La detenci¨®n de un testigo reaviva la causa por la desaparici¨®n de la argentina Mar¨ªa Cash 13 a?os despu¨¦s
El fiscal cree que el camionero que tuvo el ¨²ltimo contacto conocido con la mujer ¡°le quit¨® la vida e hizo desaparecer el cuerpo¡±. Est¨¢ acusado de homicidio calificado por alevos¨ªa
El 4 de julio de 2011, la dise?adora argentina Mar¨ªa Cash, de 29 a?os, se subi¨® a un autob¨²s en Buenos Aires rumbo a Jujuy, en el norte de Argentina. Iba a vender ropa y a visitar a un amigo pero, por motivos que se desconocen, se baj¨® antes, en la provincia vecina de Salta. Desde all¨ª comenz¨® un viaje confuso hasta que el 8 de julio de ese a?o desapareci¨® sin dejar rastro. Su ¨²ltimo contacto conocido fue con el camionero H¨¦ctor Romero, quien declar¨® varias veces como testigo. Esta semana, trece a?os despu¨¦s, Romero fue acusado de homicidio calificado por alevos¨ªa y qued¨® en prisi¨®n preventiva. El fiscal sostiene que hay evidencias para sospechar que la asesin¨® e hizo desaparecer el cuerpo, mientras la Justicia prepara rastrillajes para intentar encontrarlo.
¡°Todo indica que Romero le quit¨® la vida a Mar¨ªa Cash e hizo desaparecer el cuerpo¡±, declar¨® el martes a los medios el fiscal general Eduardo Villalba al finalizar la audiencia en la que el camionero brind¨® declaraci¨®n indagatoria y qued¨® detenido. Fuentes de la investigaci¨®n consultadas por EL PA?S destacan que el sospechoso incurri¨® en numerosas contradicciones, una persona de su entorno minti¨® para sostener su coartada y hay otras pruebas vinculadas a los datos obtenidos de su tel¨¦fono, declaraciones testimoniales y escuchas telef¨®nicas que parecen incriminarlo. Entre los testigos citados est¨¢ su hermano David, quien neg¨® cualquier responsabilidad, pero fue ambiguo respecto al acusado: ¡°Si mi hermano se mand¨® una macana, que se haga cargo¡±.
En un primer momento, Romero se neg¨® a declarar, pero al ver la grave acusaci¨®n que pesaba sobre ¨¦l cambi¨® de opini¨®n. ¡°Comenz¨® respondiendo todas las preguntas, pensaba que pod¨ªa refutarlo todo, pero cuando la fiscal¨ªa comenz¨® a mostrarle otras pruebas finalmente se cerr¨® y se limit¨® a repetir que era inocente¡±, se?alaron las fuentes judiciales.
Un caso de alto impacto medi¨¢tico
La reactivaci¨®n de la causa tiene en vilo al pa¨ªs latinoamericano, que recuerda c¨®mo las fotograf¨ªas con su cara se difundieron por todos lados, se ofreci¨® una recompensa millonaria para localizarla y m¨¢s de mil personas llamaron para brindar posibles pistas que no lograron dar con su paradero.
Desde el principio, la hip¨®tesis que cobr¨® m¨¢s fuerza fue que se trataba de un posible delito de trata, lo que hizo que la causa quedase en manos de la Justicia federal. Sin embargo, el a?o pasado el fiscal orden¨® hacer una limpieza del expediente y se volvi¨® a analizar pista por pista. Ah¨ª se empez¨® a ver que hab¨ªa inconsistencias en las declaraciones de Romero y se cambi¨® la estrategia judicial.
Romero declar¨® por primera vez el 14 de julio de 2011 y dijo que vio a Cash haciendo auto-stop en una rotonda a la entrada de la ciudad de General G¨¹emes y que la llev¨® hasta la finca de El Estanque, sobre la ruta 34. Dos semanas despu¨¦s, cambi¨® su versi¨®n y dijo que la dej¨® en el paraje Palomitas, un kil¨®metro m¨¢s lejos que en el primer punto se?alado. En la tercera declaraci¨®n, el 28 de agosto de 2019, afirm¨® que hab¨ªa dejado a la dise?adora en la gruta de la Difunta Correa, todav¨ªa m¨¢s lejos que los dos puntos anteriores.
Las coordinadas y los horarios registrados por los peritos que analizaron su tel¨¦fono celular no coinciden tampoco con los tiempos de viaje que Romero declar¨® ante la Justicia. A los investigadores les llama la atenci¨®n, adem¨¢s, que justo cuando se cumpli¨® un mes de la desaparici¨®n de Cash, la se?al de su tel¨¦fono muestra que el camionero se detuvo durante algo m¨¢s de una hora en la zona.
La lentitud de la Justicia ha sido siempre un obst¨¢culo para el avance de la causa. Aunque Romero fue la ¨²ltima persona en ver a Cash con vida, la polic¨ªa tard¨® una semana en citarlo a declarar y casi dos m¨¢s en inspeccionar su cami¨®n. No encontraron rastros de sangre que lo incriminasen. Ahora, transcurridos trece a?os desde la desaparici¨®n de la joven, las expectativas est¨¢n puestas en los inminentes rastrillajes.
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