El Papa descendi¨® a la Tierra (en Argentina)
Las cr¨ªticas de Francisco al Gobierno de Javier Milei rompieron la ret¨®rica ambigua que el pont¨ªfice administra con certeza
¡°Yo digo siempre que, si Dios bajara todos los d¨ªas a la Tierra a resolver el problema planteado entre los hombres, ya le habr¨ªamos perdido el respeto. Y no habr¨ªa faltado un tonto que querr¨ªa reemplazarlo a Dios, porque el hombre es as¨ª¡±. Esas palabras de Juan Domingo Per¨®n cobijan una lecci¨®n interesante para Jorge Bergoglio, a quien muchos suponen uno de sus disc¨ªpulos.
El papa Francisco acaba de desatar una pol¨¦mica en Argentina, su pa¨ªs. En el marco de una reuni¨®n de movimientos dedicados a la asistencia social celebrada en Roma, formul¨® varias cr¨ªticas contra el gobierno de Javier Milei. Fueron reproches bastante precisos, en los que abandon¨® por un momento esa ret¨®rica ambigua que siempre administra con tanta destreza.
Bergoglio se refiri¨® a una manifestaci¨®n de protesta por un recorte en los ingresos de los jubilados, en Buenos Aires, frente al Congreso, a la que las autoridades respondieron arrojando gas pimienta. ¡°No pueden pagar la justicia social, pero s¨ª pagan el gas pimienta, que es car¨ªsimo¡±, se quej¨®.
En un plano m¨¢s conceptual, defendi¨® la aplicaci¨®n de ¡°buenas pol¨ªticas, pol¨ªticas racionales y equitativas que afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo, trabajo, un salario justo y los derechos sociales adecuados¡±. Ideas que son menospreciadas por el presidente de Argentina, para quien ¡°la justicia social es un delito¡±.
El Papa revel¨® tambi¨¦n, de manera brumosa, que se hab¨ªa enterado de un pedido de sobornos, aunque no aclar¨® si ocurri¨® durante el actual Gobierno argentino.
Estas manifestaciones del jefe de la Iglesia Cat¨®lica fueron recibidas en la Argentina como una in¨¦dita incursi¨®n en el terreno pol¨ªtico. Mucho m¨¢s espec¨ªfica y severa que las que suele realizar a menudo. Es posible que haya influido en ese impulso la proximidad de Juan Grabois, el organizador del congreso de movimientos populares al que el Papa estaba asistiendo. Grabois es el pol¨ªtico argentino preferido por Bergoglio, que lo design¨® miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, una especie de Ministerio de Acci¨®n Social del Vaticano. Grabois compiti¨® el a?o pasado por la candidatura presidencial del peronismo. Consigui¨® ese espacio, entre otras razones, por una sugerencia del Pont¨ªfice a Cristina Kirchner.
Esta cercan¨ªa con Grabois condicion¨® mucho m¨¢s la lectura de la intervenci¨®n de Bergoglio, que fue entendida como un acto opositor a Milei desde la plataforma que ofrece el peronismo. Una interpretaci¨®n bastante generalizada es que se trat¨® de un error, similar al que Per¨®n le atribu¨ªa a Dios, en el caso de que decidiera aparecer en la Tierra a cada rato.
M¨¢s all¨¢ de ese reparo, formulado sobre todo por fieles cat¨®licos m¨¢s o menos cercanos a las ideas de Milei, la irrupci¨®n del Papa en el debate cobija varios significados para la peripecia argentina. El m¨¢s inmediato es que sugiere que ¨¦l no est¨¢ pensando en viajar pronto a su pa¨ªs. Muchos amigos le escucharon decir que, si regresaba bien de su viaje por Asia, el pr¨®ximo destino ser¨ªa la Argentina y Uruguay. La gira por Indonesia, Pap¨²a, Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur fue un ¨¦xito que le hizo regresar a Roma muy entusiasmado. Por lo tanto, comenz¨® a darse por supuesto que la pr¨®xima excursi¨®n ser¨ªa por el R¨ªo de la Plata, tal vez en marzo. Por eso muchos quedaron desconcertados con las declaraciones del viernes pasado, que hacen pensar que ese viaje se seguir¨¢ postergando.
El Gobierno argentino respondi¨® con mesura. ¡°No coincidimos pero respetamos la opini¨®n del Papa¡±, declar¨® el vocero presidencial. Sin embargo, el v¨ªnculo de Milei con el jefe de la Iglesia retrocede ahora varios casilleros y amenaza con regresar a la ¨¦poca de las grandes agresiones. Cuando Milei llam¨® a Bergoglio ¡°la encarnaci¨®n del Maligno¡± y cuando Bergoglio comparaba la llegada de Milei al poder con el ascenso del nazismo.
Esa animadversi¨®n coincidi¨® con movimientos muy expl¨ªcitos del clero en la Argentina, en especial de los ¡°curas villeros¡±, sacerdotes muy ligados al Papa que realizan su trabajo en los barrios m¨¢s humildes de los grandes suburbios de Buenos Aires. Esos curas llegaron a celebrar una misa en la que predicaron en contra de Milei. Cuando el candidato de ultraderecha lleg¨® a la Presidencia, se esboz¨® una reconciliaci¨®n. Milei visit¨® a Francisco en Roma y escenificaron una relaci¨®n de mutua simpat¨ªa. Ese entendimiento, si es que existi¨®, se rompi¨® el viernes pasado.
Es un desencuentro misterioso debido a que el presidente argentino tambi¨¦n se percibe a s¨ª mismo como el agente de un plan divino, como suele suceder con los Papas. Milei considera que su administraci¨®n est¨¢ impulsada por ¡°las fuerzas del cielo¡± y acostumbra afirmar, cuando est¨¢ entre amigos, que ¡°Mois¨¦s tard¨® 40 a?os en llevar al pueblo de Dios a la tierra prometida, y a m¨ª la democracia argentina me esper¨® 40 a?os¡±. Son peculiaridades que llevan a conjeturar si Milei no estar¨¢ convencido de que el ajedrez que dirime con Bergoglio no se estar¨¢ jugando en otro plano.
La catilinaria del Papa permite varias lecturas. La m¨¢s rudimentaria es que ¨¦l est¨¢ obligado a enviar una se?al de fortaleza a los que, como aquellos sacerdotes combativos, se enfrentaron a Milei y quedaron a la intemperie. Debe recordarse que la acci¨®n social de la Iglesia en las zonas m¨¢s sumergidas, ligada sobre todo al rescate de j¨®venes atrapados por la adicci¨®n a las drogas, depende de la ayuda del Estado.
Otra interpretaci¨®n atribuye a Bergoglio una operaci¨®n de m¨¢s largo alcance. ?l estar¨ªa reaccionando a una circunstancia hist¨®rica en la cual, en Argentina, se ven amenazados los valores ligados a la solidaridad y la justicia social. No s¨®lo porque el Gobierno de Milei no los interpreta. Tambi¨¦n porque el peronismo fue derrotado y atraviesa una crisis de liderazgo. La apuesta del Papa ser¨ªa cubrir ese vac¨ªo y, en el intento, facilitar con sus palabras y sus gestos un movimiento de renovaci¨®n dentro de una fuerza que desde 2003 ha sido dominada por los Kirchner.
Queda abierta la pol¨¦mica sobre la proximidad del Papa a los episodios de la coyuntura. Tambi¨¦n sobre esta percepci¨®n cabe abrir un interrogante. Porque, si se tiene en cuenta que en Argentina los pobres ya son el 55% de la poblaci¨®n, de los cuales en los grandes cordones suburbanos 70% son menores de 14 a?os, se podr¨ªa suponer que la que presta atenci¨®n a la larga duraci¨®n es el alma herida de Bergoglio. Y que los que est¨¢n hipnotizados por el cort¨ªsimo plazo son los que le piden que se calle para no contrariar el ajuste de Milei.
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