Hideo Yokoyama: ¡°Mi objetivo es escribir una novela que supere a la no ficci¨®n¡±
El autor, todo un superventas en Jap¨®n, se ha convertido en una referencia del g¨¦nero negro mundial con la monumental ¡®Seis Cuatro¡¯, que ahora ve la luz en Espa?a
Hideo Yokoyama es uno de los escritores con mayor ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica dentro del g¨¦nero negro japon¨¦s. Seis cuatro, su ¨²ltima novela, ha vendido m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares, y ha escalado al primer puesto de las encuestas sobre el g¨¦nero que se hacen cada a?o en Jap¨®n. Ambientada en 2002 en una comisar¨ªa regional, est¨¢ protagonizada por Mikami, padre de una joven desaparecida y jefe de prensa de la polic¨ªa a su pesar, un hombre que se debate entre las exigencias contrapuestas de los bur¨®cratas, los inspectores y los periodistas de la prefectura D justo cuando est¨¢ a punto de prescribir un caso de secuestro y asesinato y se abre la investigaci¨®n de uno nuevo. La edici¨®n de bolsillo, publicada en 2012, todav¨ªa ocupa un lugar preferente en las librer¨ªas de Tokio. Sin embargo, aunque sus novelas est¨¦n por todas partes, Hideo Yokoyama sigue siendo una figura misteriosa. Son tan escasas sus entrevistas y apariciones p¨²blicas que yo albergaba pocas esperanzas de llegar a hablar con ¨¦l, pero al final de un proceso laber¨ªntico me he encontrado con un hombre humilde como pocos, un escritor que rechaza incluso el tratamiento honor¨ªfico de sensei, obsesionado como est¨¢ con las palabras, no con los t¨ªtulos.
PREGUNTA.?Trabaj¨® en un peri¨®dico regional de la prefectura de Gunma. ?La inspiraci¨®n para pasarse a la narrativa le sobrevino en alg¨²n momento espec¨ªfico?
RESPUESTA.?B¨¢sicamente, empec¨¦ a escribir novelas para poder abandonar el mundo del periodismo. Hab¨ªa entrado en un diario local porque me gustaba escribir, pero despu¨¦s de 12 a?os como reportero comprend¨ª que lo que quer¨ªa darle a la gente no era solo informaci¨®n u opini¨®n, sino los relatos que nos acompa?an para siempre. De todos modos, creo que no ten¨ªa mucho talento para el periodismo, as¨ª que espero ser mejor narrador.
P.??Le hab¨ªa interesado desde joven escribir relatos?
R.?De ni?o me gustaba tanto leer que un profesor me llamo ¡°el rey de la biblioteca¡±; estaba obsesionado con las historias de Sherlock Holmes que le¨ªa a medianoche, con linterna, debajo de un fut¨®n, pero no me contentaba con leer; escrib¨ª secuelas de La isla del tesoro y Swallows and Amazons, y llegu¨¦ a resucitar por arte de magia al ni?o y el perro muertos de El perro de Flandes, incapaz de aceptar el final de la historia¡
P.?Pero ?qu¨¦ lo llev¨® a escribir novela negra?
R.?Siempre he cre¨ªdo en el poder de las historias. M¨¢s adelante, mi experiencia como periodista me llev¨® a tender un puente entre ambos mundos: el de los hechos reales y el de los ficticios. Quiz¨¢ sea ese el motivo de que mis obras se hayan comparado con las de Seicho Matsumoto, el pionero de lo que en Jap¨®n llamamos ¡°novela negra social¡±. De todas formas, aunque en mi juventud le¨ª mucho a Seicho, cuando empec¨¦ a escribir no era consciente de que me influyera. La raz¨®n de que empezara a escribir ¡°novelas de misterio¡± es simplemente que me encantan los ¡°misterios¡±, que para m¨ª consisten en intentar reconocer y entender la existencia y el misterio de otras vidas que no son la m¨ªa.
¡°Seis cuatro, el t¨ªtulo del libro, hace referencia al ¨²ltimo a?o de la era del emperador Hirohito¡±
P.??Qu¨¦ considera que ofrece la ficci¨®n que no pueda ofrecer la no ficci¨®n?
R.?A m¨ª me gusta leer libros de no ficci¨®n, pero desde que dej¨¦ el mundo del periodismo siempre estoy atento a lo que no est¨¢ escrito. Si lees entre l¨ªneas con atenci¨®n acabas encontrando la motivaci¨®n y la postura del autor, y ves que hay elementos o datos que se omiten para obligar al lector a llegar a la conclusi¨®n deseada. Ahora bien, si un libro tiene una l¨ªnea no escrita, aunque solo sea una, ya no se puede calificar como de no ficci¨®n, aunque el resto de las palabras sean todas ciertas.
Creo, en definitiva, que el objetivo de la ficci¨®n est¨¢ oculto en las cosas de las que no se escribe en la no ficci¨®n, cosas que, por lo tanto, tengo que escribir como ficci¨®n, y solo puedo escribir como tal. Lo que ocurre es que a la ficci¨®n nunca le es f¨¢cil estar a la altura del ¡°poder de los hechos¡±. Desde que me decid¨ª a escribir ficci¨®n no puedo quitarme de encima una especie de complejo de inferioridad por no haber seguido siendo reportero. Mi intenci¨®n, en consecuencia, es escribir alg¨²n d¨ªa una novela que supere a la no ficci¨®n. Ese podr¨ªa ser mi objetivo final.
P.?Antes de tener tanto ¨¦xito con sus novelas, se dio a conocer por sus relatos, que alcanzaron una gran popularidad. ?Tiene alguna preferencia por el relato o la novela?
R.?Los lectores japoneses suelen preferir las novelas, pero yo estoy mucho m¨¢s c¨®modo escribiendo relatos. Siempre tengo la esperanza de escribirlos sin nada superfluo, densos, incisivos. Mi primer impulso siempre es ese, al margen de cu¨¢l haya sido mi inspiraci¨®n inicial.
P.?Pero cuando empieza a escribir, ?sabe desde el principio si una obra ser¨¢ un relato o una novela?
R.?Bueno, la verdad es que decidirme a escribir una novela lo he hecho pocas veces, y solo cuando estaba convencido de que era imprescindible una estructura con muchas capas para contar la historia.
P. Seis cuatro es una novela largu¨ªsima y con muchas capas. ?Cu¨¢l fue su inspiraci¨®n inicial?
R.?La primera idea fue sencillamente el n¨²mero sesenta y cuatro. En Jap¨®n, todos los reinados de los emperadores tienen un nombre, y sus a?os de reinado un n¨²mero; 2016, por ejemplo, es Heisei 28, el vig¨¦simo octavo a?o de la era Heisei. Yo nac¨ª en Showa 32, 1957. Seis cuatro significa Showa 64, el ¨²ltimo a?o de la era Showa. El emperador Showa [Hirohito] muri¨® el 7 de enero de 1989, y a partir de entonces empez¨® el reinado Heisei, es decir, que los primeros y ¨²ltimos siete d¨ªas de Showa 64 desaparecieron de golpe en un extra?o limbo. Me pareci¨® una injusticia. Aunque solo hubiera durado siete d¨ªas, la gente hab¨ªa celebrado el A?o Nuevo como Showa 64, y hab¨ªa habido muertes y nacimientos. De ah¨ª me vino la idea de resucitar Showa 64. Si en esos siete d¨ªas perdidos hubiera habido un caso de secuestro con asesinato, habida cuenta de que en esa ¨¦poca los delitos prescrib¨ªan en Jap¨®n al cabo de 15 a?os, el ¨²ltimo antes de que prescribiera el delito en cuesti¨®n, y el ¨²ltimo para resolverlo, habr¨ªa sido 2002.
P.?En realidad, empez¨® a escribir Seis cuatro m¨¢s de 10 a?os antes de su publicaci¨®n, y lo dej¨® aparcado durante una temporada para escribir otros libros. ?Por qu¨¦ tard¨® tanto en terminarlo?
R.?Cuando empec¨¦ Seis cuatro estaba escribiendo muchos relatos para revistas. Mi estilo consiste en cargar al protagonista desde el principio con un peso muy grande y, a partir de ah¨ª, dejar que avance la trama usando como fuerza impulsora el dilema y la desesperaci¨®n causados por ese peso. Sin embargo, cuando empec¨¦ a escribir Seis cuatro, dado que iba a ser mi primera novela, le di al protagonista un peso demasiado grande para ¨¦l, tanto en su vida profesional como en la personal, y el tiro me sali¨® por la culata. Ten¨ªa la sensaci¨®n de estar atado con cuatro o cinco cuerdas, cada una con un peso al final, y bueno¡, en esa ¨¦poca no ten¨ªa fuerzas para escribir arrastrando esos pesos¡
Tuve un infarto, seguido por problemas de memoria que me imped¨ªan acordarme incluso del nombre del protagonista. En fin, fue una ¨¦poca dif¨ªcil, pero lo que m¨¢s me tortur¨® fueron mis propios cambios de postura con el paso del tiempo. Cuando llevaba ya dos, tres, cuatro a?os escribiendo, me di cuenta de que hab¨ªa una brecha entre la voz narrativa de los primeros a?os y mi sensibilidad del presente. Cuando los a?os transcurridos fueron seis y siete, la brecha se hizo tan grande que era como si todo lo hubiera escrito otra persona. Entonces empec¨¦ a reescribir el libro una y otra vez, pero mi ¡°detector de brechas¡± se hizo m¨¢s sensible, y advert¨ª que aparec¨ªa la misma brecha en el manuscrito que hab¨ªa escrito hac¨ªa solo un par de meses. Empec¨¦ a tener un miedo atroz a no poder acabar la novela antes de morirme¡
P.?He o¨ªdo que es tan perfeccionista que hasta reescribi¨® algunas partes de Seis cuatro para la edici¨®n de bolsillo¡
R.?En el manuscrito final de Seis cuatro a¨²n quedaban rastros de los distintos puntos de vista, pensamientos y emociones que hab¨ªa tenido al escribirlo, un hecho que provocaba incoherencias muy leves en la forma de actuar y hablar de los personajes, y en c¨®mo se desarrollaba la trama. Eliminar todas estas discrepancias comport¨® mucho trabajo, igual que buscar insectos que se mimetizan a la perfecci¨®n. Por eso tard¨¦ tanto en sustituirlas y corregirlas.
¡°?Novela negra social? Estoy convencido de que escribir sobre individuos es escribir sobre la sociedad¡±
P.?Uno de los grandes logros de Seis cuatro es la incre¨ªble penetraci¨®n con que da a conocer los mecanismos cotidianos y la estructura de la polic¨ªa japonesa, sus intrigas y rivalidades pol¨ªticas en el ¨¢mbito interno, local y nacional, y sus relaciones con la prensa. ?Fue voluntario resaltar estos temas?
R.?Mi objetivo era establecer el referente de la novela policiaca procesal en Jap¨®n; analizar la relaci¨®n entre el protagonista y el delito, su entorno de trabajo, sus fricciones con la organizaci¨®n para la que trabaja y, a partir de ah¨ª, los elementos m¨¢s perjudiciales de la sociedad japonesa en general, porque estoy convencido de que escribir sobre individuos sigue siendo escribir sobre la sociedad. Mi intenci¨®n era aportar un debate con fundamento para cualquier persona que quisiera ser reportero, periodista o polic¨ªa, o que quisiera escribir novelas policiacas procesales, o bien, sencillamente, que creyera saberlo ya todo sobre la polic¨ªa y la prensa por el desarrollo de Internet.
Sin embargo, en el caso de los polic¨ªas y los periodistas ¡ªo de cualquier empleado de cualquier organizaci¨®n de cualquier pa¨ªs¡ª, tengo la sincera esperanza de que el libro tambi¨¦n sirva como prueba de fuego para verse a s¨ª mismo: c¨®mo actuar¨ªa y qui¨¦n es de verdad¡
Cuando alguien dice ¡°solo soy yo mismo de verdad en mi vida privada¡±, suena falso. Eres t¨², como individuo, el responsable de lo que hagas como integrante de una organizaci¨®n o en cualquier otro trabajo. Aunque prefirieras no ver lo que has hecho como miembro de una organizaci¨®n, o no recordarlo, eras t¨², y sigues si¨¦ndolo. Si niegas que lo eras, significa que tu vida es falsa, de modo que toda ella se convierte en una gran mentira. Tienes que aceptarte como un todo, que incluye tu yo profesional y tu yo privado.
En este sentido, Seis cuatro contiene todos los temas de mi obra, y describe las relaciones entre individuos y organizaciones con mucho m¨¢s detenimiento y minuciosidad que todo lo que hab¨ªa escrito antes. Escribir sobre esta relaci¨®n no es solo mi principal tema o preocupaci¨®n: se ha convertido en la labor de mi vida.
¡°Cuando no escribo me dedico a cuidar el jard¨ªn. Y a pensar en Hermann Hesse en su jard¨ªn¡±
P.??Cu¨¢les son sus rutinas y costumbres cotidianas a la hora de escribir?
R.?Mi ritmo de escritura es diferente cada d¨ªa. A veces me quedo paralizado delante del ordenador desde la ma?ana hasta la noche, y otras escribo toda la noche sin acordarme de comer. En todo caso, mi norma es escribir m¨¢s de 10 p¨¢ginas de papel japon¨¦s de cuatrocientos recuadros al d¨ªa [en japon¨¦s, Seis cuatro ocupar¨ªa aproximadamente 1.500 de estas p¨¢ginas], aunque a menudo tiro lo que he escrito a la basura.
P.?Y cuando no escribe¡
R.?Mi v¨¢lvula de escape cotidiana es cuidar el jard¨ªn, arrancar las malas hierbas, pensar en Hermann Hesse en su jard¨ªn y, muy de vez en cuando, dar una vuelta por el pueblo en mi autom¨®vil de hace 50 a?os, aunque conduzco tan poco que m¨¢s que dar un paseo me parece que me embarco en una gran aventura.
P.?Una ¨²ltima pregunta. Vive en las afueras de Tokio, en Gunma, muy lejos de la ¡°vida literaria¡±. ?Qu¨¦ importancia tiene, para usted y su forma de escribir, este relativo aislamiento?
R.?Ser¨ªa exagerado llamarlo aislamiento; en realidad no pasa de ser un enlatado voluntario [esa es la manera coloquial japonesa para referirse al encierro de un autor para cumplir un plazo, normalmente en una habitaci¨®n de hotel, como si fuera comida enlatada]. De todos modos, yo no ten¨ªa planeado vivir as¨ª; uno de los subtemas de Seis cuatro es que a veces una decisi¨®n accidental se convierte en tu vida, y el libro es un reflejo de esa etapa a la que hab¨ªa llegado en la m¨ªa. Sin embargo, al margen de las expectativas que pudi¨¦ramos tener, los frutos del camino que elegimos por casualidad siempre son los de sabor m¨¢s imprevisto y sorprendente. As¨ª que me gustar¨ªa seguir viviendo de esta manera.
Traducci¨®n de Jofre Homedes Beutnagel.
David Peace es un escritor brit¨¢nico afincado en Jap¨®n, autor de ¡®Cuarteto de Yorkshire¡¯ y ¡®Trilog¨ªa de Tokio¡¯.
¡®Seis cuatro¡¯. Hideo Yokoyama. Traducci¨®n de Jofre Homedes Beutnagel. Salamandra, 2021. 656 p¨¢ginas. 23 euros.
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