Bombas incendiarias, gas pimienta y piedras: graves incidentes en la protesta contra la ley de desguace del Estado de Milei
El presidente argentino acusa a los protagonistas de los disturbios de ser ¡°terroristas¡± que ¡°intentaron perpetrar un golpe de Estado¡±. El Senado aprueba el proyecto de ley en general y debate a posteriori los art¨ªculos m¨¢s pol¨¦micos
Argentina tiene una larga tradici¨®n de resistencia en las calles a las leyes m¨¢s pol¨¦micas y el proyecto que le otorga herramientas al ultra Javier Milei para desguazar el Estado no ha sido una excepci¨®n. ¡°La patria no se vende, la patria se defiende¡±, cantaban miles de personas concentradas este mi¨¦rcoles frente al Congreso argentino en protesta a la ley que el Senado aprob¨® en general en una sesi¨®n marat¨®nica. La tensi¨®n era alta desde las diez de la ma?ana, cuando los legisladores comenzaron a debatir, pero aument¨® con el correr de las horas. Un grupo de manifestantes arroj¨® piedras y c¨®cteles molotov y la polic¨ªa reprimi¨® de inmediato la protesta. La plaza frente al Congreso se convirti¨® en escenario de una batalla campal y los senadores kirchneristas pidieron sin ¨¦xito pausar la sesi¨®n por la violencia en las calles. Hasta el momento hay al menos 30 detenidos y decenas de heridos.
A trav¨¦s de un breve comunicado, el presidente argentino acus¨® a los protagonistas de los disturbios en Buenos Aires de ser ¡°terroristas¡± que ¡°intentaron perpetrar un golpe de Estado atentando contra el normal funcionamiento del Congreso de la Naci¨®n argentina¡±.
El Gobierno ultraderechista hab¨ªa dise?ado un gran operativo de seguridad para impedir que los opositores cortasen el tr¨¢nsito de las avenidas que rodean al edificio legislativo. La manifestaci¨®n transcurri¨® de forma pac¨ªfica hasta pasado el mediod¨ªa, cuando se registr¨® el primer incidente grave. Los polic¨ªas antisdisturbios reprimieron con gas pimienta a personas que intentaban entrar en la plaza, entre ellas seis diputados kirchneristas, que tuvieron que recibir asistencia m¨¦dica.
¡°Es una situaci¨®n muy violenta la que se est¨¢ viviendo en el d¨ªa de la fecha. Tenemos a cinco compa?eros hospitalizados. Pero tambi¨¦n fueron reprimidos y gaseados y pateados trabajadores y gente que se acerc¨® al Congreso a manifestarse pac¨ªficamente¡±, denunci¨® ante las c¨¢maras la diputada peronista Cecilia Moreau, de la coalici¨®n Uni¨®n por la Patria. ¡°Hoy el Gobierno le est¨¢ declarando una guerra al pueblo argentino. Se votaron leyes muy controversiales, pero nunca pas¨® que haya un operativo policial, te dir¨ªa paramilitar, como este¡±, subray¨® Moreau.
Desde la plaza, una sindicalista se dirigi¨® a sus compa?eros meg¨¢fono en mano para pedirles que no se dejen amedrentar ante lo que consider¨® ¡°una nueva provocaci¨®n del Gobierno¡± y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. ¡°Una ley antipopular no puede pasar si no es con represi¨®n¡±, destac¨® mientras arengaba a los presentes para que permaneciesen en una plaza caldeada.
La situaci¨®n empeor¨® con rapidez. Alrededor de las cuatro de la tarde, varios manifestantes lanzaron piedras y c¨®cteles molotov contra las fuerzas de seguridad y derribaron las vallas que imped¨ªan acceder a la calle frente al Congreso. Los antidisturbios usaron primero tanquetas lanza agua y despu¨¦s avanzaron en bloque para desalojar a los opositores con gases lacrim¨®genos y balas de goma. El aire se volvi¨® irrespirable a varias cuadras del Congreso.
Al desconcentrarse, se multiplicaron los episodios violentos. Algunos manifestantes quemaron contenedores, papeleras e incluso dos autom¨®viles. En otras calles cercanas, en cambio, se manten¨ªan peque?as protestas pac¨ªficas. La polic¨ªa imped¨ªa que los peatones accediesen a los alrededores del Congreso, pero s¨ª permit¨ªa el paso de veh¨ªculos.
Aprobada por la m¨ªnima
Organizaciones sociales y pol¨ªticas, tanto cercanas a la izquierda como al peronismo, hab¨ªan desplegado sus banderas entre la multitud desde temprano, mientras algunos segu¨ªan el debate en el interior del Senado tel¨¦fono en mano. El resultado de la votaci¨®n tuvo al pa¨ªs en vilo hasta las once de la noche. Tal y como se preve¨ªa, la C¨¢mara Alta se dividi¨® en dos mitades id¨¦nticas, con 36 senadores a favor del proyecto en general y otros 36 en contra. La ¨²ltima palabra la tuvo la vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien desempat¨® a favor del Gobierno. La sesi¨®n contin¨²a ahora con la votaci¨®n cap¨ªtulo por cap¨ªtulo y el proceso se repetir¨¢ despu¨¦s con el paquete fiscal.
Horas antes, los manifestantes oscilaban entre la resignaci¨®n y la esperanza. ¡°Senadores, hoy se convierten en h¨¦roes. No a la Ley Bases¡±, dec¨ªa la pancarta de uno de los optimistas, parafraseando la c¨¦lebre frase de Javier Mascherano al portero de la selecci¨®n argentina, Sergio Romero, en el Mundial de 2014.
Los opositores rechazan toda la ley, pero recelan especialmente de la delegaci¨®n de facultades legislativas a un presidente que busca dinamitar el maltrecho Estado de bienestar argentino ¨D¡±soy el topo que destruye el Estado desde dentro¡±, se autodefini¨® d¨ªas atr¨¢s¨D y la privatizaci¨®n, cierre o desfinanciaci¨®n de empresas y organismos p¨²blicos. Los sindicalistas advierten que la reforma laboral incluida en el borrador abaratar¨¢ los despidos en un contexto de recesi¨®n econ¨®mica donde miles de personas ya se han quedado sin empleo.
Cacerolazos
Por la noche, la protesta se traslad¨® de las calles del centro de Buenos Aires al coraz¨®n de los hogares argentinos. Los vecinos disconformes con el Gobierno salieron a puertas y balcones para golpear cacerolas y otros objetos met¨¢licos contra la ley y la represi¨®n policial.
La votaci¨®n de este mi¨¦rcoles es crucial, lo que explica la tensi¨®n con la que se sigue en todo el pa¨ªs. El partido oficialista La Libertad Avanza tiene solo el 10% de las bancas del Senado y ha tenido que hacer numerosas concesiones para conseguir el respaldo de parte de la oposici¨®n dialoguista. El proyecto regresar¨¢ a la C¨¢mara de Diputados para su sanci¨®n definitiva, pero all¨ª se da por descontado que tendr¨¢ los suficientes votos positivos para convertirse en ley.
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