Fern¨¢ndez nombra a un superministro de Econom¨ªa para resolver la crisis econ¨®mica y pol¨ªtica en Argentina
El presidente de la C¨¢mara de Diputados, Sergio Massa, reemplaza a Silvina Batakis en el Ministerio de Econom¨ªa, que absorbe las carteras de Producci¨®n y Agricultura
Alberto Fern¨¢ndez ha disparado la bala de plata que guardaba en la rec¨¢mara. En medio de una crisis econ¨®mica que se hab¨ªa tornado inmanejable, ha nombrado este jueves como ministro de Econom¨ªa a Sergio Massa, presidente de la C¨¢mara de Diputados y timonel de una de las tres patas del Frente de Todos, la coalici¨®n peronista oficialista. Massa estar¨¢ al frente de un ministerio que sumar¨¢ las carteras de Producci¨®n y Agricultura. La nueva estructura dar¨¢ a Massa el control total de la econom¨ªa, tal como hab¨ªa exigido para sumarse al Gabinete. El diputado es abogado, pero Fern¨¢ndez ha confiado en su reconocida capacidad de gesti¨®n y su alt¨ªsimo perfil pol¨ªtico para conducir una debacle que amenaza incluso la capacidad de gobernabilidad del peronismo.
¡°El presidente Alberto Fern¨¢ndez decidi¨® reorganizar las ¨¢reas econ¨®micas de su gabinete para un mejor funcionamiento, coordinaci¨®n y gesti¨®n. En ese sentido, se unificar¨¢n los ministerios de Econom¨ªa, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganader¨ªa y Pesca, incluyendo adem¨¢s las relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de cr¨¦dito¡±, inform¨® la Casa Rosada en un comunicado oficial en la tarde de este jueves. ¡°El nuevo ministerio estar¨¢ a cargo de Sergio Massa, actual presidente de la C¨¢mara de Diputados, a partir de que se resuelva su alejamiento de su banca¡±, agrega el comunicado. El lunes habr¨¢ una sesi¨®n especial en el Congreso para tratar la salida de Massa.
Massa, de 50 a?os, es un peronista de centro, con buenos v¨ªnculos en Wall Street y fama de buen administrador. Su nombre son¨® como reemplazo del ministro Mart¨ªn Guzm¨¢n aquel fin de semana fren¨¦tico del 2 de julio, pero sus exigencias y el rechazo de Cristina Kirchner, que ve en ¨¦l a un rival de temer, lo dejaron sin el puesto. La gravedad de la crisis, finalmente, le dio una segunda oportunidad. Massa es un pol¨ªtico con claras aspiraciones presidenciales y se jugar¨¢ la vida en el cargo. Si sobrevive, tendr¨¢ una oportunidad como candidato del peronismo en 2023. Si fracasa, ser¨¢ tambi¨¦n una derrota de todo el Gobierno.
En 2008, Massa reemplaz¨® a Alberto Fern¨¢ndez como jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. Un a?o despu¨¦s se fue tan mal como su predecesor: harto de los destratos de la presidenta y dispuesto a presentarle batalla en la interna peronista. Fund¨® el Frente Renovador y en 2015 obtuvo el 21% de los votos en las elecciones presidenciales. Durante su campa?a dijo que iba a ¡°meter presa a Cristina¡±. El desapego pol¨ªtico no le impidi¨® acordar nuevamente con su exjefa. En 2019 declin¨® su candidatura a la presidencia, se sum¨® al Frente de Todos, apoy¨® a Fern¨¢ndez y se convirti¨® en diputado. Qued¨® a cargo de la C¨¢mara Baja y se mantuvo expectante mientras el presidente y su vice se desangraban en peleas intestinas. Massa espero pacientemente su turno, consciente de que era la ¨²ltima oportunidad de un Gobierno empecinado en la autodestrucci¨®n. Los mercados recibieron con una subida de los bonos argentinos la noticia de que pod¨ªa sumarse al Gabinete de Fern¨¢ndez.
Su llegada a la Casa Rosada es una mala noticia para Kirchner. Pero la vicepresidenta entiende tambi¨¦n que sin un cambio profundo de nombres el Gobierno se precipitaba sin remedio al vac¨ªo. La crisis econ¨®mica arrecia y la llegada de Batakis no sirvi¨® para contener la ca¨ªda del peso y la disparada de la inflaci¨®n. Massa supone tambi¨¦n un ep¨ªlogo para Fern¨¢ndez, que est¨¢ cada vez m¨¢s solo. El presidente no solo perdi¨® este jueves a la ministra de Econom¨ªa que hab¨ªa elegido. Apenas pasado el mediod¨ªa del jueves, present¨® su renuncia el secretario de Asuntos Estrat¨¦gicos, Gustavo B¨¦liz. El cargo puede sonar poco atractivo, pero B¨¦liz era uno de los hombres m¨¢s cercanos al presidente y de los pocos que resisti¨® en su puesto desde el inicio de la gesti¨®n, en diciembre de 2019.
Sin B¨¦liz, el entorno de confianza de Fern¨¢ndez ha quedado reducido a solo tres personas: el canciller y exjefe de ministros, Santiago Cafiero; el secretario de la Presidencia, Gustavo Vitobello; y la secretaria Legal y T¨¦cnica, Vilma Ibarra. Son todos dirigentes sin aspiraciones electorales, a diferencia del resto de los que lideran los distintos grupos del Frente de Todos, como el propio Massa y, por supuesto, Kirchner.
Una salida desprolija
No debe llamar la atenci¨®n entonces que la salida de Batakis haya sido todo lo desprolija que pudo ser. La ministra ley¨® el nombre de Massa en las portadas de la prensa argentina el mi¨¦rcoles por la noche, mientras esperaba en Washington el avi¨®n que deb¨ªa traerla de regreso a Buenos Aires. Llevaba dos d¨ªas en la capital estadounidense, donde se reuni¨® con la direcci¨®n del FMI y la FED, presidentes de bancos multilaterales y l¨ªderes de grupos de inversi¨®n y calificadoras de riesgo. Batakis prometi¨® a todos ellos que el Gobierno cumplir¨ªa con el ajuste acordado con el FMI en enero y, lo que m¨¢s preocupaba en EE UU, que su plan ten¨ªa el acuerdo de toda la coalici¨®n de Gobierno, incluido el sector que representa a Cristina Kirchner.
Fueron justamente las cr¨ªticas del kirchnerismo al acuerdo con el FMI lo que eyect¨® a Guzm¨¢n de su cargo a principios de julio. Batakis fue el nombre de consenso que encontraron el presidente Fern¨¢ndez y su vice. La ministra prometi¨® un ajuste fiscal incluso m¨¢s severo que el que propon¨ªa su predecesor. Kirchner, esa vez, no critic¨® el plan en p¨²blico, pero tampoco apoy¨® a Batakis como se esperaba. Simplemente se mantuvo en silencio, mientras el peso se desmoronaba, los bonos de la deuda entraban en zona de default y el riesgo pa¨ªs -el diferencial de deuda que paga Argentina con respecto a EE UU-, alcanzaba cifras r¨¦cord.
Fern¨¢ndez mand¨® entonces a su ministra a Washington. Batakis habl¨® con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y David Lipton, del Tesoro de EE UU. No hab¨ªa regresado a¨²n cuando se filtr¨® a la prensa argentina que Massa sonaba como su reemplazo. Si bien el origen de la filtraci¨®n es pura especulaci¨®n -la jugada tuvo m¨²ltiples beneficiarios, incluso en bandos diferentes -, el efecto pol¨ªtico sobre Batakis fue devastador. Era ya una ministra con un pie en la puerta de salida, a poco m¨¢s de 20 d¨ªas de asumir.
La ministra aterriz¨® en Buenos Aires y se dirigi¨® directamente a la Casa Rosada. All¨ª estuvo reunida durante casi dos horas con Alberto Fern¨¢ndez y le present¨® su renuncia. Se llev¨® a cambio como premio consuelo la presidencia del Banco Naci¨®n.
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