Fracturas, indisciplina y amenaza de expulsiones en la ¡°tropa¡± parlamentaria de Javier Milei

Las tres derrotas consecutivas que el Gobierno de Javier Milei sufri¨® en el Congreso la semana pasada tuvieron como trasfondo una creciente disputa interna entre los legisladores oficialistas. En la C¨¢mara de Diputados y tambi¨¦n en la de Senadores, los bloques de La Libertad Avanza ¡ªel partido de Milei¡ª son escenario de acusaciones cruzadas, posturas contrarias al Ejecutivo, denuncias de violencia y posibles expulsiones. La atm¨®sfera de tensi¨®n la completan los conflictos de Milei con dos aliados que fueron claves en su triunfo electoral, la vicepresidenta Victoria Villarruel y el expresidente Mauricio Macri (2015-2019). El viernes ¨²ltimo, Milei le dedic¨® a Macri una frase que puso en duda la capacidad del exmandatario para controlar a los legisladores de su partido: ¡°O no maneja la tropa, o la tropa no entiende el da?o que est¨¢ haciendo¡±, dijo, con palabras que amenazan ponerlo frente a un espejo.

Denuncias en Diputados

La bancada de diputados de La Libertad Avanza est¨¢ envuelta en un esc¨¢ndalo desde hace un mes por la visita que seis legisladores hicieron a la c¨¢rcel de Ezeiza para reunirse con represores detenidos por asesinatos, torturas y secuestros cometidos durante la ¨²ltima dictadura (1976-1983). El encuentro fue repudiado por organismos de derechos humanos, por la oposici¨®n y hasta por sectores del oficialismo.

El mismo Milei debi¨® responder sobre el tema el viernes. ¡°Esa no es mi agenda¡±, dijo a Radio Rivadavia sobre la visita a criminales como Alfredo Astiz, uno de los s¨ªmbolos de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar. Cuando fue consultado sobre la posible intervenci¨®n de la vicepresidenta, Milei respondi¨®: ¡°No s¨¦ si tuvo algo que ver con esto. Habr¨¢ que ver¡±. Proveniente de la familia militar, Villarruel es una de las caras visibles del discurso negacionista que busca instalar que en Argentina hubo en la d¨¦cada de 1970 una guerra civil y no terrorismo de Estado.

La estrategia del Gobierno fue, desde el primer momento, circunscribir la responsabilidad por la excursi¨®n a Ezeiza a los seis legisladores participantes. Pero el conflicto escal¨® cuando se supo que el traslado hasta la c¨¢rcel se realiz¨® en un veh¨ªculo oficial de la C¨¢mara de Diputados y cuando trascendieron las gestiones del Ministerio de Seguridad para organizar el ingreso en el penal. Subi¨® un pelda?o m¨¢s cuando dos de las diputadas involucradas contaron p¨²blicamente que sus compa?eros de bloque las enga?aron, que las invitaron a una recorrida ¡°institucional y humanitaria¡± y que no sab¨ªan con qui¨¦nes iban a reunirse. Y termin¨® de estallar este domingo, cuando una de ellas revel¨® el motivo detr¨¢s de la visita: propiciar la liberaci¨®n de los criminales de lesa humanidad.

La diputada Lourdes Arrieta difundi¨® desde sus redes sociales im¨¢genes de los intercambios de mensajes del grupo de legisladores, que inclu¨ªa tambi¨¦n a abogados, magistrados y al menos a un sacerdote. All¨ª, adem¨¢s de exhibir los cuestionamientos internos y las diferencias con el Ejecutivo, expuso la elaboraci¨®n de un proyecto de ley y un decreto para fijar ¡°en 25 a?os el plazo m¨¢ximo de duraci¨®n de un proceso penal¡± desde la comisi¨®n del delito imputado, y establecer que ese l¨ªmite ¡°alcanzar¨¢ a los procesos por delitos de lesa humanidad que no hayan recibido sentencia firme¡±. Salvo el juicio a la jerarqu¨ªa militar, desarrollado en 1985, los dem¨¢s juicios por los cr¨ªmenes de la dictadura pudieron comenzar a realizarse en 2006, tras la declaraci¨®n de inconstitucionalidad y la anulaci¨®n de la trama normativa que proteg¨ªa a los represores.

La Libertad Avanza intent¨® apaciguar la crisis interna en una reuni¨®n de bloque, la semana pasada, pero todo termin¨® de la peor manera, con los ¨¢nimos alterados y a los gritos en el Congreso. Arrieta denunci¨® por violencia a otro diputado y apunt¨® contra el presidente de la C¨¢mara baja, Mart¨ªn Menem, de quien siempre dijo que estaba al tanto de la visita a la c¨¢rcel. Tambi¨¦n acus¨® a sus compa?eros de bancada de impulsar ¡°una agenda que no es la de Milei¡± y este lunes declar¨® que tiene ¡°miedo por su vida¡±.

Sus compa?eros de bloque la tildaron de ¡°traidora¡± y Menem exigi¨® disciplina partidaria: ¡°Ninguno de nosotros tiene votos propios¡±, dijo a Radio Mitre. ¡°Todos le debemos esta posibilidad de estar en una banca al presidente Milei, y lo ¨²nico que podemos hacer es apoyar todos los proyectos del Ejecutivo.¡± El partido analiza expulsar a Arrieta de sus filas, medida que podr¨ªa concretarse este martes.

Rechazo en el Senado

En la C¨¢mara alta, la tensi¨®n aflor¨® por uno de los candidatos de Milei para asumir como juez de la Corte Suprema de Justicia. El controvertido magistrado en cuesti¨®n, Ariel Lijo, tiene el apoyo de parte de la corporaci¨®n judicial e incluso de sectores del peronismo, la principal fuerza opositora al actual Gobierno. Pero es resistido por numerosas organizaciones civiles e incluso por aliados al oficialismo, que cuestionan su idoneidad t¨¦cnica y moral, as¨ª como se?alan su manejo pol¨ªtico de causas vinculadas con la corrupci¨®n. La vicepresidenta tambi¨¦n lo rechaza.

El senador Francisco Paoltroni, uno de los referentes ¡°libertarios¡± en el Senado, anunci¨® que har¨¢ ¡°lo imposible¡± para que Lijo no llegue al m¨¢ximo tribunal y lo defini¨® como ¡°la garant¨ªa de la impunidad de los ¨²ltimos 30 a?os y de lo que no va a cambiar por los pr¨®ximos 20¡å, si es designado. Sus cr¨ªticas se?alaron a Santiago Caputo, asesor sin cargo de Milei y parte del entorno m¨¢s cercano al presidente, junto a su hermana, Karina. Dijo que Caputo ¡°le est¨¢ haciendo perder credibilidad y confianza¡± al mandatario. Seg¨²n Paoltroni, ¡°la mayor¨ªa¡± del bloque oficialista no est¨¢ de acuerdo con nombrar a Lijo.

Al igual que en el caso de Diputados, La Libertad Avanza eval¨²a separar a Paoltroni de su bloque de senadores. Las diferencias internas amagan con profundizar la debilidad parlamentaria del oficialismo, que cuenta solo con 38 diputados sobre 257 y con 7 senadores sobre 72. De alguna manera, Milei paga el costo de carecer de una estructura partidaria institucionalizada y de haber conformado sus listas de candidatos a legisladores, mayoritariamente, con personas ajenas al mundo de la pol¨ªtica y la funci¨®n p¨²blica, como ¨¦l mismo.

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