Munici¨®n contra ¡®historiet¨®grafos¡¯
El cr¨ªtico y editor Constantino B¨¦rtolo publica su canon particular de la narrativa espa?ola. Un libro para leer y debatir sobre lo que est¨¢ y lo que no est¨¢
1. ¡®Canon constantini¡¯
Casi nadie seriamente interesado en lo que, de modo ya pomposo (y Bourdieu no tiene la culpa), llamamos ¡°campo literario¡± espa?ol ignora qui¨¦n es Constantino B¨¦rtolo (Lugo, 75 a?os). Editor (en gran grupo e independiente), profesor de escritura y edici¨®n, y cr¨ªtico (y polemista) literario, su influencia y su magisterio se han reflejado abundantemente en todos los sectores de su actividad: ha ¡°descubierto¡± y dado a conocer a nuevos autores (algunos ya consagrados en el competitivo mercado de la ficci¨®n); ha formado directa o indirectamente a exigentes editores independientes (sin ir m¨¢s lejos, al inolvidable Juli¨¢n Rodr¨ªguez Marcos); ha participado y expresado su teor¨ªa literaria en cursos y foros con nutrida asistencia. Y ha publicado algunos libros (perm¨ªtanme que recuerde aqu¨ª tan solo La cena de los notables, Perif¨¦rica) y un par de significativas antolog¨ªas de sendos cl¨¢sicos del marxismo: Lenin (El revolucionario que sab¨ªa demasiado, Catarata) y Marx (Llamando a las puertas de la revoluci¨®n, Penguin Cl¨¢sicos). Su ¨²ltimo libro, ?Qui¨¦nes somos? 55 libros de la literatura espa?ola del siglo XX (Perif¨¦rica), fue un encargo del malogrado Juli¨¢n Rodr¨ªguez, quien le dio carta blanca para seleccionar y comentar brevemente 55 libros de la literatura espa?ola contempor¨¢nea (de La voluntad, 1902, de Azor¨ªn, a El a?o que tampoco hicimos la revoluci¨®n, 2005, del Colectivo Todoazen), que, a su entender, reflejaran precisamente en cada momento qui¨¦nes somos y, en respuesta dial¨¦ctica con la historia y el punto de vista que reflejan, intervinieran en la construcci¨®n del relato que subyace a nuestro imaginario colectivo. Un espejo, vamos, que a la vez refleja (y forja) nuestra imagen. Este canon constantini (el autor odiar¨ªa esta caracterizaci¨®n), que poco tiene que ver con las previsibles listas habituales, tiene un antecedente ineludible con el que dialoga, incluso desde el silencio, desde la primera p¨¢gina: Los libros esenciales de la literatura en espa?ol (Lunwerg, 2011), del cr¨ªtico Ignacio Echevarr¨ªa, con quien B¨¦rtolo siempre ha mostrado afinidades cr¨ªticas e ideol¨®gicas. Hay diferencias de planteamiento, sin duda: Echevarr¨ªa inclu¨ªa en su canon un centenar de libros de narrativa espa?ola e hispanoamericana ¡ªeran los a?os Bola?o¡ª desde mediados del siglo XX, y su canon, a la vez subjetivo y s¨®lido, resulta m¨¢s sesgado por sus particulares fobias y filias (recuerdo, por ejemplo, su comentario preventivo (y anticipatorio de la obra posterior) de Beatus ille (1986), la primera novela de Mu?oz Molina. Ambos c¨¢nones coinciden en poco m¨¢s de media docena de t¨ªtulos, aunque s¨ª en bastantes m¨¢s autores (con obras diferentes). B¨¦rtolo se ci?e m¨¢s a su objetivo, ya se?alado, que detalla en un pr¨®logo cuidadoso y, quiz¨¢s, excesivamente prudente (como ocurre en casi todo canon) y minuciosamente equilibrado. M¨¢s que sobrar, se echan a faltar obras de autores que tambi¨¦n podr¨ªan cumplir con creces el objetivo del libro: alguna novela de Mar¨ªas o de V¨¢zquez Montalb¨¢n, por ejemplo. En todo caso, un libro para leer y debatir, como le gusta a su autor (y pretend¨ªa su editor).
2. R¨ªo m¨ªstico
Se publica en unos d¨ªas (y 20 a?os despu¨¦s de su aparici¨®n) Mystic River (Salamandra), una grand¨ªsima novela de Dennis Lehane que todo el mundo cree haber le¨ªdo tras haber visto la (notable) adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica (2003) de Clint Eastwood. Error: la novela es, adem¨¢s de un genial thriller psicol¨®gico, una incre¨ªble y tensa historia de amistad de tres muchachos de Boston a lo largo de un cuarto de siglo. Si les gusta Lehane tanto como a m¨ª, no se la pierdan.
3. Desaf¨ªos
Mientras progreso a buen ritmo con mi cibercurso de anger management (gesti¨®n de la ira) para poder pechar con el supino cabreo y n¨¢usea que me suponen las declaraciones sibilinas (en resumen: no, pero s¨ª, pero no, pero s¨ª) de la siempre ideol¨®gicamente ambigua (casi una patolog¨ªa) alcaldesa de Barcelona ¡ªhoy por hoy la ciudad m¨¢s insegura de este enmascarado pa¨ªs¡ª, leo con fruici¨®n (no exenta de ocasionales desacuerdos) El desaf¨ªo secesionista catal¨¢n (Tecnos), de Alberto Reig Tapia. El ¡°polemista y combativo¡± (as¨ª lo ha llamado el siempre circunspecto Enrique Moradiellos) historiador aborda una vez m¨¢s el objeto de su investigaci¨®n con un encomiable rigor documental al que ¡ªpara disfrute del lector¡ª no estorba la pasi¨®n ni la cr¨ªtica feroz de las legendarias narrativas con las que el nacionalismo irredento y sus historiet¨®grafos (el neologismo es suyo) han construido buena parte de su leyenda dorada y ¡°fundamentado¡± sus agraviadas mitolog¨ªas identitarias. Reig Tapia (1949), un historiador que nunca ha ocultado su ubicaci¨®n en la izquierda, y cuyos dardos antirrevisionistas se han dirigido en otras ocasiones (como en La cr¨ªtica de la cr¨ªtica; Siglo XXI, 2017) a la historiograf¨ªa franquista, tiene que soportar el desprecio y los insultos (incluidos, claro, los de espanyolista y feixista) de ciertos historiadores nacionalistas para quienes ¡°conseguir la secesi¨®n de Catalu?a de Espa?a legitima los medios m¨¢s burdos, las tergiversaciones m¨¢s groseras y las simples mentiras¡± (y no solo se refiere a supertrolas, tama?o ¡°bar¨®n de la casta?a¡±, como la de un Quijote compuesto originalmente en catal¨¢n o la de la propia catalanidad del ¡°descubridor¡± de Am¨¦rica). Supongo que un historiador como Reig Tapia (catedr¨¢tico en la Rovira i Virgili de Tarragona) lleva en el sueldo lo de la mofa, befa y escarnio por parte de los historiadores que siguen la corriente indepe, es decir ¡ªy seg¨²n una siniestra metonimia¡ª, ¡°que hablan en favor de Catalu?a¡± (y no de una parte de ella): al fin y al cabo, lejos de callarse y vivir como Patufet (Garbancito) en la panza del buey, donde no nieva ni llueve, Reig Tapia no tiene empacho en publicar peri¨®dicamente sus cr¨ªticas a la mitolog¨ªa secesionista hegem¨®nica. En todo caso, aqu¨ª tienen un libro que ayuda a comprender; incluyendo las excusas (hist¨®ricas) y estrategias (historiogr¨¢ficas) del odio.
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