El aroma feroz de aquella fruta
Una galaxia de luci¨¦rnagas es un mon¨®logo escrito (y vivido) por Aina Tur e interpretado por la no menos estupenda Anna Alarc¨®n
Una galaxia de luci¨¦rnagas, escrita y dirigida por Aina Tur, se estren¨® el pasado 23 de octubre en una sesi¨®n ¨²nica programada por el festival Temporada Alta de Girona y estaba programada en El Mald¨¤ de Barcelona del 4 al 29 de noviembre, pero el nuevo cierre de los teatros decretado en Catalu?a ha obligado aplazar su representaci¨®n en este espacio al menos hasta el 14 de noviembre, fecha en la que supuestamente se levantar¨¢ la restricci¨®n. Confiamos.
Aina Tur es responsable de programaci¨®n de la sala Beckett de Barcelona y autora de obras como Addiccions, Dimecres o Trob que l¡¯haur¨¦ de llegir. Siempre hay que fijarse en Anna Alarc¨®n, su protagonista y colaboradora en el mon¨®logo Una galaxia de luci¨¦rnagas, porque el nombre de esta actriz es sin¨®nimo de intensidad. Se dio a conocer en S¨¦ de un lugar (con la que hizo gira dos a?os por toda Espa?a con Xavi S¨¢ez) y Esmorza amb mi, ambas de Iv¨¢n Morales. De otros muchos trabajos de Alarc¨®n destacan tambi¨¦n Prendre partit, de Ronald Harwood, y la escalofriante Psicosi de les 4.48, de Sarah Kane.
El texto escrito por Tur e interpretado por Alarc¨®n (que publicar¨¢ Libros de la Vor¨¢gine) podr¨ªa ser un g¨¦nero que mezcla relato teatral y cr¨®nica, y lo que desde los inicios del nuevo periodismo algunos dieron en llamar reportaje personal o autoficci¨®n. Un recuerdo que, cuenta Tur, esper¨® casi 25 a?os en desvelar. Tras cenar con un amigo, la escritora le dijo: ¡°Has de saber algo de m¨ª. Necesito cont¨¢rtelo¡±. El amigo contest¨® luego: ¡°Aina, me lo cuentas como si fueras culpable. Y eres una v¨ªctima¡±. Despu¨¦s de esa sobremesa, Tur se encerr¨® tres d¨ªas y se puso a escribir lo que ser¨ªa Una galaxia de luci¨¦rnagas (t¨ªtulo que alude a un momento de belleza) y a contar un mon¨®logo de 28 p¨¢ginas narrado por alguien bastante parecido a Tur y luego interpretado por Anna Alarc¨®n. En la posfunci¨®n de Salt, actriz y autora se recuerdan tan juntas preparando el montaje que los mismos sue?os parec¨ªan brotados de historias sin compartir. Aina Tur ten¨ªa apenas 21 a?os cuando entr¨® en un proyecto de cooperaci¨®n internacional en Latinoam¨¦rica, donde fue v¨ªctima de un asalto a mano armada ¡°en el segundo pa¨ªs m¨¢s violento del mundo. Una historia que no hab¨ªa contado o no quise contar¡±.
La historia empez¨® el 24 de julio de 1998, ¡°en un peque?o pa¨ªs del tr¨®pico que no nombrar¨¦ por razones de seguridad, del mismo modo que debo obviar algunos nombres y lugares¡±. Imposible, pues, detallarlo todo. Contar¨¦ fragmentos del relato, sobre todo los que vuelven. Lo que realmente vale la pena es ver y escuchar a Anna Alarc¨®n y leer el no menos estupendo texto de Aina Tur. Empez¨® con una pesadilla. La protagonista est¨¢ prisionera, incapaz de levantarse de una silla, con un calor salvaje, que parece empapar realmente a Alarc¨®n. Los mangos van cayendo y no se pueden comer. Una pesadilla en la que se une lo sensual, el aroma feroz de la fruta y el ansia de escapar. ¡°Sab¨ªa que alg¨²n d¨ªa contar¨ªa lo que pas¨®¡±, cuenta la narradora, ¡°pero nunca encontraba el momento, el impulso, ni la valent¨ªa¡±. Tras colaborar con otra ONG, Tur y sus compa?eros son asaltados por cinco j¨®venes encapuchados, que corr¨ªan hacia ellos con pistolas y ametralladoras. Sigue: ¡°Nos tuvieron cinco horas retenidos, descalzos (menos yo), las manos a la cabeza, enca?onados. Dos pistolas. Dos fusiles de asalto: un AK47 y un M16. Yo era la ¨²nica mujer. Nos guiaban a gritos, fuera del camino¡±. Pidi¨® que no la torturasen durante d¨ªas. Rez¨®. ¡°A Dios. S¨ª, ya s¨¦ que no existe. Pero le ped¨ª una violaci¨®n r¨¢pida, no muy dolorosa, sin sangre. Sin tortura, sin secuestro¡±.
Retengo estas frases: ¡°Estaban cada vez m¨¢s cerca. Yo no pensaba: pienso ahora. Entonces me limit¨¦ a hacer lo que dec¨ªan¡±. Y esta frase que podr¨ªa ser de Sarah Kane: ¡°Dej¨¦ de pertenecerme¡±. Todo eso fue terrible, sigue, pero fueron peor las consecuencias. ¡°Aprend¨ª, entre otras cosas, el privilegio que supone haber nacido en un pa¨ªs rico: que los asaltados fueran europeos¡±. Y esta otra, de otro territorio: ¡°El dedo tembloroso de ese atracador joven que hab¨ªa sentido algo de compasi¨®n por m¨ª, y me hab¨ªa dedicado unas palabras de consuelo¡±. Las pesadillas segu¨ªan. Y una culpa. Cuando me dijeron: ¡°Te vamos a proteger¡±. Eso le dio m¨¢s miedo. Dos polis. Uno bueno y otro quiz¨¢ m¨¢s malo. Los polis redactan la denuncia. Aquella noche, una galaxia de luci¨¦rnagas.
Volvi¨® a Barcelona. A la universidad. Un silencio que todav¨ªa existe. Lo que pas¨® a sus espaldas. Hay una cierta frialdad necesaria en el relato, que se cuenta sin subrayar el horror. Importa la verdad y la contenci¨®n. Otra frase capital: ¡°Han pasado m¨¢s de 20 a?os. Y lo recuerdo todo. Como si me hubieran tatuado una fotograf¨ªa en el cerebro¡±.
Comienzan a caer mangos como luci¨¦rnagas. Hay cinco muertos.
Una galaxia de luci¨¦rnagas. Texto y direcci¨®n: Aina Tur. El Mald¨¤. Barcelona. Del 14 al 29 de noviembre.
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