, L¨¢zaro recuerda un poco chispeado el son glorioso del Habanero: ¡°Si quieres alegrar tu coraz¨®n/ y que en tu alma la tristeza disminuya¡¡±. Y nos despedimos hasta ma?ana.
Por la noche me llama. La Embajada de Panam¨¢ anunci¨® que pospone la entrada en vigor del visado de tr¨¢nsito para los cubanos hasta el 16 de marzo. ¡°Los holguineros se salvaron. Ma?ana hay que brindar¡±, exclama.
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