Ante la ausencia flagrante de liderazgo, la juventud valenciana, que siempre ha escuchado las historias de sus abuelos sobre la ¡®Riu¨¤' de 1957, se ha echado la reconstrucci¨®n de su tierra a sus espaldas
La nuestra era una tierra donde los beb¨¦s nac¨ªamos con la estampa de Zaplana inaugurando cosas a lo loco, con una oposici¨®n en ruinas, demasiadas personas mirando hacia otro lado y fajos de billetes por doquier, nos criamos en una sociedad pospol¨ªtica
La izquierda debe sentarse en la sillita de pensar y comenzar a planear su futuro. De lo contrario, puede volver a pasar una buena temporada sentada, pero en la oposici¨®n
La ciudad crece sin mesura, llena de nuevos barrios sin personalidad ni alma habitados por las mismas clases medias que tienen que huir del centro porque el alquiler est¨¢ imposible