La Justicia argentina escucha a v¨ªctimas en la causa por cr¨ªmenes de lesa humanidad de las fuerzas de seguridad venezolanas
¡°Poder hablar ante los jueces es un primer paso hacia la reparaci¨®n¡±, dice Ignacio Jovtis, abogado de la Fundaci¨®n Clooney, querellante en esta causa de jurisdicci¨®n universal
Familiares de dos manifestantes asesinados durante las protestas de Venezuela en 2014 declararon esta semana ante un tribunal argentino. En audiencias de hasta tres horas, las v¨ªctimas testificaron en la causa abierta un a?o atr¨¢s en Buenos Aires por presuntos cr¨ªmenes de lesa humanidad perpetrados por las fuerzas de seguridad venezolanas. La Fundaci¨®n Clooney para la Justicia, querellante, apel¨® a la jurisdicci¨®n universal para solicitar que Argentina investigue el posible plan sistem¨¢tico de represi¨®n orquestado por las fuerzas que responden al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. La declaraci¨®n brindada por tres v¨ªctimas supone el mayor avance hasta ahora en la causa.
¡°Me he quitado una gran mochila de encima¡±, le dijo una de las v¨ªctimas al abogado litigante, Ignacio Jovtis, cuando termin¨® la audiencia tras d¨ªas de muchos nervios. ¡°Pienso que en Argentina se les ha abierto una ventana de justicia, esa justicia que se les fue negada durante tantos a?os. Tener la posibilidad de hablar frente a los jueces implica un primer paso hacia la reparaci¨®n¡±, declar¨® el letrado a EL PA?S. ¡°Fue intenso, pero [las v¨ªctimas] se sintieron bien tratadas y respetadas¡±, valor¨® este viernes.
Seg¨²n la denuncia, el ataque organizado contra la poblaci¨®n civil entre febrero y mayo de 2014 ¡°respondi¨® a una pol¨ªtica de Estado¡± y el asesinato de m¨¢s de una veintena de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad se enmarc¨® dentro de un plan sistem¨¢tico de represi¨®n.
¡°No estamos hablando de delitos aislados sino que creemos que son delitos que corresponden al mismo patr¨®n¡±, asegura Jovtis, quien trabaja desde hace dos a?os en este caso. Cuenta que entrevist¨® a decenas de personas en toda Venezuela y sus testimonios revelan que en distintas regiones del pa¨ªs hubo personas ¡°detenidas, torturadas y liberadas de forma notoriamente similar¡±.
La Justicia venezolana se ha negado a investigar a los altos cargos de la Guardia Nacional Bolivariana y se ha limitado a juzgar la responsabilidad de los oficiales de rangos subalternos, motivo por el que la Fundaci¨®n Clooney recurri¨® a la Justicia argentina. Ha entregado 15.000 p¨¢ginas con pruebas para acusar con nombre y apellidos a quienes considera culpables de los dos cr¨ªmenes para los que exigen justicia. ¡°Lo que buscamos es que la Justicia identifique y condene a los responsables penales¡±, afirma Jovtis.
La querella lamenta no poder brindar m¨¢s detalles sobre los casos representados debido al riesgo para la seguridad que enfrentan sus familias a d¨ªa de hoy, pese al tiempo transcurrido desde los cr¨ªmenes denunciados. ¡°Denunciar cualquier violaci¨®n de los derechos humanos en Venezuela requiere un grado de valent¨ªa muy grande porque los riesgos no son te¨®ricos sino reales, como vimos con Roc¨ªo San Miguel¡±, detalla el abogado, en referencia a la activista detenida desde febrero acusada de formar parte de una supuesta conspiraci¨®n para asesinar a Maduro. La fiscal¨ªa venezolana detuvo tambi¨¦n a la hija de San Miguel, a su marido, a su exmarido y a dos familiares m¨¢s, aunque despu¨¦s los dej¨® a todos en libertad con cargos excepto a ella.
Naciones Unidas denuncia desde hace a?os las m¨²ltiples violaciones de los derechos humanos perpetradas en Venezuela. Seg¨²n este organismo internacional, los servicios de inteligencia venezolanos ¡°funcionan como estructuras bien coordinadas y eficaces para la ejecuci¨®n de un plan, orquestado desde los niveles m¨¢s altos del Gobierno, para reprimir la disidencia mediante la comisi¨®n de cr¨ªmenes de lesa humanidad¡±.
Frente a la par¨¢lisis de los tribunales venezolanos, estos cr¨ªmenes se investigan en paralelo en la Corte Penal Internacional (CPI) y en la justicia argentina por aplicaci¨®n de la jurisdicci¨®n internacional, que permite a los pa¨ªses enjuiciar los cr¨ªmenes m¨¢s graves con independencia del lugar donde se hayan cometido y de la nacionalidad del autor o de la v¨ªctima. A principios de a?o, un juez argentino de primera instancia archiv¨® la causa y pidi¨® derivarla a la CPI, pero un tribunal superior orden¨® reabrirla en abril. Desde entonces, la justicia argentina ha solicitado varias medidas de prueba y ha tomado declaraci¨®n esta semana a tres v¨ªctimas.
Amnist¨ªa Internacional (AI) present¨® un amicus curiae para respaldar la causa impulsada por la Fundaci¨®n Clooney por considerar que ¡°el sistema de justicia de Venezuela ha demostrado que no tiene voluntad ni capacidad para genuina y adecuadamente investigar, perseguir y sancionar penalmente a los perpetradores de cr¨ªmenes graves de derechos humanos en su jurisdicci¨®n dom¨¦stica, menos a¨²n a aquellos que ostentan altos cargos en las l¨ªneas de mando¡±.
En el escrito presentado, AI advirti¨® que las violaciones de los derechos humanos se han recrudecido y se ven de forma cotidiana detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y la ausencia de garant¨ªas m¨ªnimas para un juicio justo, as¨ª como ataques constantes a organizaciones y activistas. Esta organizaci¨®n alent¨® a la justicia argentina ¡°a ponerle freno a los perpetradores de estas violaciones y cr¨ªmenes¡± al aplicar toda la fuerza del derecho penal para ofrecer justicia a las v¨ªctimas.
La justicia federal argentina tiene otras dos causas abiertas bajo el principio legal de la jurisdicci¨®n universal. La primera, iniciada en 2010, investiga los presuntos cr¨ªmenes de lesa humanidad cometidos en Espa?a por el r¨¦gimen franquista (1936-1977). La segunda se remonta a 2021 e investiga el presunto genocidio cometido contra la comunidad rohingya en Myanmar.
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