El peso argentino se desploma en los mercados cambiarios paralelos
Las empresas que quieren acceder a d¨®lares deben pagar entre 411 y 423 pesos por cada moneda estadounidense, un nuevo r¨¦cord
El Gobierno argentino sostiene como puede la cotizaci¨®n oficial del peso argentino, pero su valor en los mercados paralelos, no regulados, se desploma. A finales de la semana pasada se rompi¨® la barrera de 400 pesos por un d¨®lar y este martes se aceler¨® el ritmo de ca¨ªda para equipararse a la inflaci¨®n, ...
El Gobierno argentino sostiene como puede la cotizaci¨®n oficial del peso argentino, pero su valor en los mercados paralelos, no regulados, se desploma. A finales de la semana pasada se rompi¨® la barrera de 400 pesos por un d¨®lar y este martes se aceler¨® el ritmo de ca¨ªda para equipararse a la inflaci¨®n, del 104,3% interanual. Los argentinos que quieren ahorrar en d¨®lares recurren a casas de cambio extraoficiales, donde pagaron 418 pesos por cada moneda estadounidense, 18 pesos m¨¢s que el viernes pasado. Las empresas cuentan a su disposici¨®n instrumentos financieros como el ¡°d¨®lar MEP¡± o el ¡°contado con liqui¡±. En el primer caso, por cada d¨®lar tuvieron que depositar 411 pesos; en el segundo, 423 pesos.
La depreciaci¨®nn ha dejado casi sin valor los billetes que circulan de mano en mano en Argentina. El de mayor denominaci¨®n, de mil pesos, equivale a cuatro d¨®lares en el mercado oficial y a poco m¨¢s de dos en el extraoficial. Para las empresas, cuadrar los presupuestos y planificar a medio y largo plazo se vuelve un rompecabezas imposible y desalienta inversiones productivas.
Con el nuevo salto, la brecha entre las cotizaciones ha vuelto a aumentar. En el mercado controlado por el Gobierno, el paso hacia adelante ha sido min¨²sculo: de 222,5 a 223 pesos por d¨®lar. En el ¡°blue¡± (al que recurren los argentinos de a pie) y en los financieros la depreciaci¨®n del peso ha sido casi del 5% en el mismo lapso.
La ca¨ªda del peso es la contracara de la inflaci¨®n desbocada que registra Argentina, mientras crece la desconfianza en que el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez pueda frenarla en la recta final de su mandato. Seg¨²n las ¨²ltimas cifras oficiales, los precios aumentaron un 7,7% entre febrero y marzo, el peor dato intermensual desde la crisis del corralito de 2001-2002.
La escalada de precios es tan r¨¢pida que ha dejado atr¨¢s incluso el ritmo de devaluaci¨®n controlada que realiza el Gobierno, por lo que la mayor¨ªa de economistas daban por descontada una correcci¨®n el tipo de cambio paralelo esta semana. ¡°La inflaci¨®n de marzo por arriba de lo esperado, m¨¢s emisi¨®n monetaria por el d¨¦ficit, m¨¢s d¨®lar agro, m¨¢s atraso cambiario, todo apunta a un d¨®lar con alas hacia arriba en abril¡±, anticip¨® el analista Dami¨¢n di Pace nada m¨¢s conocerse el IPC de marzo. ¡°Cada vez que sali¨® un dato de inflaci¨®n alto, el blue reaccion¨® acomod¨¢ndose¡±, coincide la economista Elisabet Bacigalupo, de la consultora Abeceb. ¡°Por ahora no estamos en una crisis cambiaria. No digo que no vaya a suceder¡±, tuite¨® el periodista y economista Pablo Wende.
Bacigalupo considera que el ministro de Econom¨ªa, Sergio Massa, dise?¨® un plan econ¨®mico destinado a ¡°aguantar hasta las elecciones¡± presidenciales de octubre y evitar que salte todo por los aires antes. Los numerosos controles cambiarios y las devaluaciones encubiertas por sectores ¡ªcomo el ¡®d¨®lar agro¡¯ o el ¡®d¨®lar tech¡¯¡ª forman parte de una amplia bater¨ªa de medidas que han chocado con un obst¨¢culo inesperado: la peor sequ¨ªa de los ¨²ltimos 60 a?os.
El campo argentino, la principal fuente de ingreso de divisas, estima que la mala cosecha de esta campa?a supondr¨¢ p¨¦rdidas de hasta 20.000 millones de d¨®lares. Es un duro golpe para los productores pero tambi¨¦n para el Estado, que aplica importantes impuestos a las exportaciones agroindustriales. La disminuci¨®n de ingresos deteriora a¨²n m¨¢s las cuentas fiscales e impide la acumulaci¨®n de reservas y la reducci¨®n del d¨¦ficit pactadas con el Fondo Monetario Internacional a cambio de la reestructuraci¨®n de una deuda de 44.000 millones de d¨®lares. El freno del campo se reflejar¨¢ tambi¨¦n en el Producto Interior Bruto: despu¨¦s de dos a?os de crecimiento, este 2023 las previsiones son de una contracci¨®n.
Ante ese escenario adverso y a la espera de que el Banco Central decida un nuevo aumento de tasas de inter¨¦s, los argentinos se vuelcan al d¨®lar. Recurren a la moneda estadounidense para ahorrar pero tambi¨¦n como term¨®metro de la salud de la econom¨ªa. Ver el d¨®lar por arriba de los 400 pesos despierta en algunos el fantasma de la hiperinflaci¨®n.
La cesta de la compra, que se ha encarecido casi un 30% en el primer trimestre, es otra mala se?al: a principios de a?o, con mil pesos se pod¨ªa comprar un kilo de carne. Hoy a duras penas alcanza para dos docenas de huevos o un kilo de tomates.
El deterioro econ¨®mico agrava la incertidumbre electoral y polariza a¨²n m¨¢s al pa¨ªs a cuatro meses de las elecciones primarias y a seis de las presidenciales. A trav¨¦s de las redes sociales, detractores del Gobierno peronista exigen la renuncia de Massa mientras que sus defensores advierten que en caso de ganar la oposici¨®n la pobreza aumentar¨¢ y la situaci¨®n empeorar¨¢ a¨²n m¨¢s. La campa?a electoral girar¨¢ alrededor de c¨®mo estabilizar la econom¨ªa.
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