Efectos de la desinformaci¨®n en Florida

En los ¨²ltimos d¨ªas, la guerra pol¨ªtica dio otro giro en Florida, donde Joe Biden y Donald Trump compiten por el voto latino. Surgieron informes de que el peri¨®dico El Nuevo Herald, con sede en Miami, hab¨ªa incluido un bolet¨ªn con mensajes racistas y antisemitas durante meses, y que los presentadores de Radio Mamb¨ª hab¨ªan hecho varios comentarios acusando a la Oficina Postal de los Estados Unidos de apoyar a Joe Biden y de decirles a sus oyentes que no confiaran en el sistema electoral estadounidense. Esta es la punta del t¨¦mpano. La desinformaci¨®n est¨¢ en auge y los cr¨ªticos temen que vuelva a afectar la forma en que los votantes participan en las elecciones de este a?o.

Las campa?as de desinformaci¨®n existen desde hace a?os, sobre todo en 2016, cuando la interferencia rusa contribuy¨® a la derrota de Hillary Clinton. Desde entonces, el n¨²mero actores dom¨¦sticos que se aprovechan del anonimato y la relativa facilidad para difundir falsedades, tanto en l¨ªnea como fuera de ella, ha aumentado exponencialmente. Y les ha sido m¨¢s f¨¢cil difundir desinformaci¨®n sobre Joe Biden, el Movimiento Black Lives Matter o la covid-19 en grupos cerrados en Facebook, WhatsApp y, a menudo, en los medios de comunicaci¨®n en espa?ol donde sus comentarios pasan desapercibidos. No ayuda que la persona con el p¨²lpito m¨¢s grande tambi¨¦n est¨¦ ayudando a difundir la desinformaci¨®n. A medida que se acercan las elecciones presidenciales, el presidente Trump difunde desinformaci¨®n sobre la votaci¨®n por correo, Black Lives Matter y Joe Biden.

Los temas dirigidos a los votantes latinos no son muy diferentes de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n que vemos en los principales medios de comunicaci¨®n. Sin embargo, estos esfuerzos pueden tener un mayor impacto en los votantes que son susceptibles a la desinformaci¨®n.

Tomemos por ejemplo a Florida, donde las elecciones siempre se reducen a los m¨¢rgenes: en las elecciones de 2018 para gobernador y Senado, cada esca?o se decidi¨® por menos de medio punto porcentual. Los republicanos y sus aliados son conscientes de lo ajustadas que son las encuestas este a?o en Florida, donde Biden tiene 48% de intenci¨®n de voto frente al 45% de Trump. Saben que su desaf¨ªo no es tanto aumentar el n¨²mero de seguidores latinos, sino sembrar dudas entre los votantes que puedan estar inclin¨¢ndose por Biden y de esta manera deprimir su voto.

La desinformaci¨®n en el estado ¡°del sol¡±, por lo tanto, se centra en el socialismo que est¨¢ destinado a animar a los cubanos; a mensajes destinados a crear tensiones raciales entre jud¨ªos, negros y latinos; a teor¨ªas de conspiraci¨®n perturbadoras que no vale la pena repetir. El problema es que estas ideas aparentemente marginales se abren camino en fuentes de informaci¨®n cre¨ªbles y respetadas¡ªcomo El Nuevo o Radio Mamb¨ª.

El resultado es un electorado a¨²n m¨¢s polarizado, crecientes tensiones y esfuerzos para deshumanizar al otro. Hace solo unas semanas, los presentadores de Mamb¨ª, Lourdes d¡¯Kendall y Nelson Rubio, dejaron que una radioescucha dijera al aire que si Biden gana, la gente deber¨ªa armarse hasta los dientes porque Black Lives Matter viene a por ellos.

Este tipo de desinformaci¨®n no son solo peque?as exageraciones, sino mensajes peligrosos que buscan deshumanizar y crear tensiones entre comunidades que ya luchan por soportar el malestar social, racial y pol¨ªtico que ha empa?ado 2020. Todo en nombre de desacreditar al dem¨®crata Joe Biden.

El lado positivo puede ser que estos ¨²ltimos ejemplos ayudan a crear conciencia sobre el papel que cada uno de nosotros tiene en la lucha contra la desinformaci¨®n: que en casi todas las situaciones la mejor respuesta es no amplificarla, incluso si se trata de desacreditarla. La excepci¨®n es la desinformaci¨®n que busca generar violencia, en cuyo caso es importante denunciarla.

Sin embargo, el mensaje m¨¢s importante puede ser que en un momento de aislamiento combinado y frente a la elecci¨®n m¨¢s importante de nuestras vidas, es primordial comunicarnos entre nosotros mismos; buscar un terreno com¨²n; escuchar atentamente, y, con un poco de suerte, abrir la puerta para poder compartir informaci¨®n m¨¢s precisa. Y de esta manera ayudar a crear una narrativa de unidad y esperanza. Por el bien de nuestras comunidades y nuestra democracia.

Vanessa C¨¢rdenas es estratega dem¨®crata y presidente de C¨¢rdenasStrategies.